En la sala de la
novia, unos minutos después de que Yoona se fuese, entró la familia
de Hanna.
-¡Sobrinaaa!- decía
su tío muy entusiasmado.
-Samchomi! (¡Tío!)- se
levantó efusiva- Oh, harabeoji! (¡Abuelo!)- esta fue a abrazarlos.
-No he visto novia
más bonita nunca.- le decía su abuelo, Hanna le sonreía- ¿Quién
me va a hacer una foto con esta novia tan guapa?
-Yo misma.- decía
Andrea, aunque él no le entendía.
-Haraboji kaja. (Vamos abuelo.)-
Hanna lo cogió del brazo y se sentaron juntos en el banco.
-¿No me ha
entendido no?- le preguntaba Andrea a Ana.
-Dudo que alguien
que entre por esa puerta te entienda.
-Tomo nota.
-Me pido ser el
siguiente.- dijo una voz masculina en español detrás de ellas. Lo
que hizo que se giraran rápidamente del susto.
-Por dios, Cristian.
Que susto.- Andrea lo saludó y siguió haciendo las fotos.
-¿Cuántas veces te
tengo que decir qué no vengas por detrás? ¿No tuviste suficiente
cuándo te pegue en la cara?
-Hola Ana, yo
también me alegro de verte.
-Es que siempre me
haces lo mismo, te mereces que te peguen.
-¿La novia esta
nerviosa?- la miraba sonriente, y Hanna también le sonreía, aunque
intentaba disimular que era por él.
-Nah, esta bien. Con
el tema de las fotos se le ha pasado un poco todo.
-¿Has venido en son
de paz?
-¿Cómo?
-¿No habrás venido
a sabotear esto? Porque si es así...- le decía bajito y mirando al
frente- yo puedo ayudarte.
-Anaaa...- negaba
con la cabeza.
-¿Qué? ¿Yo? Yo no
he dicho nada. Es mi palabra contra la tuya. Nos veremos en el
juicio.- salió disparada de allí. Cristian la miraba irse
desconcertado.
-Criis.- se acercaba
Alba- No me has dicho que ya estabas aquí, picarón. Ven, vamos a
hacernos una foto con la novia.
-Haney.- nada más
nombrarla Hanna comenzó a sonreír.
-Cristian.- se
abrazaron, pero fue un abrazo más corto de lo que él se esperaba-
Me alegro mucho de que estés aquí.
-Yo también me
alegro.- le dedicó una sonrisa, pero contenía algo de tristeza
detrás de ella.
-Si esperáis unos
segundos enseguida os atiendo.- les dijo muy cortes. Lo que les sorprendió a Alba y a Cris, aunque a él le dolió un poco más.
-Pero bueno, ni que fuésemos alguien que no conoces.- dijo Alba chistosa. Hanna la empujó
con una sonrisa y se fue.
-Es muy profesional.
-Ya, pero es el día
de su boda.
Hanna había ido a
acompañar a su abuelo y a su tío.
-Sachom, os tenéis
que sentar en las sillas con el papel...
-Dee, papel rosa. A
mi también me lo ha dicho Yoona-ah.
-Ah, kure. Perfect.
Haraboji, ve con él.- le dio un beso en la mejilla.
-Voy porque me lo
pides tú.- miraba a Hanna con ternura y ella le sonreía- Porque
contigo no iría ni a la vuelta de la esquina.- le decía a Moonsoo
enfadado.
-Yo también le
aprecio mucho abeoji. ¿Quiere qué le ayude?- le ofrecía el brazo
muy educado. Moonsoo se contenía las ganas que tenía de gritarle.
-Yo puedo ir a
cualquier sitio sin tu ayuda.- comenzó a andar el solo hasta el
salón. Moonsoo lo seguía con cara de asco.
Hanna los miraba
irse preocupada. Pero entró de nuevo a la sala. La gente la saludaba
y la felicitaba. Había algún que otro periodista que se había
colado para hacerle preguntas.
-Kim Hanna-shi,
¿cómo se encuentra hoy? ¿Está nerviosa?- Hanna se asustó un poco
al ver que lo tenía casi encima de ella.
-Dee...- respondió
con miedo.
-Por favor, respeten
este momento de celebración para los familiares y los amigos.- le
decía su padre a la periodista mientras la invitaba a salir fuera de
la sala.- Tendrán suficiente con las ruedas de prensa que se harán
mañana.
-Kim Moonsik-shi,
responda usted a unas preguntas.- intentaban rebatir los periodistas
mientras salían delante de Kim Moonsik.
-¿Estás bien
Haney?
-Sí, ya estoy
acostumbrada. Por lo menos no era alguna que otra fan loca, y no
empieza a insultarme sin ton ni son.
-¿Qué me dices?
-Algunas fans de
Joonchae-ah no llevan muy bien el tema de la boda.
-¿Ni sabiendo que os
conocéis desde niños?- Hanna le negaba con la cabeza a An.
-Bueno, yo creo que
tenéis que darle tiempo a la gente a que se acostumbre.
-Sí bueno... lo
malo vendrá después. Serás la más odiada de Corea.
-¡ALBA!- chillaron
todas. Todas la miraban fulminantes y apunto de estallar. Como si
quiera se le ocurría hacer bromas al respecto delante de tanta
gente.
-Se te da de miedo
guardar secretos.- le decía Ana muy bajito.
-Lo siento...- se
avergonzó Alba y se calló durante unos minutos.
-Ni un comentario
más sobre esto.- dijo Hanna cabreada.
-Oye, ¿y Park
Yoona?
-Oh, jinjja. (es verdad) Hace
mucho que no la vemos.
Todas miraron hacia
la puerta. Se estaba montando un pequeño revuelo y no sabía bien
porque. Alguien estaba gritando un poco indignada fuera de la sala
dónde se encontraba la novia.
-¡Déjadme! ¡Esto
es inaceptable!- entraba una señora mayor a la sala.
-Halmoni? (¿Abuela?)- dijo
Kim Hanna con los ojos bien abiertos. Esta la miró también, primero
sorprendida con una sonrisa y luego con una cara de enfado.
-YA! NEO! (¡TÚ!) ¡Pequeña
insolente! ¡¿Tan mal os he criado?!
-Eomoni, no levante
mucho la voz.- decía detrás de ella un avergonzado Kim Moonsik.
-Aigo.- le pegó en
el brazo- ¡Eso, avergüenzate de mí! Ella ha salido una mala nieta
por tu culpa Moonsik-ya.
-Eomoni...- la
intentaba cogerla Kim Beakha de la mano.
-A ti tampoco quiero
verte.- se apartaba- ¡Por esto me fui! Nadie tiene en consideración
mi crianza.
-Halmoni, relájate,
jebal.- fue corriendo Hanna al ver aquella estampa.
-Aigoo, naei sonnyeo... (mi nieta)- la miró enfadada. Hanna se hizo hacia atrás por temor a
recibir un golpe de aquella mujer tan cabreada.- Si no fuera por mi
hijo adorado, no estaría aquí para presenciar tu boda.- se
lamentaba.
-Samchom??
-Dee, dee. Él único
hijo que me queda que me comprende y me quiere.
-Eomoni, nado... (yo también)- le
dijo Moonsik indignado.
-Kim Moonsik.- le
calló.- Ya,- miró a Hanna muy dudosa- ¿realmente te quieres casar
con él?- le preguntó muy seria su abuela.
-Hal... halmoni.-
Hanna no daba crédito, y ninguno de los presentes tampoco- Dee...-
dijo nerviosa.
-Oh... kure? Me
alegro entonces. Choi Joonchae es un chico muy apuesto.- le daba su
abuela con el codo en el brazo mientras le guiñaba un ojo.
-Eomoni!- dijeron
los padre de Hanna a la vez. Hanna solamente miraba a sus amigas muy
asustada.
-Wae, wae?? Solo
digo lo que pienso.- le dedicó una sonrisa a Hanna- Moonsik llévame al salón de bodas.- le mando un beso con la mano a su nieta y cogió
a su hijo rápidamente del brazo.
-Dee, eomoni.
-Ahora ya sabemos
porque su tío Moonsoo es así.- comentaba chistosa Nerea con su
hermana, que le asentía sorprendida con la cabeza.
-Señor...- Hanna
las miraba asustada- espero que mis abuelos no monten un
escándalo...- se llevaba las manos a la cabeza- Por lo menos no se
ha traído a su nuevo novio... puff...
-¿NOVIO?- las
hermanas se miraron sorprendidas.
. . .
Pocos minutos antes
de que la abuela de Kim Hanna irrumpiera en el salón de bodas tachándoles a todos de ser una mala familia, la triste y despechada
Im Soori se encontraba fuera del edificio dudando aún si entrar o no
por aquella puerta.
¿Era lo más
adecuado? Algo en su interior siempre le había dicho que aquel amor
que sentía por Joonchae no podría nunca hacerse realidad, pero
dolía demasiado hacerse a la idea. Y le dolió mucho más que cuando
él estaba con Oh Beakshi. Se quedó pensativa unos segundos. “¿A
lo mejor realmente lo hace por amor? ¿Sino por qué se casaría con
ella? A lo mejor Oh Beakshi y él lo dejaron porque se había dado
cuenta de que él quería a Kim Hanna.”, pensaba.
-Anny, anny.- se
daba golpecitos en la cara.
-Oh, Im Soori-shi.
Esa de ahí es Im Soori-shi.- dijo uno de los periodistas que se
encontraban en la puerta del edificio a la espera de que saliera
alguien con noticias o para poder ver a algún famoso.
Estos empezaron a
flashearla con las cámaras de fotos y a ir detrás de ella con
preguntas. Soori, aunque aún no estaba segura, tuvo que entrar
dentro lo más rápido que pudo para refugiarse de ellos.
-Im Soori-shi, ¿de
parte de quién viene usted?
-Annyeonghaseyo. (Hola) Tengo mucha prisa, disculpen.
-Im Soori-shi.
Consiguió entrar.
El personal del edificio le dio paso. Había mucha gente por allí.
Todo estaba muy bien señalizado y todo estaba bien decorado. Escuchó
un poco de alboroto en el pasillo. Le pareció ver que una señora
estaba gritando. Y también vio cómo se dirigía hacia la sala de la
novia.
-Uff... No entro ahí
ni loca.
Buscó de nuevo, y
vio como Park Yoona, que se encontraba en la puerta que estaba al
otro lado del pasillo, invitaba a la gente a pasar. Mientras, se
quedaba hablando con los invitados que conocía. Soori esperó un
poco hasta ver que Yoona se movía en dirección a la otra sala. Tomó
un poco de aire y empezó a caminar con seguridad mientras se
arreglaba el pelo. Estaba más nerviosa que cualquier persona del
edificio, incluso más que la novia. No se podía creer que estuviera
allí después de su conversación con Joonchae. Al recordarlo se
arrepintió al segundo de estar allí. Paró en seco y dio media
vuelta.
-Oh, Im Soori-ni.-
escuchó una voz femenina que la llamaba. Soori se giró con una gran
falsa sonrisa.
-Omo, Choi
Noomin-shi.- le hizo una reverencia a la madre de Joonchae.
-Que bien que ya has
llegado. Creía que no ibas a venir.
-Omooo, omo, ¿cómo
podría no venir?- le decía sarcástica.
-Dee, los chicos aún
están dentro.- la acompañaba con el brazo hasta la puerta- Yo voy a
ir con mi hija a ver a la novia. Luego nos vemos.
-Dee.- le asentía y
le hacía una reverencia.
Soori estaba a
pocos pasos de la puerta. Podía ver perfectamente toda la gente que
estaba en la sala del novio. Se encontraban unos cuantos amigos de
Joonchae de la agencia de CJS Entertaiment, algunos familiares de él
y alguna que otra persona más que no conocía. Se quedó allí unos
segundos cogiendo aire. Muchos de ellos empezaban a salir de allí
para dirigirse ya al salón principal. Pues dentro de poco comenzaría
la ceremonia. En medio de este, aún juntos, de pie y riéndose,
estaban los cuatro amigos. Eran como los tres magníficos mosqueteros
y el pequeño D'Artagnan, siempre juntos y librando batallas hasta el
final de los tiempos.
Entre una de esas
miradas nerviosas de Joonchae observando sus alrededores, vio cómo
Im Soori los miraba desde lejos. Se puso algo nervioso, solo quería
que Soori comprendiese que no podían estar juntos, pero que quería
tenerla como amiga. Esta al darse cuenta de que él la miraba chillo
bien fuerte el nombre de su hermano.
-Ya, Im Soodae-ya!-
Soodae giró sin dudarlo su cabeza.
-Oh, noona, wasseo? (¿qué pasa?)-
Soori se acercó hacia ellos.
-Soori-ni...- logró
decir Joonchae.
-Dee, me has dejado
sola en casa.
-Mianhae (Lo siento) noona,
creía que no ibas a venir...
Kibum lo miró por
unos segundos. Los dos amigos se miraron. Estaban algo preocupados
por ella, no tenían muy claro la forma de actuar de Soori ahora
mismo. Pues como bien había dicho su hermano, ellos también
pensaban que Soori no iba a aparecer por ahí.
-Soori-ya, vas muy
guapa hoy.
-Gomawoyo (Gracias),
Jihoo-ni.- se retiraba el pelo de la cara.
-Dee, mucho.- dijo
Kibum intentando normalizar un poco todo como había hecho Jihoo.
-Soori-ni...-
intentó por segunda vez decir Joonchae.
-Annyo, no hace
falta que digas nada Joonchae-oppa. Ante todo somos amigos.- los
chicos se miraron extrañados.
“Se lo esta
tomando de forma muy madura.”, pensaba Kibum.
-Dee, gracias por
entenderlo Soori-ya. Siempre seremos amigos. Me alegro mucho de
tenerte hoy aquí.
-Dee, espero que
todo salga bien oppa.- decía un tanto incómoda.
-Gomawoyo.- parecía
que el ambiente se había destensado un poco más.
-Aunque en el fondo
espero que esta boda fracase algún día y te des cuenta de lo que
has dejado pasar.
Aquellas palabras
sorprendieron a todos. Tanto, que hasta el propio Kibum abrió su boca
y sus ojos lo máximo posible, ya que no daba crédito a sus
palabras. Joonchae solo miraba a sus amigos con los ojos bien
abiertos mientras se preguntaba: “¿Qué acaba de pasar?”. Jihoo
simplemente se estaba aguantando la risa, y el pobre Im Soodae por
primera vez se estaba avergonzando de su hermana más que de sí
mismo.
-Noo-noona, noona,
¿por qué no vamos fuera y te digo dónde te tienes que sentar?- le
decía Soodae mientras la cogía de los hombros y la sacaba de allí-
Que vergüenza...- decía bajito.
-Soodae-ya,
¿entonces no vienes a ver a la novia?- le preguntaba Jihoo.
-Aisssssss...- se
molestaba y ponía pucheros- ¡Esperadme!
-Anny, yo no espero
a nadie.- le respondió.
-¿Vais a ir a
verla?- preguntó Joonchae.
-Hombre claro, es la
protagonista.- Joonchae asintió algo triste.
-Ya... ¿Soori-ni...
no la habéis notado como un poco resentida?- decía Joochae
preocupado.
-¿Resentida? Que
va...- decía Kibum sarcástico.
-¿Un poco solo?
-Aigo... siempre
tengo mil problemas.- se llevaba las manos a la cara.
-Parece que te haya
echado algún tipo de maleficio.- hacía gestos raros con las manos.
-Puede que Hanna-ni
tenga razón y sea un poco bruja después de todo.- pensaba
seriamente Jihoo.
-HYUNG!- le dijeron
los dos amigos indignados.
-Weo? Es una broma.
Solo era una broma.- se colocaba la pajarita a la vez que se reía de
su comentario.
. . .
-Yoona! Por fin
estás aquí.- se levantó Alba corriendo del asiento de la novia.-
Vamos a hacernos la foto todos.- los intentaba agrupar.
-No te vas a creer
quién ha venido a la boda unni.
-Halmoni, kuji?-
Hanna se sorprendió de que lo supiera- Se la escuchaba por todos
lados, es inconfundible. Y claro he tenido que ir a ver que pasaba. Y
cuando la he visto lo he entendido todo.
-Lógico.
-¿Y por qué has
tardado tanto?
-Eso sí que no te
lo vas a creer...- suspiraba Yoona.
-¿Qué ha pasado?
-Eso, no te hagas la
interesante y luego nos dejes el caramelo en la boca.
-UNNI!- se escuchó
desde la puerta. Todas se giraron para ver quién era.
-Oh, Seungchae-ni!-
fue corriendo Hanna a donde estaba y la abrazó.- Wasseoyo? (¿Qué tal?)
-Vas preciosa unni,
nomu nomu nooomu harundawoyo. (Muy muy muy hermosa)- la abrazaba con fuerza.
-Bueno luego os lo
cuento.- les dijo Yoona a las demás.
-¿Quién es?-
preguntaba Ana.
-Es Choi
Seungchae-ah, la hermana pequeña de Joonchae-oppa.- le respondía
Yoona.
-Choi Seungchae.
Madre mía, le podían haber puesto un nombre más fácil de
pronunciar.- decía An.
-No te quejes guapa.
Que creo que aún no he nombrado a nadie porque no quiero ofenderles.- decía Andrea.
-Estoy muy contenta
de que vayamos a ser hermanas.- le decía Seungchae muy emocionada.
-Dee, eso es lo
mejor de todo.- le decía Hanna con tristeza.
-Aunque para mi
siempre has sido mi hermana mayor, unni.
-Aigoo...- Hanna la
abrazó de nuevo con fuerza- Gomawoyo dongsaengi. Mira.- se quitaba
con cuidado la lágrima del ojo- Te voy a presentar a mis amigas.
Seungchae estaba
muy emocionada. Era con diferencia la que más se alegraba de que
aquellos dos estuvieran juntos y se fuesen a casar. Siempre había
creído que debían estar juntos. Y siempre espero con ansias el
regreso de Kim Hanna a Corea. Ahora por fin podía decir la pequeña
Seungchae que su vida era otra vez como antes. Pues ya no sentía
impedimento ninguno para realizar cualquier actividad, ya que tenía
la ayuda de su familia y amigos. Y podía ver como su hermano podía
ser feliz. Dejaría de preocuparse tanto por ella y comenzaría a
preocuparse más por Hanna. Seungchae sentía que en el fondo
aquellos dos se necesitaban el uno al otro, y que la esencia de los
dos volvería cuando estuviesen de nuevo juntos.
Seungchae miraba a
aquellas amigas tan distintas y tan iguales a la vez y se alegraba
mucho por Hanna. Abrazaba a su unni con fuerza, se reía de alguno de
los comentarios que hacían las amigas. Y, aunque se le diese genial
el inglés, gracias a su buen tutor Lee Kibum, prefería mantenerse
al margen y fijarse en lo que comentaban.
. . .
-Jebal umma... no
haga un escándalo.
-¿¡Me estás
diciendo que soy una escandalosa!? ¿¡Eso insinúas!?- se quitaba de
su brazo.
-Annya, umma,
tran...
-Esto es inaudito.-
se quejaba la madre de Kim Moonsik mientras andaba buscando dónde se
tenía que sentar.
Sentado al lado de
su padre, Kim Moonsoo se giraba al escuchar los gritos.
-UMMA!- se levantó
corriendo del asiento.
Esta lo miró
sorprendida y le sonrió aliviada, como si por fin había alguien en
el cual podía confiar. El padre de Moonsoo se extraño al escucharle
gritar “mamá” a su hijo, y se giró como pudo, para ver que
estaba pasando.
-O-ottokhae? (¿Có-cómo?)- decía
anonadado.
Se acercaba por
detrás Kim YeEun vestida tradicionalmente. Al pobre Kim Jooyoung le
comenzó a subir un dolor intenso por el pecho, el cual se agarró
con fuerza. Moonsoo no vio que le estaba ocurriendo a su padre cuando
salió corriendo a abrazar a su madre y a traerla dónde tenía que
sentarse. Moonsik al fijar su mirada en la escena salió disparado en
dirección a su padre para ver que estaba ocurriendo. Este se cogía
muy fuerte del pecho y sin poder hablar mucho sollozaba.
-Abeoji! Abeoji!
Gwenchanna?! Abeoji! Daedaphaeyo! (¡Padre! ¡Padre! ¿Se encuentra bien? ¡Padre! ¡Responda!)- le decía muy preocupado mientras
le cogía la cabeza.
-Abeoji.- fue
corriendo Moonsoo.
-Omo, jeobo,
ottokhae? (Cariño, ¿qué hacemos?)- decía casi a punto de llorar Kim Baekha, mientras miraba
a su alrededor buscando a Lee Kibum, él único médico que conocían.
-Gwenchannayo (No os preocupéis)... No
veis que está bien. Simplemente esta fingiendo.- decía muy ruda y
brusca Kim YeEun.
-Eomoni!- dijeron
los tres a la vez, cada uno con un tono distinto de voz.
Ella los ignoró
por completo y siguió buscando un sito dónde sentarse.
-Mal-dita... seas
Kim... YeEun...- decía casi sin voz.
-JA! Veis, es un
cuentista.- intentaba incorporarse Jooyoung para poder contestarle.
-Abeoji, tenga
cuidado por favor.
-Abeoji.- decían
los dos hijos preocupados mientras intentaban cogerlo. Este los
aparto con rabia.
-Eres una mala
mujer.- le dijo con rabia y rencor. YeEun se llevó las manos a la
boca ofendida.
-¡Y tú un mal
educado, y un bueno para nada!- se ofendían mutuamente.
La cosa se estaba
descontrolando más de lo normal y aquellos dos hermanos debían de
hacer algo, y rápido. Pues cada vez más gente los miraba y algún
que otro foco los estaba apuntando.
Fue cada uno a
coger a uno de sus padres. Moonsoo fue directo hacia su madre y la
sentó, y abrazó, lo más lejos que pudo de Kim Jooyoung, su padre.
Moonsik y Beakha se quedaron tranquilizando a Kim Jooyoung, abanicándole y ofreciéndole algo de agua fría, para calamar sus
nervios.
-Abeoji... ¿tenía
qué protagonizar usted esta escena?
-¿¡No entiendo qué
hace aquí esa!?
-Aboeji!- decía una
Beakha cabreada- Es la boda de su nieta, compórtese.- Jooyoung y
Moonsik se sorprendieron. Este asintió avergonzado por lo que había
pasado.
-Esperemos que
mañana no seamos un escándalo más en las revistas...- decía
avergonzado Kim Moonsik mientras se llevaba las manos a la cara.
Beakha le acariciaba la espalda preocupada por el estrés que todo
este le estaba generando a su marido.
Justo al final de
esa misma fila Moonsoo sentaba a su madre e intentaba tranquilizarla
con palabras bonitas.
-Umma, jebal, no te
enfades. Con lo bonitas que estas cuando sonríes. Eres preciosa
cuando sacas tu sonrisa.- le hacía pucheros. Ella intentaba
resistirse, pero su no podía ante los encantos de su hijo adorado.
-Omoo, naie aegiya (mi bebé)...
aigoo...- le apretaba de los mofletes.- El único que se acuerda de
mi y me quiere.- Moonsoo le sonreía como un niño tonto- Ya,
Moonsoo, no me gusta este sitio. Yo quiero estar más cerca del
escenario.
-Umma...
-Dile al viejo
carcamal de tu padre que se quite de ahí. Que quiero ver bien a mi
nieta.- Moonsoo la miraba apurado pero con una sonrisa.
-Dee, umma.
Moonsoo se
levantaba con pucheros para acercarse a su hermano silenciosamente.
-Ya... hyung, hyung.
-Weo?(¿Qué?)
-Umma quiere
sentarse aquí. No allí.
-Annyo. Imposible.-
le dijo muy serio.
-Ya!- chillaba
flojito- Kim Moonsik-hyung, haz algo para que se pueda sentar aquí.
-Tú eres su hijo
favorito.- Moonsoo sonrió- Hazlo tú.
-Ya... ayúdame.
-Annyo.
-Chs! Ves, por estas
cosas no eres su hijo favorito.- se giró para irse.
-Ya, jakkaman. (Espera.)-
Moonsik lo cogió del brazo. Este se giró con una gran sonrisa.-
Aigoo... dile que se comporte.
-Dee!-se marchó con
una gran sonrisa.
. . .
-¡Ya estamos aquí!-
entraba Soodae por la puerta medio corriendo mientras se unía al
círculo- Muy buenos días, encantado de conocerlas, my name is Im
Soodae.
-Soodae-ya, no tiene
sentido que digas una frase larga en Coreano y solamente tu nombre en
inglés.- le dijo Kibum en inglés para que todas se enterasen.
-¿Qué hyung?
-Se nota que el
inglés no es lo suyo.- comento chistosa Choi Seungchae, las chicas
comenzaron a reírse.
-No seas mala
Seungchae-ni.- le reñía dulcemente Kibum.
-Dee, oppa.- le decía
con una gran sonrisa mientras se cogía de su brazo.
-Por fin os dejáis
ver.
-Chicas estos son
mis amigos. Kang Jihoo-sambenim. Lee Kibum-shi. E Im Soodae-shi.- los
presentaba Hanna.
Cada una se
presento como tocaba, aunque muchos ya se conocían.
-¿Y Alba no ha
venido?
-Dee, dee, esta
dentro con Cris.
-¿Oh, ha venido
Crisu?- preguntaba Jihoo alarmado.
-¿Tanto te
sorprende?
-Annya...
-Vas muy guapa
Hanna-ni.- le dijo Kibum mientras le acariciaba el hombro.
-Omo, gomawoyo (gracias) Kibum-ni.
-Dee, deee,
noooooomu yeppeoyo.(muuuuuuuuuy bonita)- exageraba Jihoo.
-Baboyo. (Tonto)- le pegaba
a Jihoo. Soodae solamente la miraba embobado- ¿Qué Soodae-ah?
-Anny, ku... kumi
haeyo. (No, es... es un sueño) Pareces un ángel.- Hanna se sonrojó.
-Omo, Soodae-ah, no queremos que se repita la escena de antes.- le advertía Jihoo
recordandole el numerito de Soori.
-ANNYA! Annya...-
decía nervioso.
-¿Qué escena, jeobo?
-Luego te lo cuento.
-Ah! Kure! (¡Claro!)- saltó
Park Yoona sorprendiendo a todos- ¡Contarle, contarle a Hanna-ni que
habéis hecho! ¡Venga!
-¿Qué hemos
hecho?- dijo Kibum sorprendido.
-¿Qué-qué
habéis...? Oh por dios, ¿me tomas el pelo?- lo miraba Yoona
cabreada.
-Aaah...- dijeron
los dos amigos a la vez.
-Bueno, creo que voy
a llevar a Seungchae-ni a la salón de bodas. Nos vemos ahora
señoritas.- se escabulló.
-Ya, ya! Lee
Kibum-ah! ¡No te escaquees! Maldito Kibum.- Yoona le dio un codazo a
su marido.-Ash! Tampoco ha sido para tanto... ¡Estamos aquí!
-Pero sambenim, ¿qué
ha pasado? ¿Joonchae-ah esta bien?
-Bueeeno, tanto como
bien.- Hanna se asustó.
-¡Estaban
borrachos! ¡Estaban los cuatro borrachos durmiendo en la sala del
novio tan tranquilamente! Se les caía hasta la baba.- las amigas de
Hanna no sabían si reírse o sorprenderse.
-Por dios...
-¡Pero ahora
estamos bien! Incluso tenemos buena cara.- Yoona le pegó en la
cabeza.
-No estáis bien de
la cabeza no. Y me habéis hecho perder mi valioso tiempo.
-¿Pero Joonchae-ah
sigue ahí no?
-Claro, lo hemos
dejado con unos compañeros de trabajo.- Nerea dio un paso hacia
delante para escuchar mejor.
-Pues que quieres
que te diga, borracho y solo... no me da mucha confianza.- comentó
Ana.
-No le metas más
cosas en la cabeza, ya lo que le faltaba.- le decía An.
-¿Si quieres puedo
ir a ver si está?- dijo Nerea, su hermana la miró mal.- ¿Qué?
-Anny, geogjeong
man. (No, no te preocupes) Todo esta bien.- decía Hanna muy serena- Además ya es hora de
que vayáis al salón.
-Es verdad. Vamos
entonces.- les indicó Yoona con la mano mientras se cogía del brazo
de Jihoo.
-¿Qué raro que no
nos haya dicho nada sobre la borrachera, no?- le preguntó bajito
Jihoo a Yoona.
-Dee... isanghae... (Sí... que raro...)-
se quedó pensando unos segundos y le pegó en el brazo, este se
quejó- Pero yo si que me he enfadado.
-Mianhae jeobo... (Lo siento cariño)
. . .
Todos estaban ya
sentados en sus respectivos asientos dentro del salón de bodas.
Esperando a que sonase la orquesta y los novios entrasen por fin,
para llevarse a cabo la ceremonia. Los dos esperaban impacientes en
las salas a que viniesen a avisarles. En la sala dónde Joonchae
esperaba nervioso, apareció su padre.
-Oh, abeoji.-
intentó incorporarse y dejar de temblar- ¿Qué haces aquí?
Deberías estar ya dentro.
-Joonchae-ah. Quiero
decirte una cosa.- Joonchae se aproximó a él asustado, pues su
padre tenía una cara muy triste.
-Malhae bwa,
abeoji. (Dímelo, papá)- Choi Jungsoo lo abrazó con fuerza.
Joonchae se puso
mucho más nervioso, no entendía porque su padre lo estaba
abrazando. Hacía mucho tiempo que no lo abrazaba.
-Joonchae-ah... Se
que solamente es un contrato. Pero cuida a esa mujer como un tesoro.-
Joonchae no sabía bien que decir- No encontraras ninguna chica como
ella... realmente te quiere mucho. Protegela. Y cuando llegue el
momento... escuchala.
-Dee... abeoji.-
logró responderle Joonchae un tanto desconcertado.
Joonchae no sabía
exactamente a que se refería su padre, pero no lo interpretó como
realmente era. Y para cuando ese momento llegase, él se olvidaría
de las palabras de su padre.
. . .
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