-No estoy
acostumbrada a ponerme delante de una cámara.
-Ya lo sé...
-No quiero.
-¿Quieres callarte?
Ya has hecho entrevistas, y fotos, y esas cosas. Esto no es nada.
-Esto es demasiado.
-Que nooo... es un
simple paso para que os vean normales.
-¿Normales? ¿En
serio? ¿Acaso no nos conoces?
-Claro que sí, por
eso estoy aquí.- cogía muy fuerte su libreta.
-Ya, unni. ¿Voy
bien?
-Por dios, Hanna-ni,
¿cómo puedes estar nerviosa?- la otra la seguía mirándola preocupada- Dee, yeppeuda. (Vas bonita)
-Kure. (Claro)- se
miraba en el espejo.
-Ya... ¿estás
mejor con lo de el viaje?- le preguntó bajito.
-He decidido hacer
como que ese viaje no existió nunca.
Salió al salón
dónde estaban todas las cámaras y la gente preparándolo todo. Yoona
se santiguaba de cualquier forma para que todo aquello saliera bien.
La gran idea del
padre de Kim Hanna fue preparar un pequeño programa de dos
capítulos, mostrando lo que era un día en la vida de la pareja.
Iban recorrer con ellos todo lo que solían hacer, pero juntos, como
una pareja. Todo ello para que el público viera su compenetración y
su felicidad. Lo cuál... intentarían que fuese lo más natural del
mundo.
-¿Empezamos?- dijo
Hanna algo nerviosa.
-Claro.- los
pusieron juntos en la cocina- ¿Qué soléis hacer nada más
despertar?
-Mmmm...- dijeron a
la vez y se miraron.
Joonchae aún
estaba un poco extraño porque quería que Hanna estuviera cómoda
con él.
-Pues la verdad es
que casi siempre Joonchae-ah esta en el sofá sentado componiendo. Se
levanta mucho más temprano que yo.
-Dee. Y Hanna-ya
siempre prepara el desayuno.
-¿Qué soléis desayunar?
-Caramel macchiato.-
dijeron a la vez. Sonrieron.
-Me encanta,
muchísimo.
-Dee, y como ella es
quién prepara el desayuno, yo simplemente me lo como.
-En verdad, yo me
preparo mi desayuno. Y él se como MI desayuno. Así que al final
tengo que preparar dos.
-Omo! Pero eso no lo
cuentes.- Joonchae le hacia pucheros.
-Pero es la verdad.
Eres un gordo.
-Annyo! (¡No!)- le
dijo dulcemente.
A todo el equipo
les gustaba la imagen que estaban dando. Parecían muy naturales, se
picaban entre ellos, se reían, hacían bromas de su relación y eran
tiernos cuando tenían que serlo. Pero sin pasarse mucho, ya que
Hanna huía del contacto físico con él a toda costa. Quería
realmente no pensar en el viaje, pero había veces que venía a su
cabeza la imagen de él desnudo en el sofá, y los nervios la
invadían.
Prepararon juntos
el desayuno: café, zumo, tostadas y bollería. Sería algo que
impactaría a la gente porque ya lo había hecho con la
entrevistadora. Los dos estilos de vida parecían haberse fusionado
muy bien. Ella no quería perder aquello que más le gustaba de la
cultura Europea, y a él le gustaba comer, así que no tenían ningún
problema.
Durante el rodaje
había veces que dejaban que interaccionaran entre ellos, y otras
veces en las que les hacían preguntas sobre su relación, su
infancia y sus trabajos.
-Yo siempre tuve muy
claro que quería ser cantante. Creo que no hubiera podido ser otra
cosa.
-Dee... Si me
hubiese dicho que quería ser no sé... banquero. Creo que me hubiese
reído mucho de él.- Joonchae sonreía mientras comía- Lo lleva en
la sangre. Era su destino.
-Es algo que llena
mi vida.
-Estoy muy orgullosa
de que hayas conseguido tu sueño.- Joonchae sonrío.
-Arayo. (Ya lo sé)-
dijo con una gran sonrisa.
-O-otokkae?
(¿Cómo?)- se quedó ella sorprendida al ver que él lo decía muy
seguro de si mismo.
-Es mi fan número
uno.- hacía el gracioso delante de la cámara.- Se sabe todas mis
canciones de memoria.
-YA! Kummane
(Para)...- decía avergonzaba. No sabía que estaba pasando. “¿En
qué momento? ¿Cómo sabe todo eso?”.
-Aigoo...- Joonchae
la cogía de los mofletes, mientras, ella hervía de la rabia porque
no le podía pegar hasta sonsacarle como sabía eso.
Hanna se separó
como pudo de él. Todo ello con sonrisas falsas y llenas de nerviosismo por culpa de las cámaras. Después de estar grabando un
rato allí en su casa. En su espacio de intimidad, algo que a ninguno
de los dos les hacia mucha gracia, pero era lo necesario. Lo
necesario para que todo el mundo les creyera. Aunque ni ellos mismos
se lo creían del todo.
-Es muy bonita
vuestra casa.
-Dee.- decían a la
vez.
-Es algo pequeña,
pero es acogedora.
-Tengo entendido que
este era el departamento de Joonchae-shi.- comentaba la
entrevistadora.
-Dee. Yo compré
este departamento hace mucho tiempo. Llevo viviendo aquí dos años
más o menos.
-¿Tenéis pensado
mudaros a un lugar más grande?- ambos se miraron nerviosos.
-Anny, annyo.
Este... este lugar es muy acogedor.- se abrazaba a ella misma muy
tiernamente.
-Al ser pequeñito
estamos más juntos. ¿Verdad?
Joonchae abrazó
por detrás a Hanna, lo que la espantó internamente. Pero por fuera
reflejó una sonrisa tierna y afable mientras asentía con la cabeza.
-Bueeeeno.- se
separaba de Joonchae rápidamente- Vamos a llegar tarde a la sesión
de fotos. Hay que trabajar Joonchae-ah.- le apretaba muy fuerte de
los mofletes.
A Joonchae le
estaba realmente doliendo mucho, pero tenía que disimular. “Creo
que me he pasado con el abrazo.”, pensaba mientras los ojos de
Hanna lo fulminaban.
-Dee.- intentaba
decir sin llorar.
-Muy bien así me
gusta.- le decía con la voz más dulce del mundo.
Yoona detrás de
las cámaras se llevaba las manos a la cabeza desquiciada. “Estos
dos nos llevarán a la ruina... A LA RUINA...”.
En el coche de
Joonchae pusieron cámaras para captar imágenes del trayecto a la
oficina. No se notaban mucho, pero eran para hacer más real el
programa. Joonchae subía al coche frotándose las mejillas adolorido
y miraba a Hanna con cara de pena.
-No me das ninguna
pena. Arranca, que al final llegaremos tarde y todo.- miraba el móvil
ojeando su agenda.
-Dee... Pero primero
hay que elegir la música.
Tuvo la genial idea
de demostrarle al mundo lo gran fan que era Hanna de él. Para que
así todos viesen que si se apoyaban en sus carreras.
-Lo... ¿lo dices en
serio?- Hanna lo miraba con todo el rencor del mundo.
-Te encanta y lo
sabes.- le sonreía mientras comenzaba a conducir y se ponía a
cantar.
Había puesto su
primer disco. Disco en el que estaban las canciones que cantaron en
su luna de miel, y que le traían muy buenos recuerdos.
-Venga, Hanna-ya,
canta conmigo.
-Annyo, annyo. (No, no.) Que
no se cantar. Y me va a ver todo el mundo.- señalaba a la cámara
del coche.
-Vengaaaa. Si cantas
muy bien.- le guiñó el ojo. Ella se ruborizó.
-Ja! ¿Pero como
eres así de mentiroso?- le intentó hacer cosquillas.
-Kuman! (¡Para!) ¡Nos vamos
a matar!- Hanna se reía.- Ois, michin. (Loco.)
A Hanna era eso lo
que más le gustaba de su relación. Que siempre estaban de "tico y
taco", pero sin ningún tipo de consecuencia “dañina”. Joonchae
la miraba enfadado, pero se le pasó cuando ella comenzó a cantar la
canción. Parecía que con la música se le había pasado todo. El
enfado. El nerviosismo del programa y la entrevista. Y que decir, le
encantaba esa canción, no cantarla para ella era como no respirar.
Era algo imposible.
Joonchae
simplemente estaba feliz de verla cantar y sonreír. Sabía que había
hecho bien al poner su música. Los dos, no sabían cómo, pero se
sincronizaban muy bien. Tanto para hacer los tontos, como para
ponerse sentimentales o serios. Detrás de las cámaras se podría
decir que eran tal para cual.
Llegaron a la
agencia demasiado felices. Al bajar del coche y ver las cámaras más
grandes a Hanna le vino otra vez el nerviosismo del principio. Se
peinaba y re-peinaba. Y, a veces, sonreía por sonreír, no tenía muy
claro que tenía que hacer. No sabía que debía enseñar a la gente.
Ella simplemente era una chica normal, del montón. No tenía nada de
especial. Lo único especial que había en su vida era Joonchae, y ya
creía ella que brillaba sin necesidad de luces o de otros. Él era
un ser de luz.
-Bueno chicos.
Comentarnos un poco que vais a hacer aquí hoy.
Joonchae la animo
para fuera ella quien hablara sobre el día que iban a tener hoy en
la agencia.
-Okay... Pues, no sé
por dónde empezar, la verdad.- se reía incómoda- Siempre vengo a
“Sons of golden”, es mi principal lugar de trabajo. Es dónde
esta mi equipo, mi despacho, todo lo que necesitamos para los
montajes y demás. Joonchae-ah va y viene un poco entre las
agencias.- lo miraba cómplice. Él asentía muy dulcemente, pues se
estaba explicando de maravilla, y sentía mucho orgullo por ella.-
Siempre estamos los dos supervisando el proyecto que hemos lanzando
hace ya un tiempo, “the World”. Y hoy vamos a hacer una campaña
publicitaria con tres de las personas que están en “the World”.
Y una de ella es Joonchae-ah.- saludaba con la mano.
-¿El proyecto de
“the World” cómo se os ocurrió?
-Anny, anny. (No, no.)-
Joonchae intervino rápidamente, lo que les sorprendió a todos, pero
más aún a Hanna- Este proyecto se le ocurrió a Hanna. Todo lo que
se ha formado, y la unión tan solida que hoy en día tienen “Sons
of Golden” y “CJS Entertaiment” es todo gracias a Hanna.
-Oh, kure. (Claro.)- miraba
asombrada la entrevistadora a Hanna. Ella tenía la cara de asombro y
no podía casi hablar.
-Dee... (Sí...)- le salía
tímida.- Todo fue un poco por sorpresa. Tuve la idea en el viaje de
vuelta a Corea. Aunque llevaba años pensándolo muy detenidamente. Era
un sueño que solamente estas dos empresas me podían proporcionar. Y
he tenido mucha, mucha suerte.- miraba a Joonchae con un gran
sonrisa.
Lo dejó casi sin
aliento. “Que sonrisa tan bonita...”.
-Bueno, enseñarnos
vuestro lugar de trabajo.
-Por supuesto.
Seguidme.- decía Hanna muy simpática.
Por fin parecía
sentirse agusto con todo aquel experimento de caja tonta. Y Joonchae
estaba flotando en una nube. Parecía que había recuperado otra vez
la confianza de Hanna. Solo tenía que seguir así. Sin fastidiarlo
demasiado.
Le enseñaron a las
cámaras el despacho de Hanna, dónde solían trabajar los dos en
todo lo relacionado con los proyectos de “the World”. También
era el lugar dónde siempre iba Joonchae a refugiarse.
-Dee. (Sí.) Muchas veces
simplemente viene a molestar.
-Eso es mentira.- lo
miraba atónito.
-Se da unas vueltas
por el despacho. Se sienta un rato en el sofá, mira su móvil. Me
pregunta que si necesito ayuda.
-Ya! Kumaan... (Para...)-
decía muy avergonzado. Hanna se reía de él.
-Sabes que todo lo
que estoy diciendo es verdad.
-Solo me aseguro de
que estas bien y que no necesitas nada...- decía avergonzado, pero
en sus palabras había un tono de preocupación.
-Oh...-Hanna se
sintió un poco mal al escuchar eso. De verdad que Joonchae quería
protegerla en todo momento- Miahn.(Lo siento.) Yo siempre me alegro de que venga
a verme.- le decía a la cámara como si de un secreto se tratara.-
Vamos al estudio.
Joonchae detrás
suyo la seguía embobado. Las cámaras estaban captando
a un Joonchae muy enamorado y no se lo creía ni el mismo.
-Esta coladita por
mi.- le decía con una sonrisa tonta a las cámaras.
Cada una de las
tomas que estaban grabando de ellos estaba siendo muy representativa
de lo que ellos eran en realidad. Dejando de lado el tema del
contrato, eran una pareja de verdad. Eran una pareja de amigos que se
conocían desde pequeños. Y aunque habían pasado muchas cosas entre
ellos, la esencia de su relación se mantenía como un lazo fuerte,
casi irrompible.
Del despacho
pasaron directamente al estudio número tres. El famoso estudio
número tres donde Hanna realizaba la mayoría de sus proyectos, y
que era prácticamente como un segundo despacho para ella.
Dieron un recorrido
por el gran estudio número tres. Hanna presentó como era debido a
todo su equipo de trabajo. Los cuales se
alegraban mucho, y se avergonzaban a la vez, por salir en un programa
de televisión. Todos decían cosas muy bonitas de Hanna, y de lo
bonita pareja que hacían ella y Joonchae. En aquel ambiente, él no
parecía ser un famoso, sino uno más, y más bien ella parecía ser
la famosa.
-Y aquel que viene
por allí es mi mano derecha.- lo señalaba- Que siempre llega
tarde...- decía entre dientes.
-Ven, Geum
Jongdong-shi.- le decía Joonchae muy amigable.
El pobre Jongdong
temía por su vida. Acababa de llegar tarde en un día importante.
Habían muchas cámaras y personas en el estudio. Hanna tenía
demasiado fuego en su mirada, y para colmo Joonchae se estaba
comportando demasiado bien con él. “¿A caso es el fin del mundo?
Y yo sin besar a la chica que me gusta...”, pensaba triste mientras se subía
las gafas y se tapaba la cara con una libreta que llevaba.
-Ven, ven aquí.- le
daba Hanna unos golpes en la espalda.- Llegas un pelín tarde.- le
decía entre dientes con una gran sonrisa, pero cabreada.
-Mianhanmida,
Boss-ni. (Lo siento.)- le hacía una reverencia.
-¿Qué haces
Jongdong-ni?- Hanna paraba corriendo la reverencia de Jongdong.
-Preséntate.- le
decía con una gran sonrisa Joonchae.
Jongdong los miraba
muy asustado, creía que iba hiperventilar en cualquier momento.
-A-a-anyonghaseo.
Che-che irumi Geum-Geum Jongdong imnida. (Ho-hola. Mi-mi nombre es Guem-Guem Jongdong.)- hizo una gran reverencia
como si se tratase de alguien importante.
-Omg...- Hanna se
llevaba las manos a la cara. Joonchae la miraba sorprendido, y le
preguntaba con gesto que qué le pasaba. Hanna no sabía que
contestarle.- Okay... nos dais un segundo. Gamshamnidaaa. (Graciaas.)
Hanna cogió a
Jongdong y se lo llevó al otro lado del estudio para poder
tranquilizarlo y hablar con él.
-¿Cómo qué un
segundo?- preguntaba la presentadora atónita.
-Dee (Sí), dejarla un
segundo.- iba corriendo Yoona para intentar tranquilizar a la
entrevistadora.
-¿Pero no ha
entendido que las cámaras tienen que grabarla en todo momento?
-Solamente será un
minuto, discúlpenla, por favor.- intentaba justificarla Yoona,
mientras pensaba en una y mil maneras de como matarla.
-Bueno, de acuerdo.
Vamos a parar unos minutos.
Todos pararon unos
segundos para poder comer algo del catering que había montado la
empresa, y descansar de pasearse por esta grabando a los dos
tortolitos.
-Ya, Jongdong-ni,
tranquilízate. Parece que te fueran a matar.- le comentaba Hanna al
pobre Jongdong cuando se habían alejado lo suficiente de todo el
mundo.
-¡Pues eso creía!-
respiraba alterado. Hanna lo animaba con unas palmaditas en la
espalda.
-Dee, miahn, (Sí, perdona,) debería
haberte avisado. ¡Pero que conste que has llegado tarde!
-Dee, dee, miahn
boss-ni. (Sí, sí, lo siento.) Me he entretenido de camino al trabajo. Y luego no
encontraba los papeles de la sesión. ¡Es que tu despacho es una
leonera de papeles!- se alteraba.
-Okaay... okay...
ahora resulta que la culpa es mía. Anda, toma algo de agua.-
intentaba tranquilizarlo.
-Dee, gomawo. (Sí, gracias.)
-Vaaale, y ahora que
estás más tranquilo. Actúa con normalidad, y por favor, ves a
buscar a Minhyuk de Diamond Star. Aún no ha aparecido, solamente
esta Taemin, y ya casi han terminado con él las de maquillaje.
-Dee, boss-ni.
-Hey, Jongdong-shi.-
le dio una palmada en la espalda Joonchae asustandolo- Gwenchanha? (¿Estás bien?)
-Ah! Choi-choi
Joonchae-shi.- le decía muy asustado. Joonchae también se asusto.-
Gwe-gwencha-chanhanmida. A-annyogikyeseo. (Es-estoy bien. Me marcho.)- se fue como alma que
llevaba el diablo.
-¿Pero qué le
pasa?- miraba muy asustado a Hanna.- Esta más raro de lo normal.
-Esta un pelíin
estresado.
-Kuuree...
(Vaalee...)- decía un poco inseguro.
-Kaja? (¿Vamos?)
-Oh, Hanna-ya...
ahora que estamos a solas...- la paró cogiéndola delicadamente del
hombro- me gustaría pedirte disculpas.
-¿Disculpas por
qué?
-Puees... me he dado
cuenta de que te estuve presionando para hablar de lo que paso en la
luna de miel, y...
-Mira, no se que
ocurrió exactamente en la luna de miel.- claramente sabía que había podido pasar, pero no quería aceptarlo- Y la verdad es que no quiero
acordarme. Pero ahora estamos genial.- decía con una falsa sonrisa,
pues el tema la ponía muy nerviosa- No lo estropeemos...- se apartó
de él- Vamos a intentar que nuestros encuentros “románticos”
sean mínimos, cortos, y... en público, a poder ser.
-Pero somos adultos.
-Y dale con lo de
los adultos...- se llevaba las manos a la cara.
-La atracción
física puede ocurrir.- la cara de Hanna era un cuadro de Picasso
mientras recordaba las palabras de Yoona.
“¿Crees que yo
le iba a decir a oppa: “Corre y acuéstate con ella.” Jinjjaro?
(¿de verdad?) Yo no tengo la culpa de que seáis unos guarrillos
salidos.” La risa de Yoona retumbaba de nuevo en la cabeza de
Hanna.
-Basta. Para.
Suficiente, de verdad. Calladito estas mejor.
-Pe-pero...
-Vamos a seguir con
el programa. No quiero que el clímax se estropee.- andaba hacia
donde estaban todos.
-Yo solo quería
arreglarlo... y siempre lo acabo fastidiándolo.- se restregaba los
ojos- ¿La atracción física? Jinjjaro, Joonchae, jinjja? (¿De
verdad, Joonchae, de verdad?)- se pegaba en la cabeza ofuscado
mientras la seguía.
Con la llegada de
Hanna y Joonchae los cámaras comenzaron a grabar de nuevo. No habían
entendido muy bien a que se debían aquellos segundos de descanso,
pero les vino muy bien a todos. Hanna se disculpo con todos, y
empezó a trabajar de verdad.
-Sinceramente... No
tengo muy claro si deberían grabarme trabajando...- dudaba de su
privacidad en todo aquello.
-Tranquila, el
programa no se emitirá hasta la semana que viene. Tu sesión de
fotos no corre ningún peligro.- Hanna la miraba convencida.
-Yo creía que no
querías que te grabaran trabajando porque eres un ogro como jefa.-
decía Joonchae muy chistoso mientras esbozaba una carcajada.
Todos los del
estudio número tres se asustaron al escuchar aquel comentario.
Miraron a Hanna rápidamente. Tenía los ojos inyectados en cólera y
fuego. Esperaban la mayor catástrofe mundial. “Pobrecito... le ha
durado poco el matrimonio...”, pensaban muchos. Joonchae la miraba
pícaro, pero dejo de hacerlo tras fijarse en su puño derecho, que
apretaba con gran fuerza. Yoona se llevaba las manos a la cabeza
asustada.
-Joonchae-ah...-
dijo con voz de camorrista. Respiraba profundamente.- ¿No tienes que
hacer nada?- intentaba cambiar su tono de voz.
Todos allí la
miraba boquiabiertos, ¿qué iría a pasar?
-Weo? (¿Qué?)- decía
asustado.
-Tu cara.- le puso
la mano en la cara.- Necesita maquillaje.- le señaló con la mano
dónde debía ir.- Ves a maquillaje.- le decía con una gran sonrisa
falsa mientras intentaba controlar su tic en el ojo izquierdo.
-Dee! (¡Sí!)
Joonchae salió
disparado hacia maquillaje, y unas cuantas cámaras se fueron detrás
de él. Hanna por dentro quería destruir cada neurona,
neurotransmisor y átomo, que había en esa cabeza rubia oxigenada.
“¿CÓMO SE LE OCURRE DECIR ESO?”. La gente del estudio no sabía
muy bien como reaccionar, miraban a Hanna asustados y asombrados a la
vez.
-Tome, Boss-ni.-
alguien le trajo un té con un poco de tila.
-Aigo, gamshamnida. (Gracias.)-
cogió corriendo el té y le dio un gran sorbo.
-Boss-ni, estamos
muy orgullosos de ti. Fighting.- le decía alguien del equipo.
-Dee, cada día se
controla más, Boss-ni.
Hanna los miraba y
asentía con la cabeza agradecida. Aunque sentía que al mismo tiempo
la estaban atacando como había hecho Joonchae.
-Deberían traer a
las cámaras más días.- decía uno en bajito.
-Dee...- le
contestaba otro.
-¡A trabajar!- se
hartó Hanna de sus comentarios.
-DEE! (¡SÍ!)- contestaron
todos al unísono.
Salieron todos
corriendo a hacer cosas. Hanna se bebió su té de un sorbo, estaba
al borde del ataque, pero no uno normal, sino de esos en los que
salen mucho heridos. Y tenía a su primera víctima en mente:
“Joonchae...”, se repetía en su cabeza con la voz más
terrorífica del mundo.
-Esto... ¿esto no
lo pondréis verdad?- le comentaba Yoona a la periodista muy
avergonzada.
La periodista se
reía con lo graciosa que estaba Yoona, pero no pensaba quitar nada
de lo que llevaban grabado.
-Bueno, si me
permitís.- Hanna dejaba su taza de té en una de las mesas- Vamos a
empezar a trabajar.- se remangaba la camisa vaquera que llevaba.
Empezaba el show de
Hanna. Todos se ponían a las ordenes de ella, y se les notaba muy
agusto trabajando. Parecían un gran y perfecto engranaje que
funcionaba solo. Hanna iba confirmando todo aquellos detalles que se
estaban realizando en el set. Lo revisaba todo para que estuviera
perfecto. Pero sabía en el fondo, que podía pasar de aquellas
revisiones y centrarse solamente en ponerse detrás de la cámara y
hacer magia. Pues todos en aquel equipo tenían ya más que su entera
confianza. Todos estaban allí porque valían, se lo habían
demostrado en esos meses.
Todos y cada uno de
los del equipo, incluida Hanna, parecían absortos en el trabajo.
Actuaban de forma muy natural ante las cámaras, podría ser que
estuvieran acostumbrados a estar entre ellas. Pero, más bien era que
no se daban ni cuenta de que estaban allí. La entrevistadora se
acercó a dónde estaba Hanna. Esta, estaba calibrando la cámara que
iba a utilizar como soporte de grabación de la sesión.
-Hanna-shi.
Cuéntanos un poco que vamos a ver hoy.
-Omo, dee. (sí.)- sonreía
sorprendida, ya no se acordaba de que ella estaba por allí- Estamos
trabajando para una línea de moda. Nos invitaron a escoger tres
modelos masculinos que fueran acordes al estilo que ellos buscaban. Y
tengo la suerte de que en “the World” tengo muy buenos
candidatos, que también están ahora mismo promocionando sus
carreras. Digamos, que fue un poco como coger dos proyectos en uno. Y
con ello tienen la posibilidad de promocionar la marca el tiempo que
dure hasta la próxima temporada.
Hanna hablaba muy
entusiasmada de sus proyectos y de lo orgullosa que estaba de que
todo el mundo estuviese aceptando a “the World”, tanto a nivel
nacional como internacional gracias Kim Moonsoo. Les estaba yendo
todo muy bien y se sentía muy agradecida. Aunque como decía ella,
esto solo era el principio.
-Mirar, allí llega
el último modelo del proyecto de hoy.
-Annyonghaseo. (Hola.)-
saludaba a todo el set y se avergonzaba de ver tantas cámaras
delante suya.
Hanna lo saludaba
estrechándole la mano, y lo acercaba hasta las cámaras.
-Él es Minhyuk, es
uno de nuestros rookies que va a debutar en el grupo Diamond star el
23 de Agosto.
-Oh, annyonghaseo!- dijo muy entusiasmado- Soy Min Minhyuk, rapero y principal bailarín de Diamond Star.
-Tengo mucha
esperanza en estos chicos.- decía muy contenta mirando a Minhyuk, lo
que lo ruborizó.
-Nomu gamshamnida. (Muchas gracias.)- les
hacia una reverencia.
-Ves a maquillaje y
vestuario.- le indicaba Hanna con la mano.- Namin-ni, acompáñalo.
-Dee, Boss-ni.
-Jongdong-ni.- le
hacia señas con la mano para que viniera, aunque él no parecía
estar muy por la labor.- He dejado ya la cámara calibrada, arasseo?
(¿de acuerdo?)
Jongdong la miraba
a ella y a la vez miraba a las cámaras, aún se sentía un poco
intimidado y avergonzado.
-Ya, préstame
atención a mi. Thank you.
-Dee. (Sí)- decía muy
tenso.
-Controla tu todo
esto, me dices como esta quedando, las cosas que se deben retocar,
arasseo? (¿de acuerdo?)
-Dee. (Sí)- seguía tenso
y rígido como un palo.
-Ois.- lo zarandeo
un poco de los hombros y lo sentó en la silla- Relájate, que me
pones nerviosa.
-Dee, dee, ara. (Sí, sí, lo sé.) Only
relax.- se repetía, parecía que aquello le había ayudado. Aunque
aún miraba las cámaras con miedo.
-Solo... solo relax
tampoco.- Hanna suspiraba. Menos mal que era su mejor amigo.- Tu me
entiendes.
Cogió su cámara y
se acercó al centro del set sorteando claves, objetos y personas.
En este, ya se encontraba preparado y acomodándose la ropa el otro
modelo. Era Taemin, de la compañía de “CJS Entertaiment”, el
chico que su amiga Nerea quería impresionar. Lo presentaron como era
debido ante las cámaras, era más jovial y dulce de lo que reflejaba
con sus vídeo clips. A Hanna le gustaba eso de la combinación de
modelos que había escogido. Todos ellos tenían un lado tierno y
divertido, y otro muy distinto ardiente y serio. Era este segundo
lado el que buscaba para las fotos, pero esperaba un poco más de
estos chicos. Algo también que llamara la atención, algo fresco,
desenfadado y a la vez tierno. Y no pararía hasta encontrarlo.
Hanna empezó las
pruebas haciéndole las fotos a Taemin. Cuando todo estaba listo
comenzaron de verdad. Ella se ponía muy seria detrás de la cámara
cuando empezaba a trabajar. Creo que era lo que más podían comentar
sus compañeros, y todo aquel que trabajaba con ella. Era una
profesional en toda regla, y no le gustaban mucho las
interrupciones.
-¿Siempre es así?-
preguntaba la periodista a Joonchae.
Él estaba
esperando su turno detrás de la mesa de televisiones, viendo como
salían las fotografías.
-Dee. Siempre. Es
impresionante verla trabajar. Te da mucha confianza para abrirte ante
la cámara, aunque desde aquí la veáis tan seria.
-¿La quieres mucho?
-Dee (Sí)...- decía muy
feliz mientras la miraba- Eh? Weo? Weo? (¿Qué? ¿Qué?)- se puso muy nervioso.
-¿Qué si la
admiras mucho?- Joonchae había escuchado mal.
-Oh, ah,- se reía
incómodo- dee, dee, por supuesto.- sonreía. Solamente escuchaba lo
que quería.
Parecía que ambas
respuestas eran igual de sinceras. Joonchae esbozó una sonrisa, no
hacía falta ya decir lo que estaba sintiendo por ella. Era más que
evidente. “Y pensar que antes era Hanna-ni... y ahora soy yo el
enamorado”, pensaba mientras la miraba y se reía. “Que giro del
destino...”
Todo aquello de
daba nostalgia, rabia y tristeza a la vez. Pues, había tenido que
pasar todo aquello para que él se diera cuenta de lo especial que
era Hanna. Y ya no solo eso, sino que realmente le gusta estar con
ella, y que fácilmente podría vivir toda un vida a su lado. No sabía
en que momento todos aquellos pensamientos se habían implantado en
su cabeza, pero se sentía demasiado bien.
La sesión siguió
con las fotos de Joonchae. Las cámaras estaban entusiasmados por
grabarlos a los dos juntos trabajar. Ella la fotógrafa y él el
modelo. Era impresionante ver la confianza que desprendían aquellos
dos, y cómo con solamente una o dos palabras se entendían de
inmediato.
-Vamos a ver las
fotos.- salía disparado Joonchae hacia la mesa de televisiones.
-Seguro que están
genial.- sonreía Hanna al verlo tan emocionado.
-Wuaaa. Son
espectaculares.- observaban con detenimiento mientras Jongdong pasaba
las fotos.
-Esa! Esa es mi
favorita. Es lo que quería captar.- comenzó a pegarle pechizquitos
a Joonchae y a Jongdong de la emoción.
Jongdong
lloriqueaba mientras intentaba apartarse de ella arrastrando la
silla. Joonchae simplemente se reía y disfrutaba de su sonrisa de
niña pequeña.
-Lastima que no
puedas ser tú quien haga las fotos de mi comeback.
-Weo? Andwae? (¿Qué?
¿No?)- lo miró indignada y dolida.
-Claro que no. Es
una sorpresa.- decía mientras caminaba hacía la sala de maquillaje
para cambiarse de ropa.
-Ya! Neo! Odi ga?!
(¡Eh! ¡Tú! ¿Dónde vas?)- intentaba perseguirlo pero alguien le
cogió de la camiseta.
-A trabajar
Boss-ni.- la miraba Jongdong intentando simular seriedad, pero que a
la vez parecía un cachorrito enfadado.
-Eish...- Hanna
estaba confundida- Que la jefa soy yo...- decía avergonzada- Ya voy,
ya voy.
Todavía quedaban
muchas fotos que hacer, muchos vestuarios que debían probarse en
aquellos dos escenarios que habían montado para la sesión de fotos.
Minhyuk y Taemin se estaban luciendo en las fotos, Hanna estaba muy
contenta de haberlos elegido para aquella campaña. Con Joonchae...
simplemente no podía ser objetiva, por eso tenía la ayuda de
Jongdong. Para ella cada una de las fotos que le hacia era
espectacular, seguía teniendo un favoritismo por él.
En el descanso para
comer todos aprovecharon también para airearse un poco. Tendrían
una hora de descanso y luego seguirían con las fotos, aunque ya no
quedaba mucho.
Los dos tortolitos
televisivos solamente pensaban en que podrían hacer después de que
terminase la sesión de fotos. A lo mejor podrían reunirse con sus
amigos e ir a tomar algo por ahí. Aunque no les hacia mucha gracia
que sus amigos más cercanos estuviesen expuestos a la presión de
las cámaras, ni a toda aquella maraña de la pareja perfecta. Puede
que simplemente tuvieran que irse a casa, a dormir y seguir
tranquilamente al día siguiente con la grabación del programa.
-¿Prefieres comer
aquí o vamos allí con todos los demás?
Joonchae se
acercaba a Hanna que estaba sentada en frente de los televisores
revisando las fotos.
-Anny...- seguía
mirando las fotos, aunque no pensaba en las fotos- Mejor vamos con
todos...
-¿Segura? Te veo un
poco distraída.
-Eh? Annyo. Mianh. (No. Lo siento.) Estaba pensando simplemente que vamos a hacer después de la
sesión... Me tiene un poco preocupada este tema del programa.
-Nado. (A mi
también)- Joonchae se sentó en la mesa justo a su lado, sacando a
Hanna de su preocupación.- Pero no te preocupes. Mañana tenemos el
tema del programa de radio. Y ya se nos ocurrirá algo más.- le
sonreía.
-Dee, kure. (Sí,
claro.)
-Ahora... vamos a
comer.- dio un pequeño saltito y siguió andando.
Hanna simplemente
lo siguió, ya pensarían en algo en otro momento. Que mejor ahora
que disfrutar de una comida con todo el equipo. Aunque cada uno
andaba desperdigado por todo el comedor de “Sons of Golden”.
Se sentaron a comer
junto con los modelos Taemin y Minhyuk, la maquilladora del set,
Yoona, Jongdong y dos personas más. Las cámaras los seguían
grabando, y la entrevistadora seguía haciéndoles preguntas sobre su
vida y su relación. Pero también los dejaban interactuar con los
demás, también debían descansar un poco de todo aquello.
-¿Qué soléis
hacer en vuestros ratos libres?- les preguntaba la entrevistadora.
-Eh...- ninguno de
los dos sabía que contestar.
-Creo que hace mucho
que no tengo un rato libre.- se reía ella.
-Es verdad, lo más
parecido que hemos tenido a un rato libre ha sido la luna de miel...-
Joonchae se tapó la boca con los palillos al darse cuenta del fallo
que había cometido. Mientras pensaba en algo para arreglarlo evitaba
la mirada de Hanna a toda costa.
-¿Dónde fuisteis a
la Luna de miel?- preguntaba curiosa la entrevistadora, ya que
Joonchae había sacado el tema.
“Parece que no
hay manera de olvidarlo...”, pensaba nerviosa Yoona. Hanna miraba a
la cámara y seguía metiendo y metiendo comida en su boca, con el
fin de no soltar algo inapropiado o de no matar a nadie.
-Fuimos a Hawaii...-
dijo temeroso Joonchae. No tenía muy claro si contestar.
-Que lugar tan
bonito. Contarnos algo más.- Joonchae les sonreía incómodo.
-Oh, dee...
precioso, espectacular. Todo genial. Siete días inolvidables.- Hanna
al escuchar esas últimas palabras se atragantó con la comida.- Ya!
Ya! Gwenchanha?! (¿Estás bien?)- se levantó alterado de la silla
para intentar ayudarla.
Hanna tosía y
tosía, intentando no tirar toda la comida que llevaba en la boca.
“¿Inolvidables? ¿En serio?”. Hanna salió corriendo en
dirección a los aseos, si iba a echar todo eso por la boca, por lo
menos no sería delante de las cámaras. Seguía tosiendo, cabizbaja,
con la mano en la boca cuando chocó de lleno con alguien e hizo que
la comida acabara en su mano.
-Que asco...- decía
ella mientras miraba su mano y seguía tosiendo.
-Hanna? Neoya?
(¿Eres tú?)- le decía una voz de hombre muy preocupado.
Antes de que
pudiera si quiera contestarle, incluso de darse cuenta ella de quién
era él, la llevó a la entrada de los lavabos lo más rápido
posible. Asegurándose bien de que no la había visto mucha gente.
Entró corriendo
para lavarse, se estaba dando mucho asco a si misma. “Maldita sea,
¿cómo me pasa esto con las cámaras grabando? Si es que soy una
estúpida. ¿Cómo me creía de verdad que iba a poder olvidar tan
fácilmente este tema? Señor...”, pensaba para si misma mientras
terminaba de acicalarse.
-¿Hanna-ya te
encuentras mejor?
Se escuchaba la voz
de Joonchae fuera del lavabo de chicas. Hanna salió de ahí ya con
otra cara. Lo había pasado fatal, y seguramente la comida habría
terminado para ella. Ahora solo le apetecía que se la tragara la
tierra de la vergüenza, y beber algo de agua.
-Dee, dee. (Sí,sí.) He visto
pasar mi vida en diapositivas.
-Me has...- intento
decir Joonchae.
-Me has preocupado
mucho.- dijo la misma voz masculina que la había salvado del
ridículo.
-Omo, Jason.- Hanna
le sonrió- Gomawoyo. (Gracias.)- Joonchae los fulminó con la mirada.
-Tranquila. Encima
que me he chocado contigo... Mianheyo, (Lo siento) no te había visto.
-Parece que lo
nuestro es lo de chocarnos por todas partes.- los dos se rieron. Una alarma despertó en Joonchae, que los miraba a los dos un tanto celoso.
-Bueno, mientras sea
contigo, me da igual.- Jason le hizo una gran sonrisa que ruborizó a
Hanna.
“¿QUÉ ESTA
PASANDO AQUÍ?”, se le salía el corazón del pecho a Joonchae.
-EJEM!- interrumpió-
¿Vamos a comer Hanna-ya?- ambos lo miraron sorprendidos, como si los
estuvieran interrumpiendo.
-Ah, dee, dee. (sí, sí) Aunque se me han quitado las ganas de comer.- se tocaba la garganta-
Creo que voy a beber algo de agua y ya.
-Toma la mía.-
Jason le ofreció la botella que llevaba en la mano.
-Oh...- dudó por un
segundo en cogerla- gomawoyo... (gracias...)- la cogió poco a poco mientras
rozaba la mano de Jason.
-BUEEEENO.- cogió
Joonchae rápidamente la botella y la puso en las manos de Hanna.-
Dee, nomu gomawoyo. (Sí, muchas gracias)- sonaba muy brusco y
enfadado. Jason y Hanna se quedaron un poco extrañados por su
reacción.- ¿Vamos? Nos estarán esperando.
-Oh... dee. (Sí.)- decía
intrigada Hanna.- ¿A ti que mosca te ha picado?- le comentaba bajito
a Joonchae.
-Amugeosdo. (Nada.)-
decía serio y cruzándose de brazos.
-Ya... claro.- lo
miraba extrañada mientras seguían caminado hacia la mesa donde se
encontraban todos.
-Oye, ¿y qué te ha
pasado para atragantarte así?- preguntaba Jason.
“¿QUÉ HACE ESTE
AQUÍ TODAVÍA?”, se giró bruscamente Joonchae al escuchar su voz.
Jason les había seguido.
-Oh... pues, nada.-
Hanna se reía. No quería decirle porque se había atragantado
realmente. No era de su incumbencia.- Mi torpeza no tiene limites
como puedes comprobar.
-Y que lo digas.-
los dos se reían.
“¿PERO POR QUÉ
SE RÍEN TANTO?”, a Joonchae se le salían los ojos de las órbitas,
y no sabía que hacer. Tenía la sensación de que entre aquellos dos
estaba pasando algo, y le daba muy mala espina.
-Vas a tener que
meterte en una burbuja de plástico, así estarás más segura.- esos
dos seguían con lo suyo.
-Tranquilo.- los dos
miraron a Joonchae- Para eso me tiene a mi. Para protegerla.
Joonchae miró a
Jason muy fijamente a los ojos. Aquella mirada de enfado y desafío estremeció a Jason, tanto, que su sonrisa se borró por completo.
Hanna se mordió el labio incómoda por aquella situación. Miraba a
Joonchae extrañada, no se creía que no le pasaba nada. “¿Por qué
lo noto enfadado?”, pensaba.
Se hicieron unos
segundos de silencio, junto con unas miradas muy extrañas por parte
de todos. Por lo menos hasta llegar a la mesa donde los demás
seguían comiendo.
-Dongsaeng!- se
levantaba Yoona al verla acercarse.
-I'm okay, don't
worry.- se sentaba de nuevo en la silla.
-Nos hemos
preocupado mucho.- le decía Jongdong pálido, y todos los demás la
miraban también muy preocupados.
-Ya he bebido agua y
me encuentro mejor. Muchas gracias chicos.
Joonchae se sentó
a su lado haciendo mucho ruido con la silla, y sentándose
bruscamente, como un niño pequeño enfadado.
-¿Y a ti que te
pasa?- le preguntaba Yoona extrañada.
-Amugeosdo. (Nada)-
decía serio mientras seguía comiendo de su plato.
-Déjalo.
-Hey, Minhyuk,
espero que lo hayas hecho bien el día de hoy.- saludaba por detrás
Jason a su compañero.
-Hyung! Dee. ¿Vais
a comer vosotros también?
-Dee, estamos
sentados por allí.- señalaba.
-Oh, kure. Ahora me
paso a saludar. Después nos vemos en el estudio. Muchas gracias por
la comida.- hacia una reverencia Minhyuk e iba donde estaban sus
compañeros.
-Dee, ahora nos
vemos.- le decía Hanna con una sonrisa.
-Me alegro de
haberte visto.- se despedía Jason de ella.
Hanna se despidió
de él con una sonrisa. Giró felizmente su cara hacia dónde se
encontraban los demás. Yoona la miraba con una sonrisa picarona,
Joonchae desprendía ira y rencor en su mirada mientras cuchicheaba
palabras sin sentido, y Jongdong... simplemente miraba el panorama
sin entender nada.
-Hoy estáis muy
raros todos...
-Kim Hanna-shi.- les
interrumpía la entrevistadora- ¿Se encuentra usted mejor?
-Dee, por supuesto.
Siento mucho todas las interrupciones que he causado hoy en el
programa.
-Para nada. No te
preocupes, es parte de la magia de este tipo de programas. Además,
como bien debes saber, todo esto después lleva un proceso de
edición. No te preocupes.
-Jinjja nomu
gomapshumnida. (Muchas gracias, de verdad.)- Hanna fue a beber agua
de la botella que le había dado Jason.
-¡Kim Hanna!
Alguien gritó su
nombre desde la puerta de la cafetería. Asustó tanto a Hanna que
escupió el agua que llevaba en la boca en dirección a Joonchae.
Este, empapado, se quitaba la mezcla de agua y babas de los ojos.
Hanna se llevaba las manos a la boca.
-Mianhae (Perdona),
Joonchae-ah.- intentaba secarle con una servilleta.
-Gwenchana (No pasa nada)...- se
quitaba el también el agua.
Aquella lluvia
repentina hizo que se le pasara el enfado que tenía. La lluvia, y
ver que Hanna se estaba “preocupando” por él.
-¿Se puede saber
quién esta chillando mi nombre como una loca en medio de la
cafetería? Casi me mata otra vez...
-¿A quién le has
llamado loca niña insolente?- escuchó esa misma voz detrás suyo.
Esa voz femenina le
resultaba familiar, muy, muy familiar. Pero... no podía ser, ¿o sí?
-Halmoni?
(¿Abuela?)- dijeron los dos a la vez muy asustados.
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