Casi no se miraban,
y claramente hablaban lo justo y necesario. Joonchae no sabía si
debía arrepentirse de aquella noche, pues Hanna había dejado de ser
la misma. Pero no quería arrepentirse de aquello. Había sido
demasiado bueno para poder olvidarlo. Ella no recordaba nada, pero se
arrepentía de haber bebido. Su maldita cabeza nunca recuerda que el
alcohol no es un aliado. Aún así, uno de los dos recordaría cada
beso y cada caricia de esa noche, lo que le haría enfermar mucho
más. Porque aquello no era otra cosa que una maldita enfermedad.
“¿Cómo he
podido acabar enamorándome de ella?”, pensaba mientras la miraba.
El viaje de vuelta a Seúl fue más duro y aburrido de lo que él
había planeado. Pero no siempre los planes salen como uno quiere.
Cuando aterrizó el
avión, Joonchae hizo un séptimo intento por hablar con ella, y por
lo menos dejarle que se explicara. No quería volver otra vez al
principio, quería recuperar otra vez la confianza de ella. Él podía
dejar sus sentimientos a un lado para que ella volviera si quiera a
hablarle. “Es más... puede que solamente sea una simple
atracción...”, pensaba mientras se decidía a hablarle.
-Hanna-ya, tenemos
que hablar.
-Oh, por dios. Y
tiene que ser aquí, eh! Cuando estamos esperando las maletas.
-Tenemos que ser
adultos y ver esto de una manera...
-¡¿Adultos?! ¿Qué
seamos adultos?- lo interrumpió- Yo soy muy adulta.
-Pero nunca me dejas
explicarte.
-Es que no necesito
explicaciones.- fue a coger su maleta.
-¿A no?- le
preguntaba algo enfadado.
-Annyo. No necesito
más información que la que ya se. Y es que no me acuerdo de nada
por culpa del alcohol y me quiero seguir sin acordar.
-¿Y si pasó algo
bueno no lo quieres saber?
-¿ALGO BUENO?
OMG....- se tapaba la cara con el pelo mientras arrastraba la maleta, su cara era un tomate rojo.
-Temía que esto
volviese a pasar...- se restregaba los ojos por debajo de las gafas
de sol.
-¿CÓMO QUE
VOLVIESE A PASAR?- se giró muy rápida- ¡Esto es el colmo!
-Ya, Hanna-ya.
Annya. (No) No es lo que piensas.- la perseguía- Vamos a hablar.
-ANNYO! (¡NO!)- avanzaba
muy rápido.
-Ya... Kim
Hanna-ya.- intentaba no chillar mucho, la gente los estaba empezando
a mirar- Escúchame. Ven aquí.
-¿QUÉ QUIERES QUE
ESCUCHE, EH? ¿Qué sabías que no me iba a acordar de nada, eh? ¡¿Y
qué más Joonchae-ah?!
-Jebal (Por favor)... No
grites... la gente nos mira.- se tapaba con el pasaporte la cara.
-OMG!- lo miro
atónita- ¡Eres un pervertido!- lo empujó y salió corriendo.
-Anny, ANNYO! (No, ¡NO!) Hanna-ya, escúchame.
Hanna salió
directa hacia la puerta de desembarque del aeropuerto. No le importó
salir corriendo de aquella situación. Estaba nerviosa y asqueada.
¿Cómo podría haberle hecho eso? ¿Y cómo que había vuelto a
pasar? ¿Acaso la primera vez que se emborrachó estando con él pasó
algo? Hanna no entendía nada. Pero aquella no fue una de las mejores
decisiones que Hanna tomo aquel día. Ella, en su mundo de: solamente
soy una fotógrafa; no contó con su reciente boda, ni su reciente
fama gracias a Choi Joonchae. Ella solo veía una dirección. Y no
recordaba que Byun Kyungdae, el manager de Joonchae, los esperaba
fuera para llevarlos tranquilamente a casa.
Ninguno se dio
cuenta de la presencia del otro. Y Hanna en un abrir y cerrar de ojos
se vio invadida por cámaras y gente que la rodeaba y no la dejaba
avanzar.
-Omo! O-ottokae? (¿Cómo?)
Miraba a su
alrededor asustada, no sabía muy bien cómo actuar en aquellas
situaciones. Nunca se había visto en aquella tesitura. Y con lo nerviosa que estaba, solo quería escapar de allí. Hasta ahora
ella no había sido la famosa. Buscaba alguna cara conocida, pero
sobre todo buscaba a Joonchae. Lo llamaba entre toda aquella
marabunta de gente que la rodeaba. Y Byun Kyungdae no se había dado
cuenta aún de que era ella.
-Hyung.- lo llamaba
Joonchae que salía por la puerta de salidas- ¿Dónde está Kim
Hanna-ya?
Este miraba a todos
lados extrañado. No sabía ni dónde buscarla. Las fans gritaban el
nombre de Joonchae. Él miro a su alrededor asustado. “¿De verdad
se ha ido sin mi?”, pensó.
-Joonchae-oppa!
Era lo único que
se escuchaba en aquel aeropuerto, a parte de “oppa”. Un alboroto
de gente unos metros más adelante, le llamo la atención. Pero lo
que más lo hizo fue un grito.
-¡RUBIA!
Aquello puso en
alerta a Joonchae. Dejó todo su equipaje en manos de Byun Kyungdae y
salió disparado en dirección del chillido. Apartaba a la gente como
podía hasta que la encontró. Los ojos de Hanna brillaron al verle.
Pues faltaba poco para que aquella mujer, fuerte e independiente,
entrase en una fase de pánico, por la falta de aire. Joonchae la
abrazo y la sacó de allí corriendo.
-¡Apártense!- se le
escuchaba decir.
Una vez fuera del
aeropuerto, vio a uno de los choffers de la CJS Entertaiment que
solía ir con él. Fue directamente hacía allí, y no paró en
ningún momento. Cuando introdujo a Hanna en el coche. Le pidió al
choffer que fuera a ayudar a Byun Kyungdae. Hanna estaba temblando
dentro del coche. Su respiración era muy fuerte, aunque estaba
intentando calmarse. Después de su incidente con Ok Jiyoung había
empeorado su ansiedad, y todo parecía un pequeño detonante para que
apareciera.
-Hanna-ya!- se sentó
en el otro asiento del coche- Gwenchannayo?(¿Te encuentras bien?)- la cogió de la mano
preocupado.
-Dee...
-Estaba muy
preocupado. Menos mal que te he escuchado gritar. Puff...- se llevaba
la mano al pecho fatigado.
-Gomawo (gracias)...- sus
miradas se cruzaron.
Hanna nerviosa
apartó su mano, y luego muy rápido su mirada.
-Dee... Te dije que
te iba a proteger...- dijo él un tanto tímido.
Pues sabía que
ella aún estaba muy disgustada, pero... si lo había llamado, a lo
mejor sería por algo. También podría ser que fuese el único
conocido allí. ¡PERO NO! En su cabeza siempre sería por algo más.
“Dale espacio. Eso es lo que necesita, espacio...”, pensaba para
él mismo.
. . .
Después de una
gran jornada de trabajo mientras esperaba a que Kang Jihoo llegara a
casa, Park Yoona se preparaba un buen baño de burbujas con una
mascarilla. Mientras se ponía la mascarilla en la cara comenzó a
escuchar unos golpes muy fuertes, seguidos del sonido de timbre.
Yoona cerró el agua de la bañera y fue corriendo a ver quién
podría ser. Miró por la mirilla, con su mascarilla de aguacate en
la cara. Y vio que solamente estaba Hanna, dándose cabezazos contra
su puerta.
-Waeire? (¿Qué ocurre?)
-¿Tienes soju?
Entró sin decir
nada más y directa a la cocina en busca de ese tan preciado soju.
Rebuscó por todos los armarios hasta encontrarlo.
-Pero... pero bueno.
Irrumpes en mi casa, y solo me dices: “¿Tienes soju?”.- la
imitó.
-Por fin.- lo
encontró y se sirvió rápido una copa.
-¿Qué pasa? Estás
muy nerviosa.
Hanna miró a Yoona
por fin a la cara y se dio cuenta de algo. Tuvo su segundo gran
fallo. “Espera... ella es el enemigo.”, pensaba.
-No sé que hago
aquí. Mejor me voy.- dijo nerviosa recogiendo sus cosas.
-Anny, anny, (no, no) quédate. Me preocupas de verdad.
-No puedo contarte
esto a ti.
-OMO! WEO? (¿QUÉ?)- dijo
indignada.
-Porque eres una
bruja.
-OMO!
-Dee, tú has
planeado todo esto.
-¡Niñata
insolente!- le pegaba en la cabeza.
-Matame, eso. Así
dejaré de sufrir.- exageraba.
-YAS! ¡¿Se puede
saber qué ha pasado?! Marebwa! Apalli! (Dímelo. Rápido.)- le
amenazaba con la zapatilla.
-No me acuerdo.-
decía entre sollozos.
-¿No te acuerdas de
qué?- Yoona se sentó en los taburetes de la cocina.
-Pues de eso... no
me acuerdo.- se tapaba la cara avergonzada y con unas ganas de morir,
que aumentaban por segundos.
-Dongsaengi... no te
entiendo.
-El viaje...
-¿No te acuerdas
del viaje?- Yoona no entendía nada. Hanna se tapaba la cara con la
sudadera- ¿Qué paso en el viaje?- decía cada vez más alarmada.
-Mollayo!! (No lo
sé)- bebió soju de la botella.
-A ver... vamos por
pasos. ¿Por qué no te acuerdas? ¿Te diste un golpe en la cabeza?
-Annyo! (¡No!) ¡Fue el
alcohol!- miro la botella de soju- El maldito... y reconfortarle alcohol.- se ponía otra copa.
-Aigo... ¿Te sigue
pasando aún?
-Siempre me pasa.
Cuando bebo de más, es como que no hay retorno. Ni tengo control, ni
me acuerdo de lo que hago... No sé que es peor...
-Prefiero no
acordarme pero tener control.
-Ya, pero no sabes
lo angustioso que es haber perdido un día de tu vida.
-Peeero sigues
bebiendo.- la regañaba un poco.
-Es un castigo con
el que tengo que vivir.- alzaba su copa y bebía con gusto.
-No cambias.
-Ojalá...
-Bueno, ¿y por qué
estás tan preocupada? ¿Rompiste algo del hotel? ¿Le pegaste a
alguien? ¿Insultaste a los camareros?
-Ya...- dijo con
tonto serio y rudo- Yo no soy tan violenta.
-Ai-aigoo... Dice
que no es violenta, la que parece una camorrista con esa sudadera.
Mafiosa.- Hanna la amenazaba con el vaso- Ya, marebwa. (Dímelo)
-Pues... recuerdo ir
a la playa. Pasarlo genial. Después Joonchae quería que fuésemos al
karaoke. Lo note extraño. Me puse nerviosa.- Yoona seguía la
historia inquieta pero atenta- Le pedí al camarero una copa bien
cargada. Y después otra. Joonchae-ah también bebió. Cenamos...
Creo que subí a cantar... y después todo esta borroso.
-Kure (Claro)... Bueno, no
parece nada...
-Y
desperté desnuda al lado de Joonchae-ah...- dijo muy bajito
mientras bebía.
-Weo? (¿Qué) ¿Qué has
dicho?
-Que desperté
desnuda al lado de Joonchae-ah...- dijo otra vez bajito.
-Dongsaengi, más
alto.
-¡Que desperté
desnuda al lado de Joochae-ah!- gritó con rabia y mordió la
sudadera.
La cara de asombro
y espantó de Park Yoona parecía una fotografía. La pobre amiga se
había quedado petrificada. No esperaba para nada aquel hecho. Es
más, ella y Kang Jihoo fantaseaban con la relación de Joonchae y
Hanna, pero en el fondo sabían que nunca podría pasar nada.
Solamente esperaban juntar de nuevo a sus dos amigos, pero aquello...
Aquello superaba con creces sus expectativas sobre la relación.
Yoona se quedó petrificada un minuto de reloj, pensando en si de verdad lo había
dicho, y en que podría haber pasado. Hasta que se dio cuenta de que
la cara de miedo y pánico de Hanna le confirmaba que todo aquello
podría ser real. Una felicidad enorme invadió su pecho, y empezó a reírse a carcajadas, sin poder parar.
-YA! USJI MA! (No te
rías) YA! UNNI! UNNI, USJI MA! (¡No te rías!)- la zarandeaba mientras lloriqueaba
desesperada.
¿Cómo podía
haber salido tan bien su plan? Y sin ni si quiera haber intervenido,
a penas. Yoona seguía riéndose.
-¡VES! ¡Por esto
no quería contarte nada! ¡Eres mala! ¡Seguro que todo esto lo
tenías planeado, por eso le dijiste a Joonchae-ah lo de la MALDITA
LUNA DE MIEL!
-Ya.- seguía riéndose- ¿Crees que yo le iba a decir a oppa: “Corre y acuéstate con ella”? Jinjjaro? (¿de verdad?) Yo no tengo la culpa de que seáis unos guarrillos salidos.
-YAS!- le mordió en
el brazo.
-Aigo! ¡A lo mejor
os gustáis y estáis haciendo los tontos los dos! Que si él me ha
hecho esto, que si ella lo otro. Por lo menos vuestros “yo”
borrachos son sinceros y se dicen lo que sienten.- sentenció
enfadada.
-ANNYAAA! Jeoltaero!
(¡Nunca1)- apartó el vaso de soju- ¡No voy a beber más! ¡Y menos
con él! ¡Y contigo tampoco!
-Naega?(¿Yo?)- decía
indignada.
-Dee! No me fío de
ti.
-Ja! Casi veinte
años de amistad para que no te fíes de mi...- negaba con la cabeza-
Haces bien.
-Neo...
michesseo...? (¿Tú... estás loca?) ¡No se lo cuentes a nadie!- Yoona le negaba con la
cabeza mientras le sonreía pícaramente.
. . .
Todo aquello no
sabían si empeoraba o no la situación que estaban viviendo tan
incómoda, pero en Seúl seguían los problemas. Aún seguía el escándalo de Ok Jiyoung en las noticias, y cada vez se estaba
haciendo más grande. Pues no había sido la primera vez que el actor
se había aprovechado de alguna empleada, con o sin su
consentimiento, y todo aquello le estaba pasando factura. Tanto, que
lo habían llevado a juicio.
Esperando que la
justicia se hiciera cargo de él, Hanna miraba las noticias aliviada pero con algo de miedo. “¿Qué pasará ahora? ¿Debería declarar
contra él?”, todo aquello pasaba por su cabeza pero no con
claridad.
-Siento llegar
tarde.- entraba su padre al despacho.
Ella había estado esperándole allí nada más llegar a la agencia. No quería hablar
con nadie de aquel tema sin saber bien como llevarlo. Y como “Sons
of Golden” en parte, estaba metida en el escándalo, por las
fotografías de las instalaciones y el dorama, Kim Moonsik debía de
tomar una decisión al respecto.
-¿Te encuentras
mejor?
-La verdad es que
sigo igual... Durante el viaje me olvidé un poco...- quiso hacer
memoria pero prefirió no continuar- pero siempre se vuelve al foco
del problema. Y esto no sé si lo empeora o lo mejora.- señalaba a
la televisión.
-Esperemos
simplemente que se haga justicia.
-Esperemos...
-La imagen de la
empresa no se verá afectada. No te preocupes por ello. Dimos unas
ruedas de prensa yo y el director de rodaje del dorama. Y no me
importa que después de esto el dorama no tenga éxito. Es un simple
eslabón en nuestra gran pirámide.
-A mi me importa más
la carrera de los actores.
-No te preocupes por
Joonchae-ah. Acabo de hablar con él al respecto.
-Ottokae? (¿Cómo?)- dijo
sorprendida.
-Dee. ¿Pasa algo?
-Anny... me ha
parecido raro que hables con Joonchae-ah antes que conmigo... y que
hables con él sin mi...- dijo bajito.
-Estos días, que no
habéis estado, hemos intentado arreglarlo todo.- Hanna miró atenta
a su padre- Tenemos algunas ideas para que no sospechen nada de
vuestro contrato. Y hemos hablado con otros directores y agencias en
los que habían surgido más denuncias. Nos hemos puesto en contacto
con Hang Taeyang.
-Appa! (¡Papá!)- se levantó
del sofá asustando a su padre- ¿Por qué no habéis dejado a la
pobre fuera de todo esto?
-Porque tiene
derecho a tener voz, por ella misma.- la miró, Hanna agachó la
cabeza- Y seguramente sin ella, las declaraciones no valdrían para
mucho. Puesto que es la única que tiene pruebas y testigos de lo
sucedido.- Hanna volvió a alzar su mirada otra vez, sabía que
significaba aquello- Te fuiste muy asustada, y esperaba que tu miedo
se fuera. Pero si no eres capaz...
-Annyo. Lo haré. No
he llegado hasta aquí para que un Don Nadie venga y lo destruya
todo. No sabe quién soy aún.
Hanna salió del
despacho muy decidida, colocándose su chaqueta al vuelo, y con los
ojos llenos de rabia y fuego. Su padre sonreía orgulloso al verla
marcharse con tanto poder en su interior. Su padre siempre había
sido para ella un pilar de inspiración y empoderamiento personal,
que le hacía crecer como persona.
Llegó al estudio
número tres con las cosas muy claras. Debía llevar el proyecto a la
cima. Debía seguir trabajando en las grabaciones y en los rodajes,
como meta personal. Debía dar la cara fuese dónde fuese por
aquellas mujeres que no tuviesen la suficiente fuerza para
pronunciarse. Y debía seguir su vida como hasta hace una semana.
Olvidando de verdad que pudo o no pasar, y haciendo como si nada de
aquello hubiese realmente ocurrido.
. . .
3 de julio. Rueda
de prensa en “Sons of Golden”.
-Por favor, por
favor, Choi Joonchae-shi, ¿a qué se debe está noticia de última
hora?
Preguntaba uno de
los reporteros entre aquel cuchicheo continuo.
-Creo que ya era
hora de volver a hacer aquello que más me gusta, que es cantar,
componer y seguir con mi carrera musical como hasta hace un año.
-Choi Joonchae-shi,
¿qué le ha hecho volver a esta idea? ¿Será algo que ha sucedido
recientemente?- insinuaba la reportera sobre el problema con Ok
Jiyoung.
-Pues... Llevo un
tiempo componiendo canciones, pero creo que fue la ilusión que me
hizo una noticia sobre realizar una colaboración, que...
desgraciadamente no se llego a hacer. Pero eso, y muchas otras cosas.
-¿Cómo cuáles?
-He encontrado mucha
inspiración... en casa.- decía algo tímido.
-¿Cuándo será el
comeback?
-Sobre finales de octubre. Las fechas exactas las iremos diciendo conforme se acerquen
los días. Pero ya tenemos muchas de las canciones.
-¿Cree qué la fama
de su comeback podría verse perjudicada?- Joonchae se alarmó un
poco con aquella pregunta.
-No, no lo creo.-
respondió muy serio.
-¿Cree qué los
revuelos y escándalos que rodean al dorama “Like you” le
afectarán a su vuelta?- Joonchae empezaba a cabrearse.
-Como acabo de
decir. No, no lo creo. El dorama mientras estuvo en emisión tuvo muy
buenas críticas y mucha audiencia. Y yo como actor obtuve halagos de
mucha gente. Creo que la gente no debería de generalizar. Cada uno
tiene los problemas que tiene.
El revuelo en la
sala se hizo más grande y más notorio, pues aunque Joonchae no
quería tocar ese tema, la rabia lo llevó a elegir aquel camino.
-¿Cree qué la
pelea con Ok Jiyoung-shi afectará a su carrera?
-¿Tenía relación
con todo lo sucedido en el escándalo de Ok Jiyong-shi?
Las preguntas de
los reporteros volaban. Era rápidos y audaces.
-Señores, no voy a
hablar sobre ese tema en esta entrevista. No tiene nada que ver con
lo que hoy estoy presentado. Es más, es un tema que me gustaría
olvidar porque no tiene relación conmigo o con mi trabajo. Solo diré
que intentaba proteger a mi esposa, como cualquiera haría.
El revuelo se hizo
mucho más notorio.
-¿Pero su esposa va
a subir a declarar en contra del actor Ok Jiyoung-shi, qué nos dice
al respecto?
-La voy a apoyar en
todo lo que haga falta. Y no voy a contestar a ninguna pregunta más
así.
-Joonchae-shi,
Joonchae-shi!- lo llamaban muchos reporteros.
-Joochae-shi...- él
la miró fríamente, haciéndole ver que no quería continuar con el
tema del escándalo- Joonchae-shi... ¿qué tipo de concepto va a
tener su nuevo álbum?- Joochae respiró aliviado por aquella
pregunta.
-Sexy concept.
Volvió a formarse
de nuevo un cuchicheo intenso.
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