Ir al contenido principal

Capítulo 11 - Sin rumbo fijo – Parte 2


Estaba boca arriba mirando el techo de su habitación otro día más. “Debo de pintar otra vez.”, pensaba. Otra noche más no había podido dormir bien. Tres miseras horas no eran suficientes. Levantó su cuerpo, y se sentó en la cama. Al lado de la separación de la almohada Kim Hanna dormía plácidamente. No sabía que le daba más rabia, si lo bien que dormía o lo rápido que podía conciliar el sueño.
-Ais... demasiados cambios para mi cuerpo.- la miró de nuevo- Que envidia me da, yo también quiero.- de repente Hanna empezó a moverse- Omo, kamjakia. (Que susto)- empezaba a quejarse cada vez más fuerte.- ¿Está teniendo una pesadilla?
-Joon... Joon...- se le escuchaba decir. Él se acercaba extrañado para escucharla mejor.- Joonchae...
-Nega? (¿Yo?)- se señalaba.
-Joonchae... Joonchae...
-Omo, omo, Hanna-ya, gwenchana? (¿Estás bien?)- se acercaba.
-Joonchae, Joonchae...- cada vez decía más fuerte, él se echó hacia atrás asustado.
-JOONCHAE!- Kim Hanna levantó todo su cuerpo abriendo sus ojos alarmada.
Joonchae del susto se acostó rápido hacia el otro lado de la cama muy sorprendido por la reacción de ella. Hanna estaba sudando, tenía el pulso a mil por hora. Se llevó la mano al pecho mientras respiraba agitada. Joonchae cerró sus ojos bien fuerte haciéndose el dormido. Hanna giró su cabeza para ver si estaba a su lado.
-Gwenchanna... solo era una pesadilla.- se recogía el pelo- Maldita pesadilla... porque has tenido que volver... tantos años para ahora verlo una y otra vez en mis sueños. Ais...- se acostó bruscamente otra vez.
Cerró sus ojos y solo pasaron unos minutos cuando volvió otra vez a manos de morfeo. Joonchae seguía petrificado en el otro extremo de la cama. Cada vez entendía menos cosas. “¿Por qué lo estaba llamando? ¿Qué había vuelto? ¿La pesadilla? ¿Qué estaba viendo una y otra vez?”. Se giró muy despacio para ver si seguía despierta. Cuando llegó a ver su cara se dio cuenta de que estaba K.O, pues faltaba poco para que su baba cayera ligeramente por la comisura de sus labios.
-Jinjja? Daebak. (¿En serio? Increíble.) Lo tuyo es histórico Kim Hanna.- se reía flojito mientras le cerraba la boca. Esta se movió adormilada- Mierda.- salió corriendo de allí. Paró en seco en frente de la cocina.- Son las seis de la mañana... puff... Hoy no tengo que hacer nada, y mañana voy a estar súper liado. Injusto.- abrió la nevera, le resultaba extraño que estuviera tan llena- De verdad que esta niña no tiene remedio... Omo, que bueno.- cogió varios yogures de plátano y se sentó en el sofá.
Estaba su portátil allí. Lo abrió para ver que se le ocurría. En la pantalla estaba la carpeta de la nueva maqueta. Se dispuso a escucharla de nuevo. Miró hacia la puerta de la habitación. No abrió la maqueta, pero empezó a sacar acordes al azar.
Una hora después, detrás de la puerta del cuarto se escuchaban rugidos de gato atropellado. Joonchae miraba la puerta atemorizado. De repente salió Kim Hanna con un moño mal hecho y la cara hinchada de dormir.
-Good morning.- le dijo él desde el suelo. Cambiaba mil veces de postura, pero siempre acababa componiendo en el suelo.
-Mm.- dijo ella mientras se rascaba la cabeza y entraba al aseo.
Hanna no era muy amigable por las mañanas. Por lo menos no hasta que se lavaba la cara. Joonchae la siguió con la mirada y esperó hasta que volvió a salir otra vez.
-Venga vamos. Otro día más, otro día menos.- salía muy animada, saltando y estirándose, ignorando por completo a Joonchae y a su expresión de pasmado que la seguía a dónde iba.
-Que vitalidad...- siguió mirándola un rato más y después se concentró en lo que estaba haciendo.
-Choi Joonchae-ah.- él levantó su cabeza- Jebal (Por favor), necesito un hueco en el armario para poder poner mis cosas.
-Annyo. (No)
-Aigo... Ya empezamos.- levantó su dedo acusador para contestarle.
-¿Y dónde pongo yo mis cosas?
-Ah... Pues haz limpieza. Seguro que tienes cosas que hace mucho que no te pones.
-Kuji. (Cierto)- asintieron los dos.- Pero siguen siendo mis cosas, mi casa, mi cuarto...
-Dee, dee, tú cama, tú espacio, tú intimidad...- se comió un trozo de tostada- Ya me se tu discurso. Jebal... estoy harta de abrir cada dos por tres las maletas buscando cosas. Solo un hueco pequeño te pido. Uno pequeño.
-¿Te he dicho que te odio alguna vez?
-Mmm, dee, aju (sí, mucho).- comió de nuevo- El sentimiento es mutuo.
-Chs.
-Te lo estoy pidiendo bien. Para que lo hagas tú. Porque si me meto en ese armario para hacer hueco, te quedas sin la mitad de tu ropa.
-Pero bueno, ¿qué eres mi madre?
-Annyo. Tu futura esposa.- le dijo graciosa con una sonrisa.
-Aigoo, museun dulyeoum-i (que miedo). Dee, dee, napeum yeoja. (Sí, sí, mala mujer)
-Gomawoo. (Graciaas)- fue a vestirse.
-Michin... “tu futura esposa”- la imitaba con voz chillona, un cosquilleo recorrió su barriga.- Omo, ¿tengo hambre?- no era el hambre, pero se levantó a por la media tostada que Kim Hanna se había hecho.- Chs, que europea, comiendo pan para desayunar.- empezó a comérselo él.- Joha... (Me gusta...)
-Ah.- apareció de nuevo Hanna, Joonchae dejó la tostada muy rápido- Podías también dejarme una de las mesitas de noche. Tienes dos, no creo que te hagan falta las dos, kuji? (¿cierto?)
-Ya!- le decía con la boca llena.
-Dee, gomawo-yo. Jigeum tteonanda. (Gracias. Me voy ahora.)- se colocó los zapatos y abrió la puerta- No te comas mi comida. Comprate.
-Dee...- seguía con la boca llena. Hanna cerró la puerta con una sonrisa. Muchas cosas seguían siendo iguales.- Habrá que hacer hueco entonces...- decía sin ganas.
Andaba hasta su cuarto con la tostada en la mano, para cuando llego ya no quedaba tostada, la había engullido. Miraba su armario perdido. ¿Qué podía quitar, y qué se quedaría? Comenzó a sacar ropa y ropa. Y zapatos. Y chaquetas. Y más ropa. En pocos minutos su habitación parecía un mercadillo. Por fin veía un hueco en aquel armario. ¿Sería suficiente? Fue a buscar la maleta de Kim Hanna. Sorteó toda su ropa y debajo de un par de cajas la encontró. La cogió para abrirla, cuando terminó con la cremallera pensó: “Puede que no sea buena idea tocar su ropa. Bueno... No creo que pase nada.”. Y la abrió entera. Fue sacando cada una de las prendas que tenía y con delicadeza y de manera minuciosa las fue colocando en el armario. Ya estaba todo colocado. Se acercó a la mesita de noche para vaciarla.
-De verdad, lo que tengo que hacer...
Abrió el primer cajón, estaba lleno de calcetines. Abrió el segundo, y se quedó embobado mirándolo. Por un momento había olvidado que ahí es dónde guardaba las cartas y las fotos. Estaban dentro de un sobre. Lo abrió, y sacó lo que escondía dentro. Se sentó en la cama mientras observaba la primera foto. Eran ellos dos de pequeños, Joonchae tendría ocho años y Hanna cinco, estaban sentados uno encima del otro en los columpios, que antiguamente había en casa de los Choi. Lo próximo que cogió de aquel sobre fue una carta.
¿Hanna dónde estas? ¿Dónde te has ido? Necesito a alguien amigo con quien hablar. Nadie sabe donde te has ido. Y si lo saben, no están por la labor de decírmelo. Hanna-ni. Odiga? Nega piryohae. (¿Dónde estás? Yo te espero)”
Su expresión se entristeció. Seguía teniendo las mismas dudas, las mismas preguntas. Estaban en el tintero los mismos problemas, y aún con ella allí no podía solucionarlos. Miró el sobre con rabia... pues sabía el contenido de las demás cartas, pero aún así siguió leyendo.
Me siento muy hundido... Siguen sin darme tu dirección. Se creen que sigo siendo un niño. SeungChae-ah sigue en el hospital, Kibum me contó que fue culpa suya... Pero sigo sin recordar nada.”
Me dicen que tengo que seguir yendo a una psicóloga... es duro no recordar nada... pero aún más no poder verte...
Amigos para siempre.”
Era demasiado para él, así que apartó las cartas de su vista y las volvió a guardar con rudeza. Algo se cayó al suelo. Lo recogió para meterlo en el sobre de nuevo, pero leyó algo.
Incluso si no podemos volver a vernos, si tenemos mañanas distintas, siempre estaré contigo. Amigos para siempre.”
La giró lentamente antes de derramar cualquier lágrima. Era la foto que Hanna le regaló en su décimo octavo cumpleaños. Se trataba de los dos haciendo los tontos con la cámara polaroid que ella se compró. Joonchae recordaba que la hizo nada más salir de clase, y se la regaló por un maldito presentimiento.
-Ya, ¿qué es esto? ¿Dónde te vas a ir, eh?
-Annyo, solo me ha salido ponértelo.
-Eh? Ara, arasseo. (Lo sé, de acuerdo) Pero no voy a permitir que te vayas a ningún sitio. No me vuelvas a decir estas cosas.- le regañaba.
-Dee, dee.- ella reía, pero se sentía inquieta, algo pasaba.- ¿Cómo voy a dejarte solo? No sabrías ni atarte los zapatos.- le chinchaba.
-Ya, eis, maldita mocosa. Te vas a enterar.- la perseguían mientras se reían y chillaban haciendo los bobos.”
Ese día iban camino a la agencia para recibir la noticia más inesperada y catastrófica de sus vidas. Lo que supuso un principio y un final para esta historia.
Se levantó lentamente de la cama y guardó la fotografía en el bolsillo trasero de su pantalón. El sobre lo guardó en la otra mesita de noche bajo la montaña de calcetines que tenía. Salió de la habitación dejándola patas arriba. Se tiró en el sofá, y volvió a sacar la fotografía de su pantalón.
-¿Qué recuerdos te quedan? ¿Soy el único qué tiene buenos recuerdos?- le preguntaba a la Kim Hanna de la fotografía.
Una luz de inspiración vino a él. Se levantó veloz a coger el ordenador y retocar la letra de la maqueta. Eso fue lo que hizo todo el día, editar la maqueta, añadir algo de letra. Editarla, para después llevarla al estudio. Pero no estaba acabada.
jamkkan gieok soge uril barabwa
neowa na uri dul joeun gieok sokutgo isseo ulgo isseocham maneun moseupdeul hamkke isseo
jeongmal naega geuri neoege mushimhaetteon geonji
mutgo shipeo algo shipeo
jeongmal naman joeun chueogeuro namanneunji”
negen daeche eottaetteon gieokdeuri namainneunji


La letra de la canción hablaba por si sola. Reflejaba la angustia, la tristeza, el arrepentimiento y el enfado que Joonchae sentía por todo aquello. Su relación hecha canción. Bonito, pero triste. Entonaba las estrofas mientras las grababa, para ver como quedarían. Repetía una y otra vez, y se escuchaba una y otra vez. Llegó un mensaje a su teléfono, y lo distrajo un segundo.
Ese día Kim Hanna no dormiría allí. Y tampoco el fin de semana. Estaría en casa de sus padres recogiendo cosas y visitando a su abuelo y a su tío. La reclamaban, ya que insinuaban que se había olvidado de su familia, cuando siempre había pasado más tiempo fuera de casa que dentro.
Le mandó un mensaje a Joonchae para confirmarselo, por si quería saber de su paradero. La verdad, no sabía muy bien por que lo hizo. A él no parecía importarle mientras trabajaba concentrado en su música. Hasta que vio el mensaje, en ese momento, fue cuando se dio cuenta de que eran las nueve de la noche y ella no estaba en casa. Lo que le alivio y preocupó a la vez. Y a ella... le daba igual él en general, así que se sintió extraña al hacerlo.
. . .

Sábado 12 de abril.
Hanna caminaba a su encuentro. De repente vio dos siluetas a lo lejos, parecían ser ellas. Achinó sus ojos y levantó sus gafas. Eran ellas. Estaba al otro lado de la calle. Gritó muy fuerte sus nombres, y levantó la mano para que la vieran mejor. Cuando pudo cruzar salió corriendo hacia ellas. Ellas la miraban emocionadas, con dos grandes sonrisas. Hanna las abrazó a las dos a la vez.
-Creía que pasaría mucho tiempo hasta que estuviéramos juntas de nuevo.
-No digas eso unni. Dónde tu vayas, siempre estaremos.- se abrazaron aún más fuerte.
-Por favor, vamos a hablar en español. Que al final se me va a olvidar.- se separaba llevándose las manos a la cara.
-Y yo que vengo aquí para practicar el coreano.- se indignó Nerea. Las tres rieron.
Entraron al restaurante, para poder sentarse tranquilamente a charlar y poder por fin comer. Todas estaban muertas de hambre.
-Que sepas que no he desayunado. Solamente llevo un café encima. Para comer como una cerda.
-Exacto. Porque no pienso pagar nada.- Hanna solo podía reírse- Porque con tantos disgustos que nos das, que menos.
-Y yo que he desayunado como una reina. Mi madre se ha emocionado sabiendo que este fin de semana estaría en casa.
-Uuuh, tu tranquila, por eso no te preocupes. Tu parte me la como yo.
-Si es toppoki, yo me como el de las tres.- sonrió de forma ladina.
-¡Eh! No te pases.- le desafió su hermana.- Se comparte. A partes iguales.
-El hambre es real.
-Llevó seis meses en España esperando a venir otra vez aquí solo para comer toppoki. Seis meses.
-Exagerada.
-Sabes lo peor.- las dos la miraron- Que te creo. ¿Qué tal el viaje bebés?
-Una mierda, como siempre.
-Yo creía que moría... empezó a haber tormenta por el trayecto... de verdad, que ni las pastillas me tranquilizaba...- se llevaba la mano al pecho, Hanna la miraba preocupaba, su hermana asentía.
-Pobre Nere.- acarició su hombro.
Llegó el camarero y las tres amigas pidieron comida para alimentar a una familia desnutrida. Cuando la comida llegó hubo un momento de silencio absoluto. Todas estaban saboreando los platos que habían pedido. Era perfecto. El lugar era muy acogedor. Tenían una pequeña sala para las tres solas, por lo que podían hablar tranquilamente.
-¿Cómo te van las cosas en la agencia unni?- le preguntó Andrea.
-Muy bien. Creía que iba a ser más duro. Más que nada porque no se trabaja de la misma manera que en España. Encima no tengo a Andrea cerca. Pero, me va bien.
-¿Pero no sigues hablando con ella?
-Sí, sí. Hablamos cuando podemos por skype. Le comento cosas que se están realizando aquí. Sobre todo le comento sobre equipos que hay aquí que se pueden utilizar para los proyectos. Me ayudó también con el proyecto de WORLD, pero todavía tenemos que seguir perfilando cosas.
-Tienes ayuda que es lo importante. ¿Cómo se llamaba?
-Geum JongDong. Sí, la verdad es que he conseguido a un buen amigo.
-¿Amigo?
-A ver, sabéis que yo lo del liderazgo... soy mandona, pero me gusta más el cachondeo que otra cosa. Jongdong-ni para mi es como mi mejor amigo en el trabajo, siempre estamos juntos.
-Jo, ahora tengo ganas de veros trabajar.
-Seguro que si lo conocéis os encanta. Es super cuqui.
-Ahora quiero conocerlo.- dijo Andrea con una dulce sonrisa.
Nerea no había participado casi en la conversación, estaba como ida. Solo ponía caras extrañas mientras hablábamos, y se llevaba comida a la boca. Hanna la miraba extrañada pero no sabía si quería preguntar que rondaba por aquella cabeza.
-Nere, ¿qué te pasa? ¿Tanta hambre tenías?- le pregunto su hermana. Hanna miró directamente a Nerea para ver la reacción de su cara.
-Lo siento, pero no puedo parar de pensarlo.- Nerea abría sus ojos como platos.
-Nerea...
-Es que, por una parte me duele, pero por otra estoy feliz y te quiero matar a la vez.- Hanna la miraba sorprendida no sabía que decir. Se hizo un silencio.- Tía, que era uno de mis cantantes favoritos.
-¿Era?- dijo su hermana. Ignoramos su comentario.
-No sé que decir...
-No pasa nada Sofí. Es que no sabía como sacar el tema. No se que habrá pasado. Pero si no lo has contado será porque es algo importante.
-Lo siento mucho...- quería contarles todo pero... no podía. Las tres se entristecieron un poco. Andrea miró a las dos amigas.
-Dios, cada vez que pienso que estas con él o que lo conoces se me para mi patatita.- decía llevándose la mano al pecho.
-Veo su cara todos los días, tampoco es para tanto...- removía la comida con la cuchara.
-Todos... los días... Dios mío, si no fuera porque ahora tengo otro bias supremo, te hubiese matado por mala amiga.- comentó Nerea.
-¿Quién?- preguntaba su hermana.
-Taemin. El chico que debutó hace tres meses. Creía que no iba a ser para tanto, pero dios mío... estoy muy obsesionada.- decía exagerada. El ambiente se relajó.
-Aaah, Taemin. Sí, es muy bueno.- decía sin más, mientras la cara de Nerea iba cambiando- Es de la compañía de Joonchae-ah. Quiero ver si puede entrar en el programa de WORLD para...
-Unni.- la cortó- Te perdonare todo en esta vida si me presentas a ese hombre.
-Nerea tío...- decía su hermana llevándose la mano a la cabeza. Hanna se reía viendo la cara que ponía Nerea. Era intensa, sus ojos estaban en llamas.
-Cállate.- dictaminaba.
-Vente al casting conmigo.- propuso Hanna muy seria.
-Está hecho.- se dieron la mano en señal de cerrar un pacto.
-¿Y tú que vas a hacer allí, dime?- le preguntaba su hermana.
-Pues... no lo sé, pero sobre todo mirar.
-Diré que es una ayudante en prácticas.- planeaba Hanna.
-Eso será gracioso.- Andrea no veía su plan. Mientras Nerea sacaba su mejor sonrisa y asentía.
-No sé si podrá articular palabra.- se burlaba Kim Hanna, Andrea también reía.
-Veréis. Lo voy a ver, me voy a presentar, se va a enamorar de mí a primera vista y me pedirá el teléfono para salir juntos.
-JA! Ni en tus mejores sueños.- decía Andrea.
-Pues no.- todas empezaron a reír.
-¿Tú también quieres venir Andrea? ¿Quieres conocer a alguien en especial?
-Anny, si voy será para conocer a idols y ver como son las cosas por allí. Pero yo ya tengo el amor que necesito.- su hermana se burlaba.
-Kuji,(Cierto) ¿qué tal con Kijin-shi?
-Genial.- decía con una dulce sonrisa- Nunca pensé que me fijaría en un hombre como él. Nomu haenboghae. (Soy muy feliz)
-Oiiis, esta muy enamorada, me encanta. Ais... que triste todo.- le cambió la cara de felicidad absoluta a una de amargura total.
-¿Triste, por qué?
-Nada, cosas mías.
-Oye, unni, ¿nos vas a contar por fin de qué va todo?
-Antes tenemos que llamar a otra persona, así os lo explicaré a las tres mejor. Vamos a “Sons of golden” y en mi despacho os lo contaré todo.
-¿Tres?- preguntó Andrea.
-Ah, ya sé. Ana.- Hanna les asintió con la cabeza. Las dos amigas estaban ansiosas por saber la verdad de que había pasado. Pero no sabrían toda la verdad hasta el día de la boda.
Salieron de aquel restaurante y subieron a un taxi que las llevaría hasta “Sons of Golden”. Era mucho más grande de lo que las jóvenes esperaban. La agencia de Kim Moonsik era la más grande de Corea, ya que no trabajaban solamente con idols, actores o bailarines. En ella se grababan programas, habían centenares de modelos. Cada uno de los sectores tenía su propio jefe, cada rama la controlaba un especialista en el campo. De ahí que aquella agencia tuviera muy pocos idols a su cargo. Ya que, no solo se centraba en trabajar una cosa. Y por ello el proyecto WORLD y la unión con “CJS Entertaiment” era tan importante.
Kim Hanna les hizo un pequeño tour por la agencia antes de llegar a su despacho. Fue a las salas más grandes de grabación. Les enseño desde fuera un ensayo de baile de uno de los espectáculos que se estaban preparando para un programa que se grabaría mañana. Estaban muy emocionadas, estaban viendo a algunos famosos, y se lo estaban pasando genial. A Hanna se le ocurrió que sería gracioso ir a las salas de grabaciones y editar algo. A las tres siempre les había encantado cantar juntas, y que mejor que en un estudio de grabación de verdad.
Entró al primero que vio. Abrió la puerta lentamente y allí vio a Kim Baekhyun, estaba en la mesa de mezclas, pues alguien estaba grabando algo. Beakhyun no se sorprendió, simplemente les hizo que pasaran en silencio y les dedicó una sonrisa. Hanna le sonrió también, y pidió perdón con una reverencia, pues no pensaba que hubiese alguien grabando. Se escuchaba una dulce voz de fondo. Andrea y Nerea se quedaron embobadas tras ver quién era. Hanna no lo miró hasta que no empezó a cantar la canción. Era él.
-“Míranos en nuestros recuerdos por un momento. Tú y yo, los dos dentro de buenos recuerdos. Reímos. Lloramos. Hemos compartido tantos momentos juntos. ¿Qué clase de recuerdos te quedan? ¿De verdad fui tan indiferente contigo? Quiero preguntártelo. Quiero saber. ¿Soy el único que tiene buenos recuerdos?”- cada palabra de aquella melodía decía mucho más de lo que Andrea y Nerea creían. Hanna no sabía ni como sentirse.
Joonchae cantando esas líneas sentía cada una de aquellas palabras. Y les trasmitía dolor, tristeza y nostalgia con su voz, sus gestos y su expresión. Cuando terminó de cantar esa estrofa Joonchae abrió sus ojos para coger aire. Se quedó de piedra tras verla allí delante. “¿Me ha escuchado cantar?”, pensaba.
-¿Qué haces aquí?- decía alterado desde dentro de la cabina de grabación.
-No sabía que estabas aquí.- dijo ella. Con lo que Beakhyun se sorprendió. Joonchae se quitó los cascos y salió de la cabina.
-Beakhyun ya hemos terminado, gracias.- se colocó bien la gorra.
-¿Guardo la grabación?
-Eh? Dee, gomawoyo hyung. (Sí, gracias)- Beakhyun asintió con la cabeza.
-Puedes seguir grabando, no quiero molestar.- Hanna se giró para salir de allí. Estaba nerviosa.
-Anny, anny. (No, no) No hay nada más para grabar.- salió detrás suya también muy nervioso. Nerea y Andrea se miraron atónitas y les siguieron.
-Ah, bueno de todas formas ya nos íbamos.- cuando se cruzaban sus miradas las esquivaban al segundo.
-Oh, dee, kuji. (Sí, claro)- parecían dos tontos que no sabían que decirse. Nerea y Andrea no se creían la situación. Hanna las miró a ellas.
-Omo, ellas son Andrea- la señaló, y alzó su manita para hacer un pequeño saludo- y ella es Nerea. Son amigas mías de España.- Joonchae abrió sus ojos sorprendido.
-Ah, Spain.
-Annyeonghaseo, mannaseo pangabseubnida (Hola, es un placer conocerte).- le extendió la mano efusivamente Nerea. Joonchae se sorprendió de nuevo, pero le dio la mano también.
-¿Habláis coreano?
-Dee.- dijeron las tres a la vez.
-Omo, kamjakia. (Que susto)- no sabía que le pasaba, aquella situación parecía haberlo vuelto tonto.
-Bueno, nosotras tenemos que irnos.- Hanna las miró incómoda, no sabía bien que hacer. Sus amigas no entendían nada, pero la siguieron- Tenemos que ir al despacho a ver una cosa, y eso...
-Ah, kuge? Mm, annyeonghi kaseyo. (¿Ah sí? Adiós)
-Annyeonghi kyeseyo. (Adiós)- dijo solamente Andrea.
-Hanna.- la llamó él, ella se giró incómoda- Ya hice hueco en el armario.
-Mm, dee, dee. Gomawo. Tteonanda.(Sí, sí, gracias. Me voy)- le decía mientras andaba.
Joonchae suspiró muy fuerte. Pareció destensarse de aquella situación incómoda. “¿Había escuchado toda la letra de la estrofa? ¿Sabía de qué hablaba? Que mal... Ya sabía yo, que no era buena idea grabar la canción en el estudio de aquí. ¡¿Hoy no era su día libre, qué hace aquí?!”, pensaba.
-Ais... michin.(loca)- la maldecía mientras veía como se iba.
Kim Hanna andaba rápida hacia su despacho. No sabía porque lo hacía exactamente. No podía escapar de él por mucho que quisiera. Él sabía dónde estaba su despacho, y que allí se dirigían. Pero aún no les había hablado de él a sus amigas, y aún no sabía bien que decirles, y ¡BOOM! Al primero que ven, y sin ella saber ni como reaccionar, ni como presentárselo. Y para colmo la canción. Que triste era aquella canción...
Siguiéndola, Andrea y Nerea tenían pensamientos distintos. Andrea pensaba en qué acaba de ocurrir, y por qué Choi Joonchae y ella parecían ¿tímidos? ¿asustados? ¿incómodos?. No sabía bien como interpretar aquello, esperaba que con lo que Sofía les contase se aclararan todas sus dudas. Mientras, Nerea miraba su mano concentrada. Tenía un único pensamiento en bucle: “No me voy a lavar esta mano en la vida”.
Llegaron al despacho y entraron en silencio. Hanna fue directa al ordenador que estaba en la mesa. Lo encendió y espero hasta que colocó el skype nerviosa. Andrea divisaba aquella extraña situación, cada una estaba totalmente inmersa en lo suyo. Hanna estaba concentrada mirando la pantalla del ordenador mientras su pierna se movía a velocidades de coche de carreras, y su hermana se sentaba poco a poco en la silla que había delante de la mesa mirando su mano aún embobada. Andrea se sentó también y cuando Hanna se sobresaltó, porque había conseguido entrar, se asustó un poco, y quitó a su hermana de la inopia.
-¿Qué?- dijo Nerea sin saber lo que pasaba a su alrededor.
-Ya podemos.- dijo Hanna dándole al usuario de Ana para llamarla.
-Te juro que no me voy a lavar la mano en la vida.- le dijo Nerea a su hermana. Andrea la miró extrañada.
-Estas fatal, no hagas eso.- le escondió a Nerea su propia mano.
-Pero...- la joven no le dio tiempo a quejarse cuando se escucho una voz por el ordenador.
-Por fin la señorita ocupada se digna a llamarme.
-Hola Ana.- dijo muy rápido.
-Ui, ¿qué te pasa?
-Hola Anaaa.- dijeron las hermanas a la vez. Lo que asustó a Ana.
-¿Estáis ya todas juntas?
-Sí, llegaron ayer.
-Yo quiero verla.- Andrea decidió ponerse junto a Hanna.
-Esperar, vamos al sofá, y ponemos el ordenador en la mesita.- las dos asintieron.
-Bueno, no es por nada pero deciros que sois unas malas amigas, porque estoy yo aquí sola, y vosotras estáis allí juntas. Pero sin rencores.- puso un falsa sonrisa, las tres rieron.
-Sabes que no estamos aquí por diversión.
-Ya lo sé, ya. Gracias por haberme llamado darlings.
-Ah, mujer, no es nada. Nos apetecía llamarte.- dijo Hanna, las dos hermanas se miraron confundidas. Hanna tenía miedo decirle a Ana la razón por la que había llamado, prefería continuar la conversación hasta que se tuvieran que despedir y entonces soltárselo, y colgar.
-Oiis, ha pasado una eternidad hasta que he podido ver tu cara otra vez Capi.
-He estado muy liada, lo siento. No he podido contarte mucho de todo lo que esta pasando. La agencia es un lío. Siempre tengo que hacer cosas. Con eso de que mi padre quiere que sepa que es trabajar como un jefe.- imitaban su voz.
-Me puedo hacer una idea, mi padre cada vez me esta pasando más casos suyos para que no pierda práctica.- suspiraba de cansancio. Ana miró el móvil un segundo, le había llegado un mensaje.
-Me imagino. Si antes estabas liada, ahora seguro que más.- Ana no le estaba prestando atención- Ahora tener que trabajar y estudiar a la vez. Pero bueno...- Ana ponía caras de sorpresa y enfado, Hanna la miraba pero no entendía nada.- Es lo que hay no, si quieres... alcanzar tu objetivo de... Oye, ¿qué estas viendo?
-¡¿Qué te vas a casar?!- gritó Ana.
-Oh, no.- no le salieron otras palabras.
-Sep.- dijo Nerea igual de indignada.
-Lo siento unni, tenía que saberlo.
-¿Se lo has dicho tú?- Hanna se giró para mirar enfadada a su amiga.
-¡No te enfades con Andrea! No te lo permito.- le decía Ana cabreada.- ¿Pero qué coño es esta entrevista?
-Eso mismo pensé yo.- se introducía Nerea. Hanna se llevaba las manos a la cara.
-Sí, sí, eso siéntete mal, por no habérnoslo dicho antes. Madre mía, unas semanas sin mí y te descontrolas. Te dije que te serenaras Capi.
-Tiene su explicación... no es una locura.
-Oh, menos mal.- decía sarcástica su amiga- Comienza a largar, señorita me voy sin decir nada y me caso sin deciros nada tampoco.
-No lo habría dicho mejor.- comentaba Nerea indignada afirmando con la cabeza.
-Vaya cacao más maravillao...
-¡Habla, maldita sea!
-EIS! A ver...- todas la miraban ojiplaticas. Hanna trago saliva, tenía miedo.- Sí... me voy a casar con Choi Joonchae-ah.- las tres amigas suspiraron a la vez.
-Vale, ahora cuéntanos algo que no sepamos.
-Todo lo que dice la entrevista es verdad. Nos conocemos desde pequeños.
-A ver, pero... ¿todo, todo?
-Sí.
-¿Os vais a casar en junio?
-Sí.
-¿Tan pronto? ¿Por qué?- preguntó Andrea. Hanna fue a contestarle pero no le dejaron.
-Lo importante no es cuando. Es con quien.- remarcaba Nerea- HOLAAA. Choi Joonchae. Uno de los cantantes, actores, compositores y presentadores más magníficos de Corea. Y que es precioso en persona, he de añadir.- Hanna la miraba con cara de “no exageres”.
-¿No es el cantante qué os gusta tanto?- se extrañó Ana.
-Síiii. Dios, alguien que se da cuenta.
-Nerea tranquilízate.- le decía su hermana. A Hanna se la veía abrumada.
-No quería deciros que lo conocía por si cambiabais vuestra forma de verlo. Cuando os conocí y os conté de dónde era, os emocionasteis tanto. Y el primer cantante que me dijisteis que os gustaba era él.
-¿Por qué iba a cambiar nuestra forma de verlo unni?
-Entonces...- Ana se quedó pensativa unos segundos, y solo tuvo que hilar un poco para saber la verdad- ¿Joonchae es el chico por el que te fuiste de corea?
-Sí...- dijo dolida. Nerea y Andrea se llevaron las manos a la boca.
-Unni...- llego a decir Andrea.
-Anny. Ves, eso es lo que no quería. Que lo juzgaseis como cantante por algo que hizo en el pasado. Hiciera lo que hiciera es un gran artista, es para mi también el mejor cantante de corea, es el mejor haciendo lo que hace y viviendolo como lo vive. Todos cometemos nuestros errores.- Andrea le asintió con una sonrisa, aunque algo triste. Nerea le puso unos morritos y la cogió de la mano.
-Sofía, esto me duele más que a ti. Pero lo siento, entiendo que fuera difícil contárnoslo a nosotras.- hizo una pausa dramática- No hace falta que me presentes a Taemin.
-Oh dios mio, aún sigue con eso.- Hanna se rió y acarició la mano de Nerea.
-No, hicimos un trato. Te lo presentaré. Aunque primero tendré que conocerlo yo.- Nerea la abrazó.
-Capi, pero no entiendo nada.- Hanna la miró- Después de todo lo que te hizo, y de lo dolida que estabas, ¿por qué vuelves otra vez con él?- Hanna la miró sorprendida, y a la vez no. Sabía que Ana era muy avispada y si se trataba de este tipo de temas aún más.
-Porque nos queremos.- dijo muy seria.
-Venga va. No me vendas ese royo a mi. Cuando me contaste todo lo que pasó estabas muy enfadada. Tus ojos decían odio, no amor. Para ti la amistad se había ido.
-Ana...
-¿Pasa algo unni?- Hanna se quedó mirando fijamente a la pantalla, en concreto a los ojos de su amiga. Que la miraba con cara de “a mi no me puedes mentir”.
-¿Tan raro es?
-Has mencionado a esa persona tres o cuatro veces como mucho. Y te estoy hablando de cinco años ya de amistad querida.- Hanna resoplaba.
-Hombre, no nos podía contar quien era.
-La verdad es que siempre que hablábamos de él y de sus canciones Sofía siempre prefería mantenerse al margen. Siempre nos dijo que le gustaba pero no opinaba sobre él. Solo de forma técnica.
-¿Y qué me quieres decir con eso?
-No sé, a lo mejor sentía rabia por lo que le hizo en su momento, pero lo quería demasiado como para no perdonarle.
Hanna se sentía abrumada por todo aquello que estaban diciendo sus amigas. Solo quería decirles la verdad y ya. Porque no era eso lo que estaba ocurriendo en su cabeza, ¿o sí? “No, no, no puedo perdonarle...”, pensaba.
-A lo mejor un día él la buscó y le pidió perdón y de ahí empezó todo.
-En la entrevista dice que nunca perdieron el contacto.- comentó Andrea.
-Osea, una de dos, o nos has mentido todo este tiempo. O la historia que contasteis no es real.- poco a poco Ana estaba desmontando su teatro y no sabía por dónde salir.
-Se que esto no es lo que queréis escuchar pero... quedaros con que nos vamos a casar, que nos queremos y que estaremos ocupados llevando a cabo el proyecto de WORLD.
-Increíble.- dijo Ana indignada.- Esto no va a quedar así. Espero que te prepares una buena excusa para esa mentira cuando vaya a esa “supuesta boda”.- hacía las comillas con los dedos- Porque se que eso no es verdad. Y claro, ahora caigo en que los billetes que tenías preparados para mí, eran para eso, para que asistiera a tu boda. Okay, muy bonito todo.- Hanna no podía ni mirarla.
-Nos vemos pronto Ana.
-Sí, nos vemos, que tengo que seguir estudiando. Adiós darlings, pasar buena estancia por allí y ya me vais contando.- les dijo a Andrea y a Nerea.
-Adiós, Ana, te queremos.- dijeron a la vez. Hanna cerró el portátil.
-Sofí, no hace faltas que seas otra persona con nosotras.
-Pero de todas formas, cuando estés preparada, vamos a escucharte. De momento, te apoyamos en todo lo que hagas.
-Gracias... lo único que necesito es sentir que estoy haciendo las cosas bien.- dijo seriamente y después puso una triste sonrisa.
-Unni, es hora de irse, pero si necesitas cualquier cosa, no dudes en llamarnos.
-Eso.
-Claro, lo mismo digo bebés.
Las tres se despidieron con un abrazo. Hanna las acompañó hasta la puerta principal a la espera de un taxi. Hanna las vio subir e irse. Se sentía extraña. Desde un principio sabía que a ellas era difícil mentirles, y no lo había conseguido. Pero si averiguaban todo lo que estaba pasando seguramente la raptarían para que aquella boda no ocurriese, o no. A lo mejor, la dejarían casarse. Pero harían barricadas para protestar por aquella forma arcaica y ridícula de hacer las cosas. Pero era lógico de comprender, tenían otra mentalidad, otras costumbres, y otra historia.
-Annyeonghi kyeseyo. (Adiós)- escuchó Kim Hanna detrás suyo.
-Omo, Joonchae-ah.- él paró en seco, esperaba que ella actuara como si nada y se despidiera de forma hostil como siempre. Pero no fue así.- ¿Seguías aquí?
-Dee... Acabo de terminar el rodaje de hoy. Voy a ir a casa a descansar. Aunque a lo mejor llamo a Kibum-ah. Ajig moleunda.(Aunque no lo sé)
-Mm, okay.- estaba incómoda, no sabía que hacer, pero algo de ella no quería que se fuese. Quería compartir con él su dolor, pero no se atrevía a decírselo.
-¿Pasa algo?- preguntó curioso.
-Anny (No)...- lo miró fijamente- geuge... (solo que...)
-Si no es nada, me voy.
Joonchae se giró y no miró atrás, fue directo al aparcamiento. Estaba nervioso, no quería quedarse a solas con ella, no quería que le preguntase por la canción, porque ni el mismo sabía que decirle. Hanna suspiró muy fuerte. En un segundo desaparecieron sus ganas de estar con él y de compartir su dolor, y se convirtieron en un inmenso y profundo odio.
-ODIO. ESO ES LO QUE LE TENGO. ODIO.- chillaba en español mientras la gente la miraba extrañada.

. . .

-Hacía mucho tiempo que no nos veíamos. ¿Por qué has decidido volver?
-Porque ella a vuelto, y me siento igual de perdido que entonces.
-¿Te ha resulto alguna de tus dudas?
-No... y solo hace que tenga muchas más dudas.
-¿Cómo te sientes con su vuelta?
-Al principio estaba muy perdido, ahora... no sé como sentirme. Unas veces estoy agusto, me siento bien, como si nunca se hubiese ido, otras... me siento culpable, enfadado, dolido...
-¿Has vuelto a escribirle cartas? A lo mejor te puede volver a ayudar.
-Anny... Pero estoy escribiendo canciones. El otro día escuchó parte de la canción que escribí. Aún no esta terminada. Vienen muchas melodías y muchas letras a mi cabeza, pero no consigo terminar ninguna. Es como si mis canciones no terminaran, porque no saben como terminar.
-A lo mejor necesitas responder algunas preguntas antes de terminarlas.- Joonchae la miró, podía tener razón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 20 – Honeymoon - Parte 1

“ Los cantantes y actores: Choi Joonchae y Ok Jiyoung. Se pelean en los despachos de la agencia “Sons of Golden”, después de la inquietante noticia publicada sobre Ok Jiyoung y su escándalo tras los rodajes del dorama “Like you”. ¿Cómo creen que afectará esto a sus carreras? ¿Creen qué los conflictos están relacionados? Todo esto y más intentaremos averiguar.” Hanna miraba las noticias del móvil preocupada. Todas hablaban sobre que estaba pasando exactamente entre aquellos escándalos. -Hanna-ya!- entraba Joonchae entusiasmado a su despacho- ¡Tengo una idea genial! Al verlo Hanna tan entusiasmado pensaba que sería alguna gran idea para el proyecto de “The World”, aunque no fue así. -A ver, cuéntamela.- le decía entusiasmada. -Hablé con Jihoo-hyung y Yoona-ni. Y me dieron la mejor idea del mundo.- Hanna se extrañó un poco pero lo dejo continuar- Les conté lo que pasó con OK Jiyoung, y todo eso de que te amenazo y eso. -Es-espera, espera, espera, ¿qué? ¿Qué le hablas a...

Capítulo 20 – Honeymoon Parte 2

Ya era el quinto día del viaje, y aquello había pasado muy rápido. Hanna sentía que no quería que aquello terminase. Estaba muy agusto en aquel lugar. El ambiente, el clima, los parajes, incluso la compañía de Joonchae, estaba siendo todo perfecto. Aunque le faltaba poco para que aquel paraíso se terminase en un pequeño infierno para ella. -¿Qué haremos hoy?- le decía con una gran sonrisa. -¿No quieres tomar el sol? -Hombre... sí... pero creía que íbamos a ir a otra aventura.- dijo un tanto desilusionada. Joonchae aunque por fuera parecía serio, por dentro se moría de lo dulce que acababa de ser Hanna. -Te estaba tomando el pelo.- la empujó riéndose a carcajadas, que pararon en seco en cuanto vio la cara de enfado de Hanna- Ejem. Hoy he pensado que sería buena idea alquilar un jeep e ir a visitar alguna cala, o alguna playa por ahí. La mejor que veamos. Y así podrás tomar el sol, y también tomar alguna que otra foto.- Hanna lo miraba entusiasmada, le encantaba a...

Capítulo 8 - Home, sweet Home Parte 2

Ya habían terminado de comer, y la hora de los postres era la preferida para algunos. Y les venía perfecto para aprovechar el tiempo charlando y paseando por aquel enorme jardín. -Kim Hanna-ni.- se le acercó Geum JongDong ofreciendole un trozo de sandía. -Gomawo, JongDong-ni. (Gracias) -¿En qué piensas? -En lo que dijo JiHoo-nim antes en la comida. -Mmmm, fue bonito lo que dijo.- sorbía fuertemente. Hanna lo observaba. -Fue... espeluznante. Espero que no lo haga de nuevo.- volvió a sorber JongDong. -Aju jaemi, jaemi.(Muy divertido, divertido)- ella se reía. Jongdong lo volvió ha hacer. -Ya... Come con la boca cerrada, y no sorbas tanto.- le reñía como una mamá.- Mira.- se le caía el agua de la sandía por las comisuras- Aigoo.- Hanna se acercó para limpiarselo.- Agi, agii... (bebé)- se burlaba. -Annyo.(No.)- le sonría JongDong. Parecía imposible, pero siempre dichas escenas las contemplaba alguien desde lejos, y casi siempre solía ser él. -Ya, ya, ¿qué se...