¡POP! Sonaban las
botellas de champagne descorcharse por aquel estudio número tres. Lo
habían convertido en un luminoso y elegante salón de fiestas dónde
todos estaban celebrando el exitoso día del casting. Todos
celebraban, con una sonrisa en la cara, aquel gran paso. Un paso que
les acercaba más a su destino, gracias a The World. Toda la agencia
estaba muy emocionada. En la fiesta se encontraban gran parte de
esta, pero los más importantes, como siempre, llegaban tarde.
-Kim Hanna-ya? ¿Estás
ya?- esperaba tocando a la puerta del baño para que saliera.
-Dee. (Sí) Ya salgo.
Salió del baño,
pero ninguno de los dos se esperaba la reacción del otro. Estaban
impactados por verse el uno al otro. Como si hubiesen visto ángeles.
Los dos iban muy elegantes. Joonchae lucía todo de blanco y negro,
su chaqueta blanca hacía que su pelo luciera más brillante que
nunca. Y ella llevaba un vestido rojo ceñido con un gran escote. Los
dos se voltearon avergonzados y se tocaron las mejillas con sus manos
heladas para evitar las rojeces.
Tuvieron un viaje
silencioso en el coche. Cuando aparcaron una luz se encendió dentro
de la cabeza de Choi Joonchae. Le extendió el brazo a Hanna para que
pudiera cogerse de él. “Con una entrada así seguramente no
tendríamos porque estar todo el rato juntos en la fiesta.”,
pensaba Joochae. Aunque después siempre aparecía su lado celoso,
que aplastaba sus planes futuros, pasados y presentes.
Hanna aunque
recelosa de hacerlo, no pensó y colocó su brazo delicadamente. Los
dos se pusieron nerviosos. Nunca creyeron que volverían a cogerse
así. A los dos les vino el mismo recuerdo a la cabeza. Un recuerdo
que atesoraban con gran cariño. En el, celebraban la boda ficticia
de Kang Jihoo y Park Yoona, cuando los novios tenían unos 15 y 13
años. Recordaban como bailaban vals como si fuesen pequeños patos
mareados, y como Yoona les reñía porque no lo hacían bien. Kim
Hanna sonreía por ello e instintivamente, y sin darse cuenta, apoyó
su cabeza unos segundos en el hombro de Joonchae. Él abrió sus ojos
sorprendido, pero siguió andando, no quiso mirar por si ella se
daba cuenta y quitaba su cabeza. Ella lo hizo. Pero la retiraba
lentamente, sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, porque una
gran calidez y felicidad se había expandido por su pecho.
Llegaron a la
puerta del estudio y Hanna mientras abría, sin sontarlo, le dijo.
-No ha sido tan malo
trabajar juntos.- le sonrió- Gracias por trabajar tan duro ayer.
Nomu gomagoyo. (Muchas gracias)
Todos los vieron
entrar deslumbrantes. Con la gran sonrisa que Hanna llevaba parecían
una pareja de verdad. Los aplausos y las felicitaciones empezaron a
hacerse notorias en la sala. Eran el foco de atención de todo el
mundo. Y aunque Joonchae se encontraba en un momento de reflexión
por lo que Hanna le había dicho, ver a todo el mundo allí felicitándoles y dándoles la enhorabuena por todo lo que habían
preparado, y lo prospero que sería, le llenaba de alegría.
¡POP! Sonó otra
vez el champange. Un camarero les trajo a cada uno una copa.
-Igeol bwa! (¡Mira
esto!)- le decía Hanna emocionada mientras se reía. Joonchae la
miraba con ternura y remordimiento.
-Jakkaman! (¡Un segundo!)- decía
Park Yoona llamando la atención de los allí presentes.- Queremos
escuchar unas palabras de los propulsores del programa “The World”.
Adelante.
-La verdad no se que
decir...- decía abrumada Hanna apretando sin darse cuenta el brazo
de Joonchae.
-Solamente deciros
que muchas gracias por estar aquí. No solo nosotros hemos hecho esto
realidad. El duro trabajo de cada uno de vosotros lo ha hecho
posible, y estamos muy felices por eso.- Hanna sonreía y se
sorprendía a la vez, del gran discurso que Joonchae estaba haciendo-
Sois un gran equipo, somos muy afortunados de teneros. Aunque más
afortunados somos todos de tener a esta gran mujer con nosotros. Sin
sus ideas todo esto no hubiese sido posible. Vamos a hacer entre
todos lo que haga falta para hacer sus sueños realidad.- eso si que
fue inesperado para ella, y su cara lo reflejaba a la perfección,
“¿Lo pensará de verdad?”- Por favor, demosle un gran aplauso.
Choi Joonchae se
separó delicadamente de ella y comenzó a aplaudirle, como hacían
todos los presentes. Se escuchaban piropos por la sala. Hanna
abrumada se llevaba las manos a la boca y les hacia reverencias agradeciéndoles todo el cariño que estaba recibiendo. Se acercó a
ella Yoona, para terminar ese gran recibimiento. La abrazó con gran
fuerza y le apretaba los mofletes para que reaccionara con una
sonrisa. Se acercaron otras muchas personas para felicitarla por su
gran trabajo.
A unos metros de
ahí:
-Hyung!- Jihoo y Joonchae se abrazaron- Cuando te vea Hanna-ya se te va a colgar al
cuello.- la imitaba.
-Ya, ya! No hace
falta que lo hagas tú también.- lo apartaba con rabia mientras se
reían.
-Lo has hecho muy
bien.- lo abrazó por detrás Yoona.
-Gomawoyo. (Gracias)- le cogió
de la mano.
-A llorado y todo.-
le confesaba Kang Jihoo.
-Jeobo! (¡Cariño!)- le pegaba
en el brazo. Este se quejaba mientras Joonchae sacaba su mejor
sonrisa. Era de esperar viniendo de Park Yoona.- ¡Corre, ve a saludar
a Kim Hanna-ni!
-Annyo, que venga
ella.- cruzaba los brazos oponiéndose.
-Ya! La importante
es ella, no tú. Ka! Palli! (¡Ve! ¡Rápido!)
-Siro. (No quiero)
-Ois, nappeum namja. (Mal hombre)
-Tranquila, Yoona,
en cuanto Hanna-ya lo vea vendrá corriendo. No lo dudes.- dicho y
hecho.
-Sambae!- se escuchó
antes de que Hanna saltara a los brazos de Jihoo.
-Omooo, mi pequeña
loca.
-Sambae, por fin
estas aquí.- bajo corriendo- Por fin alguien que se va a poner de mi
lado.
-Ottokae? (¿Cómo?)- se
preguntaba Jihoo, aunque todos se extrañaban de lo que Hanna estaba
diciendo.
-Jebal (Por favor), dile al loco
este que si se deja las velas encendidas puede pasar algo malo.-
señalaba a Choi Joonchae.
-OMG! Lo tuyo es
inexplicable.- se llevaba las manos a la cabeza. Pobre Joonchae...
con lo tranquilo que estaba.
-Lo tuyo con las
velas si que es cada vez más raro, ya te lo dije un día, se te va a
quemar la casa.- le criticaba Jihoo.
-¡Dejarme en paz!
¡Es mi casa!- Hanna y Jihoo lo miraban con desaprobación.
-Ya os vale a los
dos, ¿no?- intervino Yoona.
-Dee! Gomawo (¡Sí! Gracias), Yoona-ni.- se cruzaba de brazos y se colocaba detrás de ella
enfadado.
-Ni que los dos
fuerais perfectos.- Joonchae la miró, no sabía si eso era una
defensa o no- Cada uno tiene sus manías. O ¿acaso queréis que las
diga?
-Anny, annyo (No, no)...-
dijeron los dos a la vez. Joonchae no estaba muy convencido ni con la
reprimenda ni con lo arrepentidos que los otros dos estaban, pero así
eran sus amigos.
-Gomawo (Gracias) Yoona. Lo
has intentado.- le dio dos palmaditas en la espalda aún decepcionado
por esa reprimenda. A lo que su amiga le respondió con una sonrisa
agradecida.
Habían muchos
invitados en esa fiesta. La mayoría eran trabajadores de las dos
empresas, amigos y compañeros de trabajo. Los que más alegres
estaban y más alboroto montaban eran los chicos y chicas del estudio
número tres.
-¡Un brindis por
nuestra Boss-shi!
-DEE!- gritaban
todos.
Hanna se reía a
carcajadas con ellos. Habían decidido que después de allí tenían
que ir a celebrarlo todos juntos. Hanna amaba estar con ellos, les
había cogido mucho cariño, y más aún viendo el esfuerzo y la
dedicación que le ponían al trabajo.
-¡Boss-shi,
Boss-shi, tenemos la mejor Boss-shi!- empezó a cantar Geum Jongdong
muy alegre. Todos los miraron raro.
-Jongdong-ni...- se
acercó Hanna y le puso la mano en su hombro, parecía que lo
estuviera regañando.- … Boss-ni, nega Boss-ni aeyo. (Yo soy Boss-ni)
-¡Boss-ni, Boss-ni,
tenemos la mejor Boss-ni!- empezaron a cantar todos a la vez.
Todos los presentes
se reían con lo que hacían pero preferían no imitarlos.
-No me imagino la
fiesta que haremos cuando “The World” se haga realidad.- le
comentaba Hanna a Jongdong.
-Seguro que
destrozan la agencia.
-Entonces tendremos
que celebrarlo en otro sitio. Menos mal que esto era simplemente una
recepción.
-Menos mal.- reían
los dos amigos.- Mira quién está allí.
-Nugu? (¿Quién?)
-Chang Tao, Im
Soodae! Annyong. (Hola)- les saludaba Jongdong.
-Ya! Chinguga! (¡Amigo!)- le
abrazaba Chan Tao, y Soodae le chocaba la mano.- Omo, la chica
importante. Chughahae! (¡Felicidades!)
-Gamshanmida. (Gracias) Ya me
ha dicho un pajarito que las audiciones os salieron geniales chicos.-
Jongdong y Tao se miraron cómplices y sonrieron. Soodae solo los
miraba y asentía con una sonrisa un tanto seria.
-Teníamos a un buen
fotógrafo, que puso mucho empeño en que todo saliese bien.- Tao los
cogió a los dos y los acercó a él.
Hanna sonreía,
estaba muy contenta de que Jongdong y ellos fuese amigos, aunque no
pegaban mucho. Lo único que le preocupaba era Soodae. Estaba
distante y raro, y aún no había intentado hablar con ella de forma
rara, irrespetuosa o grosera. La miraba serio y hacía comentarios
demasiado coherentes para lo que Hanna estaba acostumbrada. Se sentía
incluso fuera de lugar. ¿Qué habían hecho con Soodae? En ese
momento vino a su cabeza Joonchae y su comentario en la cocina.
“¿Puede que Im Soodae estuviera enfadado con Joonchae? ¿O
conmigo?”, Hanna no sabía bien que pensar sobre aquello. Aunque
tenía algunas conjeturas, pero no creía convenientes comentarlas
con el mismo Soodae. Podría parecer otra cosa. Debía de buscar a
otra persona. Miró por la sala, ¿quién podía conocer mejor a Im
Soodae? Choi Joonchae estaba descartado. Seguramente aún no había
hablado con Soodae. Los dos eran muy orgullosos. Pero, ¿quién
estaba a su lado? Sí, él, él era el indicado. El susodicho dejó
solo a Joonchae con Jihoo y Yoona, y se acercó a hablar con Kim
Moonsik y Choi Jungsoo para saludarles.
-Muy buenas noches
caballeros, si me permitís os lo voy a robar un segundo.- le ofreció
su brazo.
-Pero si lo acabamos
de saludar.- replicaba Kim Moonsik. Choi Jungsoo solo se reía.
-Caballeros, después
vengo a saludarles, Kim Hanna-shi requiere urgentemente que me vaya
con ella.
-Dee. Y hoy yo soy
la protagonista, no vosotros.- él se cogió de su brazo y dejaron a
los dos hombres hablando y riéndose.
-Kibum-niiiiiiii!
Hacía mucho tiempo que no te veía.- Kibum le ofreció una copa con
una gran sonrisa.
-Es verdad, todos
andamos tan ocupados que no hemos podido vernos ni un segundo.
-Dee, Joonchae-ah os
echa mucho de menos.
-Omo, jinjja? (¿En serio?)
-Dee... es un
pesado, cuando se queda en casa sin hacer nada me da a mi la lata, y
no me deja trabajar... y al final le tengo que dar cosas que hacer
del programa. Y no quiero que se vuelva el protagonista.- comentaba
chistosa y con el ego subido.
-Aigo, algaeso. (Lo entiendo) Lo
tendré que sacar a jugar más a menudo.
-Kuge (Claro), buen chico.-
le acariciaba la espalda. Kibum se reía por sus comentarios.- Así
sacas a divertirse también a Im Soodae-ya.- Hanna lo miraba- Lo noto
muy distinto, y me da escalofríos.- lo representaba.
-Annyo (No), no se lo
tengas en cuenta. Está bien.
-Jongmal? (¿De verdad?) No creo
que sea así. Ese no es Soodae-ya. Parece que tenga un alíen dentro
que controla su movimientos.
-Anny.- se reía-
Todos tenemos nuestros momentos, geokjong maseyo. (No te preocupes)- Hanna lo miró
sospechosa, era su momento para descubrir algo más.
-Yo creo que sabes
algo y no quieres decírmelo.
-No vayas por ahí,
Kim Hanna-ni.- le dio énfasis a su nombre.
-Tranquilo, que
tengo una ligera idea de qué es.- Kibum pasó de estar alerta por la
conversación a sentir una enorme curiosidad. ¿Cómo podía si
quiera imaginárselo? ¿En qué estaría pensando? Kibum no respondió,
prefirió quedarse callado, mientras miraba a Soodae y a Joonchae.-
Se que es por Joonchae y por mí.- Kibum la miró rápidamente,
“¿Cómo lo sabe?”, pensó. A Hanna no le hizo falta ver la cara
de Kibum para saber que estaba en lo cierto, con su giro de cuello instantáneo fue suficiente.- Tranquilo, no quiero entrometerme. Creo
que las cosas se hablan entre amigos. Solo diles eso.
-Hey guys, what are
you talking about?- se acercó Alba a ellos.
-Mm? Nothing
important.
-Hey Haney, lo has
hecho genial hoy. Estas guapísima.- Cris le dio un abrazo por detrás
y un rápido beso en la mejilla.
-Thank you, Cris.
Moonsoo que estaba
cerca tuvo que ir corriendo a separar a esos dos y a abrazar a la
joven también y darle un beso. Aunque siendo su tío no quedaba tan
raro, pero bueno, todo era por no levantar sospechas.
-Aigoooo, uri
Hanna-ni (nuestra Hanna-ni), nuestra extranjera.- la abrazaba con fuerza su tío.
-Ya,
geumanhaeeee...(detenteeeee)- la aplastaba.
-Ya, Kibum-shi,
¿nadie te ha dicho que podrías llegar a ser modelo?- le preguntaba
Alba intentado ayudar a Moonsoo a escapar de aquella situación
incómoda y ridícula.
-Omo, dee. (Sí)
-Naya. (Fui yo)-
decía Hanna emocionada.
-Dee, Kim Hanna-shi
siempre me lo dice cuando tiene ocasión. Pero estoy bien siendo
médico. Gracias por el alago.
-Yo te veo
potencial, si algún día te apetece.- le extendió su tarjeta- Yo
encantada te haré la sesión de fotos.
-Ya!- Hanna cogió
corriendo la tarjeta- ¿Estás ligando con él?
-No, never. I
promise you.- todos empezaron a reírse por las reacciones que tenían.
Al otro lado de la
habitación, antes de que comenzasen a hablar Kibum y Hanna, Joonchae
se sentía aún muy preocupado.
-Wae kure oppa? (¿Qué pasa?)- le
preguntó Yoona.
-Anny (No)... solo estoy
un poco preocupado por Soodae-ah y Soori-ni.
-¿Ha pasado algo?
-Desde mi cumpleaños
todo ha sido muy raro...
-¿Por vuestro
compromiso?
-A lo mejor fue por
el beso.
-Molla (No sé)... Solo sé que Soori se disgusto mucho... y me insistía en “¿por qué estaba
con Hanna-ya?”. Luego vino Hanna, y Soori comenzó a decirle
cosas... horribles. Y no pude ponerme de su parte.
-Omg, Joonchae-a,
gwenchanha? (¿estás bien?) ¿Tienes fiebre?- le acercaba su amigo la mano a la
cabeza.
-Annyo (No), ¿qué
haces?- lo apartaba.
-Es raro que te
pongas de parte de Hanna y no de Soori-shi.
-Anny! Saenggak
hajima! (¡No! ¡No lo pienses!) No me pareció justo lo que le dijo Soori-ni, y
para colmo tengo que actuar. No me podía ir del lado de Soori,
aunque hubiese querido...- no les convencía mucho a los dos amigos,
aquel “justo” discurso.
-Bueno, hiciste bien
de todas formas.
-Dee... y menos mal
que seguí a Hanna-ya, sino se hubiese perdido por ahí, o algo peor.
Baboo (tonta)...- Jihoo lo empujó.
-Ya, saenggak
hajima! (¡No lo pienses!)- lo imitaba.
-Ah... dee, dee. (Sí, sí)
-¿Llamaste a
Soori-ya?
-Dee... no ha
querido hablar conmigo desde entonces. Solamente la veo en el dorama
y me evita a toda costa. Me va a volver loco...- se alborotaba el
pelo.
-Gwenchana (Está bien), ya se le
pasará. Es Soori-ni, no puede estar enfadada contigo. Yo hablaré
con ella.
-Gomawoyo (Gracias) hyung.-
Jihoo le daba palmaditas en la espalda.
-¿Y Soodae-ah?
-Me da miedo hablar
con él, y encima Kibum-ah me ha dicho que le de espacio.
-Omo, ¿ese es
Crisu?
-Odie? (¿Dónde?)- preguntaba
curiosa Yoona, su marido le señalaba con el dedo. Joonchae intento
girarse a ver pero Jihoo lo giro de nuevo hacia él.
-Ya! Boge haejwo!
(¡Déjame ver!)- forcejeaba con Jihoo.
-Anny, mejor que no
veas como Crisu abraza y besa a Hanna-ni.
-WEO?! (¡¿QUÉ?!)- el fuego
salía de los ojos de Joonchae. Apartó los brazos de Kang Jihoo se
giró para verlo.
En ese momento
estaba llegando Kim Moonsoo para salvar la situación.
-Ves, tranquilízate,
no ha pasado nada. Moonsoo-oppa ya lo ha arreglado.
-Ese maldito
extranjero, me las va a pagar.- se remangaba las mangas de la
chaqueta.
-Ya, kumane (para), matón
de barrio. ¿Acaso has vuelto al instituto o qué?- Jihoo y Yoona le
bajaban a la vez las mangas de la chaqueta, mientras se miraban cómplices por haber pensado igual.
-Esta faceta tuya es
muy sexy Joonchae-oppa.- Yoona lo miraba con los puñitos hacia
arriba.
-Ya, ya! ¡¿Cómo
que sexy?!- se enfadaba Jihoo, mientras Joonchae se hacia el
interesante pero con un toque tonto.- Kuman! (¡Parar!)- se enfadaba Jihoo con
los dos ya que no paraban de hacer los retrasados cuando el estaba
enfadado. Algo muy normal y que sacaba de sus casillas al recto y
sereno Kang Jihoo.
-Tengo que hacer
algo. Ahora enserio.- se giraba Joonchae para observar la situación.
En ese momento
Hanna llamaba a Guem Jongdong para que se acercase a hablar con
ellos. Se encontraban Kibum, Crstian y Jongdong hablando con ella
sobre el potencial que tenía Lee Kibum para ser modelo.
Avergonzandolo un poco más.
-Omoo, bwa (mira),
lo tres juntitos.-le decía a Jihoo, esperando a que Joonchae también
dijera algo. Yoona aprovechaba cualquier cosa para que su amigo
estuviera celoso de Hanna. “Los celos llevan al amor” o eso decía
ella- La verdad es que son muy de su tipo, eh jeobo? (¿eh cariño?)
-Dee, y seguro que
sigue sintiendo algo por Crisu. Mira como se apoya en él.- a
Joonchae le estaba hirviendo la sangre por dentro solo de
escucharlos.
-Uuh, pues yo no
descartaría a Guem Jongdong-shi, se pasan todo el día juntos. Son
ya muy cercanos.
-Kuji.(Cierto)- ponían voz
de marujas.
-Dee, dee, y encima
entre ellos se dicen “Hanna-ni” “Jongdong-ni”- los imitaba
con voces tontas- nomu gwiyeo. (Muy lindos)
-Ya!- se giró
Joonchae alterado de escucharles. Parecía que sus venas del cuello y
la frente le iban a explotar de un momento a otro, lo que asusto aún
más a sus dos amigos. Pero a la vez les alegro porque habían
conseguido lo que querían- Kumaaaan! (¡Paraaar!) ¡Que sepáis que entre ella y
Jongdong-shi nunca habrá nada. Ella siempre me dice que son solo
amigos! Kuge, kuji! (Sí, cierto) ¡Y también no siente nada por el tal Crisu!
Dee!- miraba a sus dos amigos muy enfadado y los señalaba con el
dedo mientras intentaba reafirmarse a si mismo- ¡Ella prefiere estar
conmigo, dee! Anny (¡Sí! No)... ¡Con “the World”! Kuge, kuge. (Claro, claro)- decía
nervioso después de haber soltado ese comentario.
Joonchae se giró
rápido y fue en dirección a donde estaba Hanna, dándose en la boca
con la mano avergonzándose por haberse equivocado.
-Uuh, jeobo, uri
Joonchae-ah (cariño, nuestro Joonchae)... ¿se ha enamorado?- se miraron los dos sorprendidos con
una sonrisa.
-Annyo (No), aún no.-
dijeron a la vez.
Joonchae llegó
dónde estaban todos hablando y riéndose.
-Ya, hyung.- le dijo riéndose Kibum- Te unes a la conversación. Dicen que me van a hacer
un álbum de fotos o algo parecido.- Joonchae rió sarcástico
disimulando su completa ignorancia por el tema y sus celos. Sobre todo
sus celos.
-Sí, ahora comento
algo sobre eso, sí. Pero vengo a robaros un segundo a Hanna-ya.- la
cogió de los hombros y se la llevo lejos de allí, cerca de las
mesas de bebidas y aperitivos.
-Oye. Pues me gustáis más tú y Sofía como pareja.- se acercó por detrás de
Cristian una Alba muy sigilosa, este solo sonreía a lo comentarios
de su amiga- Es verdad. Parecen como de plástico los dos juntos. No
parece de verdad.
-Cállate, a ver si
alguien te va a escuchar.
-Primero tendrán
que entenderme. JA!- hablaban en castellano.
Kibum que estaba
justo a su lado, no acabo de entender bien las frases que habían
dicho. Pero creyó que simplemente era porque aún no entendía el
español suficientemente bien. Aunque no pasaría mucho tiempo hasta
que todo empezase a hilar fácilmente en su cabeza.
-¿Que quieres
Joonchae-ah?- se reía aún por la otra conversación Kim Hanna.
-Eh? Nada.- Hanna lo
miro raro- Simplemente he pensado que estaría bien que por lo menos
nos viesen cinco o diez minutos juntos para no levantar sospechas.
¿Toma quieres una copa?
-Oh vaya, bien
pensado. Gracias.- le cogió la copa.
-¿Lo dudabas?-
sonreía de oreja a oreja.
-Sí la verdad, me
has sorprendido mucho.- bebió un trago mientras Joonchae intentaba
mantener firme esa cada vez más falsa sonrisa.
-Bueno, ¿y qué?
¿Fingimos que estamos hablado o hablamos de verdad? Porque sino lo
veo una perdida de tiempo, querido.- le sonreía afablemente como
estaba haciendo él.
-Anny.(No) Podemos
hablar. Sabemos hablar.
-Hablemos entonces.
Comienza tú.
-Nega? Kuge, kuji (¿Yo? Claro, cierto)...
Pues...Te recomiendo que dejes de comprarte monos de feria.- Hanna lo
empezó a mirar raro de nuevo- Porque al final te vas a montar un
safari tu sola.- se acercó Joonchae a ella mientras rellanaba su
copa de nuevo, ahora un tanto nervioso.
-¿Pero qué dices?-
lo miraba con una sonrisa desconcertada.
-Kibum-ah,
Jongdong-shi, el tal Crisu... Todos los chicos en los que te fijas
son bajitos y...- no le salían las palabras, los miró mejor- y
musculosos...- decía bajito mientras se tocaba los brazos.
-Ya...- Hanna se
reía- ¿por fin has admitido qué eres bajito? Jaeeemi (Que divertido)- le daba
palmaditas en la espalda mientras se reía de él.
-Nega? Weo? Eonje? (¿Yo? ¿Qué? ¿Cuando?)-
Hanna reía descarada- Ya! ¡Deja de reírte! ¿desde cuando lo he
admitido?- Hanna se iba de allí mientras él seguía dándole vueltas- ¿Es porque soy uno de los chicos en los que te fijas?-
Hanna casi se atraganta con su bebida al escucharle decir eso. Todo
el mundo se preocupó por ella, pero no tanto como aquellos tres que
observaban su escena de matrimonio desde lejos.
-Gwenchana? (¿Estás bien?)- dijeron
los tres a la vez. Joonchae los miró fulminantes. “Uno no. Los
tres tenían que ir a preguntar. Con todas las malditas personas que
hay en la sala y solo ellos tres.”, pensaba rabioso.
-Dee...- tosía
ella- Gwenchanna. (Sí... Estoy bien) Casi me ahogo bruto.- le pegaba en el hombro a Choi
Joonchae.
-No he hecho nada.-
se quejaba mientras Jongdong le ofrecía una servilleta con
delicadeza a Hanna, la cual Joonchae le cogió con rabia y se la dio
a ella.- Te has manchado el cuello.- le señalaba.
-Dee.- le dijo
borde.
A lo lejos un Im
Soodae impasivo y triste observaba la situación aunque aún le
pesaba y dolía todo aquello, y antes de coger e irse de allí, para
no hacer que sospechasen, prefirió girarse y no ver lo que estaba
ocurriendo.
Ya era un poco más
tarde y la gente iba abandonando el estudio para marcharse a casa.
Aunque como bien habían dicho, los trabajadores del estudio número
tres querían ir a celebrar por todo lo alto. Y pretendían llevarse
a su jefa con ellos.
-Boss-ni, kaja! (¡Vamos, jefa!)- le
decían medio borrachos.
-¡Voy!- iba
corriendo y riéndose de lo graciosos que estaban todos.
-Ya, Boss-ni, no va
a decirle a su prometido que se venga.- dijo una de las chicas.
-Eh?- exactamente no
supo a que se refería hasta que no miró en dirección hacia donde
estaba Joonchae- Omo, dee, dee, kuji (Sí, sí, claro).- intentaba disimular después
de haber tardado tantos segundos en darse cuenta. Fue corriendo hasta
donde estaba él- Joonchae-ah!- él la miró extrañado- ¿Quieres
venirte con los chicos a tomar algo?
-Dee? (¿Sí?)- los miraba
extrañado. Todos estaban pendientes de su conversación, y cuando
vieron que los estaban mirando unos le saludaron y otros hicieron
como que no estaban mirando- Creo que no. Prefiero ir con Kibum-ya, y
aprovechar que tiene la noche libre de guardias. Pero gracias.
-Nah, no me las des.
Me lo han dicho ellos. Yo solo disimulo para que vean que me despido
de ti.- le decía en voz bajita.
-Aah.- decía
decepcionado aunque dándole la razón- Tranquila.
-¡Boss-ni
Prometido! ¿¡Viene a divertirse!?- gritaba uno de ellos.
-¡Anny, no puede
venir!- les dijo Hanna mientras se reía- Disfruta de tu cita, desahógate mucho con Kibum-ni, así después no vendrás a casa quejándote.- se burlaba.
-Je je je Nos ha
salido humorista la niña.- él le apretó uno de los mofletes, ella
solo le sonrió falsamente. No le quitó la mano, simplemente estaba
de buen humor.
-¡Kissu, Kissu,
Kissu! (¡Beso, beso, beso!)- comenzaron a gritar todos los empleados de Hanna. Los dos se
giraron asustados.
-Anny, ooooh
beokuleonga (No, que vergüenza).- intentaba escenificar sin buen resultado
Hanna, mientras Joonchae sonreía incómodo.
Pero aquellos
borrachos solo hacían que insistir e insistir en ese beso. Hanna
para poder salir corriendo de aquella situación se acercó corriendo
a Joonchae y lo beso en la comisura inferior del labio. Y acto
seguido salió corriendo despidiéndose de él, y sumándose en un
alboroto de alagos y comentarios soeces de sus compañeros de
trabajo. Que marchaban con toda la fiesta fuera de las instalaciones
de Sons of Golden. Joonchae sin embargo, se había quedado ahí,
petrificado. No reaccionó hasta que Kibum tocó su hombro, para preguntarle donde quería ir.
. . .
-Ya, Jongdong-shi!-
le saludaba desde lejos Yoona, al ver que el susodicho entraba por la
puerta de la agencia con la cabeza cabizbaja.
-Oh, no. Ya me han
visto.- se colocaba las gafas y saludaba desde lejos, esperando a que
se acercara.
Jongdong esperaba
no ver a nadie ese día por ahí, por lo menos esperaba que nadie le
hablase ni le dijese nada. No estaba muy allá después de haber
salido de fiesta con los del estudio. Pero ahí estaba, aunque Hanna
gristase a los cuatro vientos que mañana no tenían que ir a
trabajar, que les regalaba el día libre. Jongdong se carcomía por
dentro por no haberse quedado en su cama tranquilamente durmiendo.
Pero no se había acordado de apagar muchas de las luces del estudio,
y no quería llevarse una bronca, otra vez por lo mismo.
-Maldito
despistado.- se pegaba en la cabeza mientras venía Yoona.
-Jongdong-shi, son
las nueve de la mañana, ¿donde están todos?
-Yoona-shi!- dijo
con mucho entusiasmo aunque su cara no podía con el cansancio.
-Omg, Jongdong-shi,
gwenchana? (¿está bien?)- primero le sonrió pero duró unos segundos hasta que
puso su cara de cansado de nuevo.
-Annyo (No)... He dormido
dos horas... Esta gente no se quería ir a casa...
-Omo omoooo... que
irresponsables. ¿Y van a llegar tarde a trabajar?
-Annyo...
-¿Cómo que no?
-No van a venir,
Hanna ayer nos dio el día libre a todo el equipo.
-WEO?! (¡¿QUÉ?!) ¡PERO ESTA
NIÑA!
Yoona miro el
planning corriendo. Habían borrado todo lo del estudio número tres.
A Jongdong solo le venía a la cabeza la imagen de Hanna y dos del
equipo jugando a espías en la agencia, y una hora más tarde beber
chupitos en un bar.
-YAS! ¡ESTA
MOCOSA!- arrancó con rabia la hoja del planning.
-Jaesuneo
Yoona-shi (Lo lamento)... Hanna se coló por la noche y borro nuestro planning, no
pude impedírselo...
Recordaba
avergonzado como dos de sus compañeras le cogían fuera del despacho
de Yoona para que no pudiera poner en peligro la misión.
-¿¡Entonces que
haces aquí?!
-Nega...? (¿Yo...?)- “No se
lo digas... será tu ruina...”, pensaba asustado- Solo vengo porque
se me olvidó una cosa...
-Renegados...
-Mianhanmida, Yoona-shi. (Lo siento) Me voy a ...- cogió rumbo al estudio. Pero Yoona lo cogió
del brazo.
-Ya, ves a hacer lo
que tengas que hacer. Pero vas a casa de Hanna, Y ME LA TRAES!-
sentenció con voz de pito.
A lo que Jongdong
no pudo oponerse, era un simple empleado más, y cualquier
representación de autoridad, por muy cute y tierna que fuese, le daba
pavor.
No pasó más de
una hora cuando Jongdong logró hacer todo lo que debía y llegó,
gracias a la dirección que le había dado Park Yoona, a casa de Kim
Hanna y Choi Joonchae. El pobre Jongdong rezaba por no interrumpir
nada, ni aunque fuese un misero hilo de sueño de alguno de esos dos
ogros. Tocó al timbre de aquellos pisos algo temeroso, esperando a
que no contestaran, para mandarle a Yoona un mensaje de condolencia
diciendo que lo había intentado sin resultado alguno. Pero una voz
sonó por el telefonillo.
-Jongdong-shi??-
preguntaba sorprendido.
-Oh, dee,
annyonghaseyo Choi Joonchae-shi. (Sí, hola) Park Yoona quiere que lleve a
Boss-ni. Digo, a Hanna-shi, a la compañía.
Joonchae al otro
lado del telefonillo se cansó de escuchar a partir de las dos
primeras palabras que este había dicho, y decidió abrirle la puerta
y seguir con lo suyo tranquilamente. Unos minutos más tarde.
-¿Puedo pasar?-
preguntaba un Jongdong avergonzado y asustado ya dentro del hall.
-Dee. (Sí)- alcanzó a
decir levantándose rápidamente del sofá- Pero si ya esta dentro...-
dijo entre dientes.
-Annyonghaseayo. (Hola)-
Jongdong le hizo una reverencia, Joonchae solo hizo un leve movimiento
de cabeza como saludo, saludo no muy amable, ya que no le gustaba
tener a gente en su casa. Y menos a él- ¿Y Kim Hanna-shi?
-Esta durmiendo.-
metió sus manos en los bolsillos del pantalón. Se quedaron
mirándose esperando a que el otro hiciese algo al respecto- No pienso
despertarla.
Fue corriendo a
sentarse de nuevo en el sofá. Jongdong lo miraba perplejo, no quería
despertarla. Y encima le daba vergüenza. no sabía como iba a estar.
-Kunde (Entonces)...
-Anny (No), se despierta
de muy mal humor. No pienso cruzarme por su camino.- esas palabras
solo hicieron que asustar un poco más al pobre Jongdong, que
temeroso miraba el pomo de la puerta y miraba a Joonchae, que desde
el sofá lo observaba- Palli. (Rápido) Esta igual que cuando llego a las siete
de la mañana.
Joonchae recordaba
el despertar tan genial y maravilloso que le había hecho la
susodicha. Primero haciendo ruido al entrar, gritando en la puerta
que no se acordaba del número. Y cuando consiguió entrar,
tropezándose con el escalón que conectaba el hall con la casa.
Irrumpiendo en la habitación cantado “I will survive” como pollo
desplumado. Tirándose encima suyo y riéndose sin sentido. Y cuando él
ya se había despertado y se había enfadado lo suficiente, Hanna
cerró los ojos y se durmió. Ocupando la mayoría de la cama.
Jongdong se atrevió
a pasar, dejó la puerta bien abierta por si tenía que salir
despavorido de allí. Joonchae miraba curioso desde la lejanía.
-Hanna-shi...- se
acercaba- Kim Hanna-shi.... Hanna-ni.... Good morning, Boss-ni...- le
tocaba parte del brazo que sobre salía de la manta. No obtuvo
respuesta alguna.
Jongdong se estaba
pensando seriamente que hacer en esa situación, porque de verdad
estaba sopesando quién le daba más miedo, si Hanna, que era su jefa
pero eran muy amigos al fin y al cabo. Y seguramente le acabaría
perdonando porque lo apreciaba demasiado. O Park Yoona, que también
era su jefa, pero que era conocida como el alma de hielo a la que le
pasaban todos los despidos de los empleados. No lo pensó mucho más.
-¡KIM HANNAAAA!
Ese último
pensamiento hizo que no tuviera reparo en gritarle a la “bella”
durmiente. Lo que la asustó a ella, pero también a Choi Joonchae que
se escondió detrás del sofá reaccionando muy asustado. Por una
parte no se lo esperaba, y por otra no quería ver la reacción de
ella. Bueno eso sí, quería ver como Jongdong se la cargaba. Lo que
no quería era estar ahí en medio para que Hanna no pensase que
había sido idea suya.
-¡AAAAAAAAAAAAAH!-
gritó Hanna como si la vida le llevase en ello- ME CAGO EN... GEUM
JONGDONG-NI.- se le salían los ojos de las cuencas al ver quien era-
OMG, MICHESEO!!- el pobre Jongdong se encontraba disculpándose con
mil y una reverencia, Hanna lo empujo a la cama mientras ella se
levantaba rápidamente- ¡¿Qué estas haciendo aquí?!
-Mianhaeyo
Hanna-ni (Lo siento)...- decía llorando en la cama.
-¡CHOI JOONCHAE!-
el aludido apareció de forma fugaz en frente de la puerta de la
habitación.
-¡Yo no he hecho
nada, lo juro!- dijo antes de que Hanna pudiera echarle la bronca.
Esta se llevó las manos al cuello y suspiró.
-¿Qué hace aquí?-
le preguntaba a Joonchae con cara de querer dormir.
-No lo sé, ha dicho
algo de Yoona pero no le he escuchado.
-Boss-ni, Park
Yoona-shi me ha ordenado que te lleve a la agencia y me ha dado tu
dirección. Dice que tienes una reunión.
-Aigoo... es
verdad.- empezó a hacer como que lloraba.
-¿Qué reunión?
-Se iban a hacer
reuniones con todos los grupos para que el día 24 o 25 estuvieran
las listas del casting puestas. Para empezar a moverlo todo...
-¿Entonces yo
también tengo que ir?
-Annyoooo (Nooo)... Tú
tienes que ir a la de tu grupo. Bueno, puedes venir cuando quieras.
Pero no había contado con que vendrías hoy porque tenías rodaje
del dorama.- Joonchae asentía con la cabeza- Pero... puedes venir...
a las otras, sí.- decía un tanto incómoda.- MALDITA PARK YOONA...
odio sus ganas de trabajar...- salió con cara de pocos amigos de la
habitación y se dirigió al baño.
Pasó una hora
hasta que Hanna estuvo lista para salir de allí y dirigirse a la
agencia. Una hora muy incómoda para los dos hombres. Sobre todo para
el pobre Jongdong que desde una esquina del sofá intentaba sacar
conversación con Choi Joonchae pero este no tenía ninguna gana de
hablar con él. Incluso le molestaba escuchar como Jongdong cambiaba
incómodo de posición en el sofá o se levantaba a observar la casa,
los CD's, etc.
Cuando llegaron a
la agencia Hanna irrumpió en el despacho de Yoona tachándola de
loca, de como podía haber enviado al pobre Jongdong a los leones,
cuando lo podría haber hecho ella perfectamente, a lo que esta se le
encaraba con que había borrado su maravilloso planning y la había
hecho enfadar muchísimo. Después de unos casi quince minutos de
gritos y reprimendas, las dos amigas salieron tan normales del
despacho. Lo que descolocó totalmente al pobre Jongdong y los que
fuera de el prestaban atención curiosos a lo que estaba pasando. Las
dos amigas salían en dirección a la sala de juntas como si nada
hubiese pasado.
-Yo creo que
llegamos bien, ¿quieres un café?
-Dee, necesito algo
de cafeína para mejorar esta cara.- Jongdong solamente las seguía
lamentándose el haber salido de la cama ese día.
-Bueno empezamos ya,
¿o vais a retrasar otra hora más la reunión?- preguntaba un
Moonsoo.
-Entra anda.- le
indicaba.
Pasaron a la sala
de juntas y estuvieron debatiendo y seleccionando a las personas que
habían pasado por el estudio número cinco, dónde habían estado
Alba y Kim Moonsoo.
-Oh! ¿Ese es
Taemin?
-Dee, yo creo que
fue un sí rotundo para los dos. Tiene muchísimo estilo. Él es
genial. No sé, creemos que fue el mejor de todos los que vimos en el
casting, por eso lo tenemos el primero.
Ya tenían a su
primer candidato para la lista de “the World” todo comenzaba a
tener forma. Fueron pasando los componentes y fueron rechazando y
aceptando a gente del casting de Moonsoo y Alba. Pasaron dos horas
hasta que Hanna se encontró con ellos de nuevo.
-Mirar, estos chicos
lo hicieron muy bien. Son muy cute, y nos comentaron que era de un
grupo llamado “Diamond Star”, que van a debutar como rookies o
algo así.- comentaba Alba mientras leía lo que había escrito.
-Oh! Yes, yes.
Joonchae-ah y yo vimos a la otra parte del grupo. Y la verdad me
sorprendieron un montón, son geniales. Y los investigue un poco y me
gusta mucho lo que tienen. Sus vídeos y covers, aún siendo rookies,
son muy buenas. Yo creo que se merecen entrar. Si me dejáis, creo
que voy a hacer la locura de meterlos a todos, y así promocionar al
grupo. ¿Qué os parece?
-Por mi perfecto.
Además, tú eres la que manda.- dijo Moonsoo aceptando la petición
de su sobrina muy orgulloso.
Orgullosa de sus
primeras elecciones como jefa, aunque no lo sentía aún, parecía
coger más confianza consigo misma y con el futuro de “the World”.
. . .
Los días iban pasando, y la lista del casting iba tomando forma. Habían discusiones en las reuniones, también habían consensos de todos. Joonchae pudo ir a algunas de ellas, lo que hizo que relajara las cosas entre ellos. El trabajo los mantenía ocupados y los ayudaba a pensar como uno solo, para que todo saliese bien. Esos días había reinado la paz, lo que a veces les resultaba extraño y no sabían bien como actuar. Muchas veces se miraban pero no podían hablarse, esa situación era mucho peor que estar enfadados. Tanto, que esperaban que el otro dijese algo fuera de lo común para sacar una broma. Pero nunca pasaba.
El día 23 era el
último día de las reuniones, y después de haber terminado a las
ocho y media de la noche, Hanna decidió pasarse por el estudio
número tres. Encendió las luces de la zona de fotos, y comenzó a
colocar el escenario, los focos, las placas y todo lo necesario para
el día siguiente. Le había dejado a Guem Jongdong un reportaje de
fotos de una cantante que le gustaba, y le daba miedo de que al pobre
y despistado Jongdong con los nervios se le olvidara algo. Aunque
estaría el equipo para ayudarle. Pero prefirió dejar escrito un
guión con lo que se debía hacer, aunque dejando también algo de
margen a su fotógrafo estrella. Confiaba en que lo haría bien. Así
ella podía tomarse el día libre. El día de su cumpleaños.
Un día que a ella
no le gustaba celebrar. Pero que Alba y Cris le habían insistido en
ir a hacer picnic y senderismo. Algo que despejara su mente de tanto
trabajo. Todo ello con la excusa de que Cristian se iba el día 24
por la noche a Japón, y ya no lo volvería a ver hasta el
lanzamiento de “the World”. Lo que le entristecía, pero
aceptaba, como había hecho antes.
Ya se había hecho
muy tarde ese día. Hanna salía estirándose del estudio tres
después de haber apagado todas las luces. Se había quedado sola en
la agencia. O eso creía. Andando hacia la salida, vio como a lo
lejos alguien bailaba. Se quedó observándole, le resultaba familiar
esa forma de moverse. Cuando estuvo un poco más cerca pudo ver bien
quién era. Era aquel chico de la audición de los castings. Seguía
bailando sin importar el que, ya que él también creía que estaba
solo. Hanna aún desde lejos sin que él se diese cuenta sacó su
cámara e inmortalizó sus preciosos movimientos de baile. Cuando esta
guardaba de nuevo su cámara otra vez para, ahora sí, irse a casa,
el joven se fijo que había alguien más en aquel pasillo. Se quitó
uno de sus cascos y achinó sus ojos para ver quién era. Hasta que
Hanna no sonrió no cayó en la cuenta. El joven se acercó a ella.
-Annyong! (¡Hola!)- se agachó
noventa grados para ver mejor la cara de Kim Hanna. Ella reaccionó
echándose hacia atrás asustada.- ¿Te sigue doliendo?- se frotaba la
cabeza.
-Weo? (¿Qué?)- se puso
nerviosa, no sabía a lo que refería. Él realizó de nuevo el mismo
gesto, refiriéndose al golpe en la cabeza que se dio con él- Aah,
dee. (sí)- rió- Gamsahamnida. (Gracias)
-A mi me sigue
doliendo.- subió su pelo hacia arriba para enseñarle lo que aún
quedaba de un gran chichón lila.
-OMG! Lo siento
muchísimo.- Hanna instintivamente se acercó para tocarlo y verlo
mejor, él sonreía por su reacción. Cuando Hanna se dio cuenta de
lo que estaba haciendo volvió hacia atrás otra vez- Lo siento, no
quería incomodarte.- ¿cómo se le ocurría?, si no lo conocía de
nada.
-Anny, gwenchanna. (No, estoy bien)-
le decía con una gran sonrisa de niño, que solo hacia que ponerla
nerviosa y avergonzarla más.
-Bueno... me tengo
que ir. De nuevo, te pido disculpas.- le hizo una reverencia y empezó
a andar. Él se sorprendió y corrió a su lado.
-Esto se merece que
nos cojan para el casting.- Hanna rió descarada al ver que él
también lo estaba haciendo y encima no escondía su sonrisa pícara-
Por lo menos a mí, que tengo secuelas de guerra. Es broma. O todos o
ninguno, es mi última oferta.- Hanna seguía andando y riéndose de
sus comentarios pero sin decir nada.
-No lo sé. Mañana
veréis las listas.- se reservaba una sonrisa.
-¿Eso que quiere
decir?
-No sé. Todo puede
pasar en esta vida.- se giró dedicándole una sonrisa- Me gusta
vuestro grupo. Seguir así.
-¿Eso significa que
hemos entrado todos? ¿Eh?- se paraba en seco, Hanna subía sus
hombros gesticulando que no sabía nada, pero con una tierna sonrisa-
¡¿Eso es que sí?!- se emocionaba él- ¡WUUH!- saltó de la
emoción y se puso a bailar otra vez.
-Annyongikeyseo. (Adiós)- se
despedía Kim Hanna de él con la mano mientras continuaba andando
hacia la puerta.
El joven no se dio
cuenta de que ella ya había recorrido casi todo el pasillo y que
estaba casi saliendo por la puerta cuando se dirigió de nuevo a
ella.
-YA, GOMAWOYO! (¡GRACIAS!)- le
gritaba feliz al ver que se iba. Una sonrisa iluminó su cara. Seguía
con sus pasos de baile cuando se dio cuenta de una cosa- Ya,
Jason-ah, no le has preguntado su nombre.
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