Ir al contenido principal

Capítulo 10 - Tú y yo somos WORLD Parte 2


Abrió sus ojos de nuevo. Se sentía tan mal. Quería recuperar a aquella persona de anoche y no sabía como. Ni como lo haría. Le llevó unos segundos, pero la inspiración invadió su cabeza. Y empezó a componer con todo lo que tenía. Pasó toda la mañana componiendo aquella canción. Era triste, pero era sincera. Él aún no entendía muy bien la letra que escribía, pero sentía que era lo correcto. Que era para ella. Que ella se sentiría identificada, porque es lo que su corazón quería transmitirle de verdad. Acabó el último acorde de esta y algo lo interrumpió, pero no le dio importancia. Alguien lo estaba llamando.
Cogió el teléfono en seguida. Era su padre. Iban a tener que explicar su relación esa misma tarde a las siete, en la agencia de “Sonf of Golden”. Lo habían arreglado todo para que fueran los dos allí y para que empezaran los preparativos de la boda. Boda a la cual ya le habían puesto fecha. Sería el 8 de junio. Era todo muy pronto y muy precipitado, pero nadie dijo que no. Todo estaba bien redactado en el contrato. Ya no se podía modificar.
Joonchae fue rápido a vestirse para ir a la agencia. Eran pasadas las cuatro de la tarde y aún tenía que hablar con Kim Hanna. Kim Hanna. Le tenía que devolver el bolso a aquella torpe descuidada, que ni si quiera se había atrevido a reclamarlo en ningún momento. Fue a mirar su móvil por si tenía alguna llamada importante. Su móvil tenía clave. “¿Cuál será?”, pensó. Por suerte, en los iphones no era necesario desbloquear el móvil para ver si había recibido mensajes. Aunque él no lo sabía en ese momento, los dos tenían la misma contraseña para desbloquear su teléfono. “18/04/10” la fecha de lanzamiento del primer CD de Choi Joonchae. Joonchae se fijó en los mensajes que tenía. No conocía a ninguno. Estaban todos en otro idioma, pero uno lo pudo leer. Estaba en un coreano un poco horrible, pero se entendía: "Te echo mucho de menos, tengo muchas ganas de besarte aunque no pueda". Choi se quedó boquiabierto y anonadado.
-WEO? WEOOOOOO? (¿QUÉ? ¿QUÉEEEEEE?)- leyó su nombre, Cris ponía- ¿Quién coño es este tal Cris?- se enfureció de repente y guardó el móvil con rabia.
Fue a su habitación corriendo para vestirse. Tenía que encontrar a Kim Hanna para que le explicase quién se supone que era ese tal Cris. “¿Y POR QUÉ QUIERE BESARTE?”, pensaba.
Se vistió de forma arreglada con una americana negra con estampado, debajo una camiseta blanca básica de pico y unos vaqueros negros. Iba a toda prisa en el coche para llegar a la agencia y buscarla. Entró rápido a preguntar en recepción. Le dijeron que seguramente se podía encontrar o en su nuevo despacho o en el estudio tres, aunque ninguno estaba muy seguro. Kim Hanna se movía por allí como si fuese un laberinto, ella era la única que encontraba siempre la salida, pero los demás la perdían siempre de vista. Prefirió ir al despacho, por si había mucha gente en el estudio, o estaban trabajando y no quería molestar. Aunque, de todas maneras debía molestarla, el asunto era muy importante. Y lo de la entrevista a las siete también lo era.
Estaba muy cerca de su despacho cuando vio salir alguien de allí. Achinó sus ojos para visualizar mejor quien podría ser ese joven. Era Geum Jongdong. “¿Pero qué no se cansan de estar todo el rato juntos?”, pensaba mientras lo miraba con asco desde lejos. Jongdong no lo vio, tomó otro camino. No sabía aún si Kim Hanna se encontraría dentro pero no pasaba nada. Cuanto más se acercaba, más escuchaba la música que salía de dentro del despacho. Sabía que canción era. Era “VENUS” de un grupo llamado Shinhwa. Se escuchaba también la voz de alguien más, que cantaba muy emocionada, imitando la voz de cada uno de los cantantes. Joonchae dejó de escuchar a hurtadillas. Debía parar aquel escándalo, aquella aberración para el oído humano. Y entró de repente.
-¡Ya!- chillaba mientras entraba en el despacho para que dejara de cantar.
-¡YAAAAA!- chilló ella mucho más fuerte.
Pues, además del susto tan gratuito que este le proporcionó, Kim Hanna se estaba cambiando de ropa. Se encontraba bajándose los pantalones. Lo cual hizo que a Joonchae se le tiñera la cara de un color rojo tomate. Y esta subiera rápidamente su pantalón.
-MICHOSS!? (¡¿ESTÁS LOCO?!)- gritaba ella enfadada.
Él nervioso y avergonzado cerró la puerta para que nadie más la pudiese ver, actuaba muy nervioso y torpe. Se tapaba la cara. La volvía a mirar. Se quejaba. Se volteaba.
-¿¡Pero qué haces cambiándote aquí!?- le decía alterado.
-¿¡Y tú por qué no llamas antes de entrar, PERVERTIDO!?
-¡Ya!- se volvió a girar. Kim Hanna se estaba colocando torpemente el pantalón en la silla.- Omo.
-¡YAAA!- se subió rápido el pantalón y le arrojó lo primero que encontró por la mesa del despacho.
-¡Que me das, michin (loca)!
-¡Es lo que pretendo, PERVERTIDO!
-AIS...- la miró con rabia y se cruzó de brazos. Se dio cuenta de que llevaba su bolso.- Ya. Toma tu estúpido bolso.- se lo lanzó.
-Eish.- lo miró ella con asco- ¿No sabes dar las cosas bien?
-¡¿Pero si eres tú la primera que va tirando proyectiles por ahí a la gente?! Omo.
-Shut up. Yo no voy entrando donde no me llaman, sin tocar a la maldita puerta.- le decía señalandole con el dedo enfada.
Mientras, miraba lo que había en el bolso. Cogió su móvil. Joonchae la miraba atento con cara de pocos amigos. Ella entraba para revisar todos los mensajes.
-Ya, ya. Ahí tienes tú estúpido móvil, con tus estúpidos mensajes, de tu estúpido amigo...- decía entre dientes mientras se emparejaba la chaqueta. Hanna le volvió a tirar otro proyectil. Esta vez acertó en su cabeza.- ¡Ya! Kumanee! (¡Para!)
-Ya...- lo miró desafiante- ¿Has mirado mis mensajes?- el abrió sus ojos sorprendido, y después intento disimular.
-Anny, annyo...(No, no...)- miraba a otro lado. Ella iba acercándose poco a poco. Él retrocedía hasta que se topo con la pared.
-¡YA!- Joonchae pegó un salto asustado chocándose otra vez- ¿Quién te crees para mirar mis mensajes? ¿EH?- Kim Hanna en ese momento le daba mucho miedo, pero ella no lo podía notar.
-Y... y... ¿y tú?- le empujó con el pecho- ¿Qué... qué haces ligando por ahí?- dijo nervioso, casi tartamudeando, pero cabreado. Ya se lo había dicho.
-WEO? (¿QUÉ?)- Hanna lo miró aún más cabreada.- ¿Qué hago qué?
-Pue... PUES...- lo ojos penetrantes de Hanna lo observaban con rabia- ¡YA! ¡¿Por qué alguien te quiere besar?!
-WTF?! ¿BESAR?
-¡DEE, DEE! Kissu.- se cruzaba en jarras mientras su mirada era de un loco celoso. Hanna empezó a reír sin control alguno. Su carcajada se escuchaba fuera de aquel despacho y retumbaba las paredes.- Ya...- la miraba extrañado- Ya, Kim Hanna-ya. Respondeme.- le decía, pero esta seguía con su risa. No podía parar de reír.- Yaaa.- la cogió por los brazos. Hanna seguía riéndose sin hacerle caso.- ¡KIM HANNA!- esta paró en seco su risa, lo que asustó más aún a Joonchae.
-Eish... Si estas celoso no es mi problema, arasseo? (¿Vale?)
-ANNY! Annyo. (¡NO! No.)- la soltó bruscamente.
-El mensaje que has leído era de mi ex-novio.- se colocaba las gafas.
-¿Ex... novio?- lo miraba atónita.
-Sí. ¿Qué pasa? ¿Una no puede relacionarse con nadie?- se giró para terminar de ponerse las lentillas. Joonchae se sentía muy tonto en ese momento- No todo el mundo me odia como tú.- la miró dolido. “¿La odio?”, pensaba él.- Algunos me quieren por como soy.
-¿Cómo alguien va a querer a alguien tan desastre?- se intentó defender. Ella le volvió a tirar otro proyectil- KUMANEEE! (¡QUE PARES!)
-¿Por qué te duele tanto aceptar qué alguien me quiere besar?- Joonchae se ruborizó. Ella se lo decía simplemente para fastidiar, porque no creía que realmente a él le importara siquiera si a ella le pasara algo.
-Anny-a... A mi me da igual. Me da completamente igual.- se giró para que ella no notara su nerviosismo. Aunque ni el mismo sabía porque sentía todo aquello. ¿Estaba celoso? ¿Le daba igual? “Dee, dee, me da igual, me da igual.”, se repetía en su cabeza.
-¡Pues sal de mi despacho!
-¡Ya! Deja de chillarme y vístete. Que pareces un vagabundo. Si vas así vestida normal que dude de que te pueda querer alguien.
-¡PUES SAL DE MI DESPACHO PERVERTIDO!- le volvió a chillar otra vez con el bolso en la mano en señal de que se lo iba a lanzar.
Joonchae asustado salió corriendo de allí. Se escuchó como el bolso chocaba contra la puerta cerrada.
-¡Salvaje!- asomó de nuevo la cabeza para provocarla. Esta volvió a tirar otra cosa, pero le dio tiempo a cerrar.- OMO. Michin. (Esta loca)
-MICHIN. SI NO SALE DE MI DESPACHO COMO PIENSA QUE ME VOY A CAMBIAR DE ROPA.- se le escuchaba gritar a Hanna desde dentro del despacho.- Y ENCIMA HA SIDO ÉL EL QUE ME HA INTERRUMPIDO PRIMERO. MALDITA RUBIA OXIGENADA.- Joonchae se llevó la mano a la cabeza indignado y salió de allí hasta la sala de juntas dónde se celebraría la entrevista.
Ya eran las siete menos cinco y no se habían parado a hablar tranquilamente sobre lo que iban a decir en la entrevista. Porque cada vez que se veían siempre estaban igual. Se peleaban por lo que fuese. Joonchae se paseaba intranquilo por la habitación contigua a la sala de prensa esperando a que ella entrara por la puerta. Alguien abrió. Miró fulminante la puerta, pero su expresión cambio al instante. Hanna entraba decidida, con el pelo algo alborotado y un vestido blanco ceñido hasta la rodilla, que marcaba toda su esbelta figura. Iba ahora más maquillada y sin las gafas. Con los ojos bien arreglados y unos labios rojos que destacaban sobre todo lo demás. Joonchae, después de quedar boquiabierto, cruzó un instante sus ojos con ella.
-No la cagues.- le dijo ella sacándolo del trance.
-¿Estáis ya?- entró unos segundos más tarde Kim Moonsik.
Hanna asintió con la cabeza, y su padre le indicó el camino. Al ver que Choi Joonchae seguía en su mundo de pensamientos lo cogió de la mano arrastrándolo hacia la rueda de prensa. Cuando cruzaron las puertas los curiosos periodistas, que allí se encontraban, comenzaron a sacarles fotos. Los dos se sorprendieron. Pero aún de la mano, siguieron hasta llegar a la mesa dónde tendrían lugar las preguntas. Todas aquellas fotos estarían dentro de unos minutos en las redes sociales, en todo internet, y más de uno se llevaría una sorpresa con las noticias que estas anunciaban.
Se sentaron, pero antes Hanna le soltó la mano. Él se sintió extraño y la miró. Ella se estaba colocando bien en la silla, y cuando terminó lo miró. Se sorprendió al ver su cara de perdido. Un flash la hizo reaccionar, y le sonrió dulcemente. Aunque no le sonreía a él. Sonreía a la cámara que tenía delante de ella, y se giró para que esta pudiera tomar otra perspectiva de la pareja. Joonchae seguía desconcertado. “¿Por qué está tan segura? Cuando lo hace parece tan real...”, pensaba.
-Una foto de pareja.- dijo uno de los periodistas que se encontraban en la sala. Lo que hizo que Joonchae reaccionara. “No es real. Es un papel.”, se decía.
-Dee.- dijo con una sonrisa complaciendo a los periodistas.
Joonchae se acercó a Hanna apoyando su cabeza en la de ella, mientras cerraba sus ojos y sacaba una dulce sonrisa poniendo a la vez sus dedos en “V”, cómo siempre hacía. Ella se estremeció, pero reaccionó dándoles a las cámaras su mejor sonrisa, y cogiendo dulcemente con su mano izquierda la cara de Joonchae. Nadie pudo olvidar esa imagen desde entonces. Hicieron varias fotos más y empezaron a entrevistarles.
-¿Cuándo os conocisteis?- comentó uno de los periodistas. Los dos se miraron. ¿Quién debía responder?
-Kunde...(Pues...)- dijeron los dos.
-Omo, a los dos les interesa la pregunta.- dijo de nuevo el periodista, y la sala comenzó a reír.
Ellos sonrieron también algo incómodos. En verdad, no era para nada eso. Simplemente no habían preparado nada. Iban más perdidos que un pollo sin cabeza. Hanna abrió sus ojos para darle pasó a que él contestara.
-Kunde... Nos conocemos desde que Kim Hanna-ya tenía tres años. Que fue cuando llegó a Corea.- se hizo revuelo entre los periodistas.
-¿Tenéis una relación desde entonces?
-Annyo! (¡No!)- contestaron de nuevo los dos, ahora muy alarmados. La sala se echó a reír de nuevo.
-Parece qué estáis muy compenetrados.
-Nuestras familias son muy cercanas. Desde que me adoptaron siempre hemos estado juntos. Como amigos.- remarcó.
-¿Usted es adoptada?
-Dee... Creo que se nota un poco.- dijo sarcástica. El periodista se disculpo y prosiguió.
-Quería decir... cuéntenos algo más.
-Mis padres me adoptaron en España. Mi madre creyó conveniente adoptar a alguien de otra nacionalidad, para que supiera en todo momento que no importaba lo de fuera, sino lo que yo llevaba por dentro. Por eso me siento coreana y española al mismo tiempo.
-Aunque eso también le trajo muchos problemas de pequeña...- soltó Choi Joonchae creando curiosidad entre los periodistas. Ella lo miró atónita.
-¿Tuvo una infancia difícil?
-Annyo. Kunde...(No. Pero...)- lo miraba enfadada.- Todos hemos pasado por malos momentos. Pero eso siempre nos hace más fuertes.
-Estaba siempre pelándose. Tooodo el rato. Siempre la tenía que estar sacando de todos los apuros.- comentó él chistoso.
-¡Ya!- se giró ella a mirarle. “JUGULE (ESTÁS MUERTO)”, decían sus ojos. Los periodistas se asustaron, pero rieron al mismo tiempo.
-Vemos que tienes mucho carácter.- Hanna se llevó las manos a la cara avergonzada, y pidió perdón con una reverencia.
-Demasiado.- le acariciaba Joonchae la cabeza a Hanna, mientras ella por dentro lo maldecía.
-Ahora nos hacemos una idea de qué pasó en el aeropuerto de Incheon.- dijo un periodista gracioso.- ¿Una pelea de pareja?
-Dee, dee.- contestó Joonchae muy rápido.- No me avisó de que llegaba a Corea ese día. Yo estaba allí recogiendo a un amigo. Cuando la torpe de Kim Hanna-ya se chocó conmigo, y me tiró todo el café que tenía en la camisa.- todos echaron a reír. La única que no se reía era ella, que solamente hizo una sonrisa de asco hacía él.
-Sí, una que no puede dar ni una sorpresa a la gente.- lo miró con desprecio.- Pero que conste, que tú tampoco colaboraste en el cabreo del aeropuerto.- sonrió a los periodistas.
-Perdona si reaccioné como cualquier persona lo haría.- le contestó con la misma sonrisa falsa. Los dos se miraron.
-Entonces, ¿cuándo empezasteis a salir oficialmente?- prosiguieron.
-¿Oficialmente? Oficial, oficial, ayer.- dijo una sincera Kim Hanna. Todos se quedaron raros.
-Pero...- le decía Joonchae.
-Pero, peeeero... nosotros empezamos una relación hace...- lo miraba dubitativa- seis meses.- lo miró como que no sabía que responder.
-Dee...- “¿Pero qué coño estamos haciendo?”, se preguntaban los dos.- Pero... No nos hemos podido ver mucho.
-Digamos que... nosotros hablábamos aunque yo estuviera en España.- se miraban los dos y asentían aprobando la historia del otro.- Y un día...- gesticuló con las manos efusivamente y se quedó callada. Él la miró.
-Y un día... weo? (¿qué?)- le sonrió, tenía ganas de saber que iba a inventar esta vez.
-Pues... me dijo que quería estar conmigo.
-¿Y ya?- preguntó él serio.
-Me dijo que me amaba demasiado como para dejarme ir otra vez.- ella lo miró convencida de su historia, y él la miró con repelús y rabia. Expresión que tuvo que quitar.
-Dee, dee. La quiero taaaaanto.- la abrazó con fuerza, tanto que casi la deja sin respiración.- Nae ma-um. (Mi corazón)
-Omo, littel dino.- le pellizcó en la pierna para que dejara aquel abrazo efusivo a la vez que mortal.
-¿Cuánto tiempo estuviste viviendo en España?- le preguntaron a Hanna.
-He estado viviendo allí ocho años más o menos. Me fui muy joven para aprender Español y audiovisual, pero sobre todo fotografía. La verdad es que estuve todo el tiempo estudiando. Aún con la pequeña empresa que monté con una amiga, lo demás ha sido todo el tiempo estudiar.- Joonchae puso atención a lo que ella contaba con tanta pasión y delicadeza.- Disfrute mucho de España. Lo voy a echar de menos...- él la miró triste. “¿Qué echará de menos? ¿A quién?”, pensaba él.
-¿No piensa volver a España? ¿Eso es por qué tiene compromisos aquí en Korea?
-Mmmm, mollao. (No lo sé) Algún día me gustaría volver... pero ahora es imposible. Dee, digamos que tenemos un gran compromiso entre manos.- todos los allí presentes empezaron a murmurar de nuevo.
-¿Juntos? ¿Habrá boda?- toda la sala que estaba llena de periodistas empezó a alterarse. Y ellos dos se miraron sorprendidos. ¿Lo podían decir?
-Dee...- dijeron a la vez avergonzados. Todos empezaron a murmurar otra vez.
-¿Cuándo será?- preguntaban ansiosos.
-El ocho de junio.- dijo una Kim Hanna decidida.
Era de lo único que se acordaba de ese maldito contrato, ya que sería el mismo día que llevarían a WORLD al mundo. Todos los periodistas estaban emocionados e impactados por la respuesta.
-Puede parecer un poco pronto... pero nosotros lo preferimos así. Son muchos años los que hemos estado juntos, como amigos o no. Lo único que nos importa es estar juntos.- había vuelto otra vez el Joonchae lerdo que no tenía palabras para contestar a todo lo que ella estaba soltando por esa boca.
Él todavía no podía creer lo buena que era como actriz. Todos la creían con facilidad. Sus ojos de verdad que trasmitían ternura y amor. Un amor que parecía verdadero. Hasta a él mismo le confundía la mayoría de veces. Algo vino a su cabeza. “...saranghae...”, recordaba lo que Kim Hanna dijo cuando dormía en su cama. “¿Esta enamorada de verdad? ¿De quién?”, se preguntaba curioso y triste.
-Una última pregunta.- Kim Hanna asintió con la cabeza- ¿Entonces pensáis vivir juntos?
-Ya estamos viviendo juntos.- sentenció ella.
Él volvió de su inopia bruscamente. Sus ojos parecían que iban a salirse de sus cuencas de un segundo a otro. Pero no dijo nada. No podía contradecirla en esos momentos.

. . .

Abrió la puerta con fuerza. Se quitó los zapatos muy rápido y fue directo al sofá. Se lanzó con fuerza y comenzó a chillarle a uno de los cojines y a patalear con rabia.
-Ais... ¿no vas a parar? Ya te he dicho que lo siento... Estaba tan metida en el papel.- decía mientras arrastraba su maleta dentro del piso. Él levantó su mirada y la fulminó con ella- ais... mianheyo... Kunde... (Lo siento... pero...) ¿acaso crees qué yo quiero vivir contigo? ¿Eh? Annyo. Siro, siroooo. (No, no quiero, no quierooo)- se cruzó de brazos.
Kim Hanna se sentía incómoda. No sabía dónde meterse. Todo esto había sido culpa suya. Ahora le tocaba vivir con él antes de tiempo, y todo por contestar sin pensar. Se pegaba golpes el la cara. Intercalaba entre la cabeza y la boca, maldiciendo lo que había hecho.
-Ais, michin. (Loca)- se sentó en el sofá.
-¡Ya!- le gritó. Lo que provocó que se levantara del sofá.
-Ais, me has asustado. No te lo decía a ti, rey del camino. Eis... Ottokhae...? (¿Qué hago...?)- pataleaba.
A los dos le vino la imagen de Kim Moonsik. “Todo lo que habéis dicho tenéis que mantenerlo. No vale ir de locos y decir lo primero que se me ocurre. Que por lo que he podido ver, es lo que ha pasado ahí.” Los dos se miraron con cara de perrito abandonado. Joonchae se llevó las manos a la cabeza y fue a buscar un poco de agua para refrescarse las ideas. Ella seguía con la misma expresión. Él decidió irse a su habitación. La única habitación de toda la casa. Y cerró de un portazo detrás suyo. Ella se sobresaltó.
-Omo, michin, michin.- alzó su puño- Cómo si él hubiese dicho algo...
Kim Hanna miró a su alrededor. Se sentía incómoda. Incluso más que cuando salió corriendo esa misma mañana. Se cruzó de brazos, y se sentó en el sofá esperando a que Joonchae saliera de la habitación. Miraba su maleta. La observaba.
-¿Y dónde voy a dejar mi maleta? Omo... ¿dónde voy a dejar mis cosas? OMG! ¿Dónde voy a dormir?- miró el sofá de reojo.
Se acercó poco a poco a la puerta de la habitación. Estaba dubitativa. ¿Debía o no entrar? Tocó suavemente. Nadie contestó, así que decidió abrir poco a poco.
-Joonchae...- nadie le contestaba- Choi Joonchae...- seguían sin contestar- ¿Estas dormido?- decidió abrir del todo la puerta.
Estaba tumbado en la cama. Daba vueltas de un lado para otro. Él cerraba los ojos con fuerza mientras se intentaba tranquilizar con la música que se había puesto. No la llegó a escuchar debido a que tenía los cascos. Hanna al percatarse de que los llevaba se acercó poco a poco y tocó su pierna.
-Jogi... (Disculpa...)
-¡AAAAAAH!- comenzó a gritar Joonchae del susto que le había propiciado Hanna. Ella se echó hacia atrás asustada.- WEO? WEO? WEOOOO? (¿QUÉ? ¿QUÉ? ¿QUÉEEE?)
-Anny (Nada)...
-Weo?! Wae? Bara, bara. (¡¿Qué?! ¿Por qué? Dilo, dilo)- se quitó los cascos y se levantó de la cama.
-Jogi... ¿dónde voy a dormir yo?- Joonchae se tiró de espaldas en la cama y se puso la almohada en la cara para poder chillar. Kim Hanna lo miraba asustada. Dejó de repente de gritar y apartó la almohada.
-Ya... Duerme en el sofá.- sentenció.
-Weo? Annyo. (¿Qué? No.) Duerme tú.- le desafió.
-¡Esta es mi casa!
-¡Y a mi me da igual! Se un caballero y ve a dormir tú al sofá.- le señaló la salida.
-ANNYO!(NO) ¡Esta es mi cama, MI CAMA TE DIGO!
-Ais. No se puede hablar contigo.- lo miró con asco- Ya, ya, y si...
-¡Y si nada! ¡Tú al sofá!
-Kunde, ¿y sí separamos la cama? ¿mm?
-¿Y si te vas a dormir al sofá?
-Aigooo, mira hombre.- puso la almohada en la mitad de la cama.
-Ni miro ni nada. Estate quieta.
-Pero así tú tienes tu mitad y yo la mía.
-¡Que no!- la empujaba hacia la salida.
-Aigoo, jeeeeeebal.(por favoooor)- Hanna se escapó y se lanzó sobre uno de los dos huecos que había hecho en la cama.
-¡Ya! ¡Levántate! ¡Ahora mismo te digo!
-Annyo! Siro! (¡No! ¡No quiero!)- Joonchae empezó a estirarle de la pierna.
-¡Que te muevas!- ejercía fuerza.
-¡Siro, siro, sirooooo! (¡No quiero, no quiero, no quieroooo!)- ella se agarraba fuertemente al colchón.- Omo. Lo acabo de manchar de pintalabios. Mianhae. (Lo siento)- Joonchae agotado por todo aquello la soltó con fuerza.
-No puedo contigo.- se tiró al otro lado de la cama. Se hicieron unos segundos de silencio.
-Mianhae (Lo siento), mañana lo lavo.- dijo con voz tierna.
Él solo puedo responderle con un gruñido. Kim Hanna se colocó en la cama, cogiendo la posición con la que iba a dormir. De repente se levantó. Fue al baño a quitarse el maquillaje y las lentillas. Cuando entró en la habitación se había cambiado de ropa y se volvió a acostar otra vez en la cama. Él levantó su cabeza. Llevaba un pijama diminuto para el frío que hacía pensaba. Se dio la vuelta, dándole la espalda.
-Gomawo. (Gracias)- le dijo ella.
-Ya. Cállate. Intento dormir.
-Estúpido...
-Te he escuchado.
-Dee, eso quería.- se hizo de nuevo un silencio. Los dos seguían con los ojos abiertos, muy incómodos por aquella situación.
-¿Me llamaste “littel dino”?- se levantó mirándola muy extrañado aún por la entrevista.
-Aigo.- Hanna lo miró atónita- Duérmete ya Joonchae-ah.- apagó la luz.
-Sirooo! (¡No quiero!)
-Ulgima (No llores). Duérmete.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 20 – Honeymoon - Parte 1

“ Los cantantes y actores: Choi Joonchae y Ok Jiyoung. Se pelean en los despachos de la agencia “Sons of Golden”, después de la inquietante noticia publicada sobre Ok Jiyoung y su escándalo tras los rodajes del dorama “Like you”. ¿Cómo creen que afectará esto a sus carreras? ¿Creen qué los conflictos están relacionados? Todo esto y más intentaremos averiguar.” Hanna miraba las noticias del móvil preocupada. Todas hablaban sobre que estaba pasando exactamente entre aquellos escándalos. -Hanna-ya!- entraba Joonchae entusiasmado a su despacho- ¡Tengo una idea genial! Al verlo Hanna tan entusiasmado pensaba que sería alguna gran idea para el proyecto de “The World”, aunque no fue así. -A ver, cuéntamela.- le decía entusiasmada. -Hablé con Jihoo-hyung y Yoona-ni. Y me dieron la mejor idea del mundo.- Hanna se extrañó un poco pero lo dejo continuar- Les conté lo que pasó con OK Jiyoung, y todo eso de que te amenazo y eso. -Es-espera, espera, espera, ¿qué? ¿Qué le hablas a...

Capítulo 20 – Honeymoon Parte 2

Ya era el quinto día del viaje, y aquello había pasado muy rápido. Hanna sentía que no quería que aquello terminase. Estaba muy agusto en aquel lugar. El ambiente, el clima, los parajes, incluso la compañía de Joonchae, estaba siendo todo perfecto. Aunque le faltaba poco para que aquel paraíso se terminase en un pequeño infierno para ella. -¿Qué haremos hoy?- le decía con una gran sonrisa. -¿No quieres tomar el sol? -Hombre... sí... pero creía que íbamos a ir a otra aventura.- dijo un tanto desilusionada. Joonchae aunque por fuera parecía serio, por dentro se moría de lo dulce que acababa de ser Hanna. -Te estaba tomando el pelo.- la empujó riéndose a carcajadas, que pararon en seco en cuanto vio la cara de enfado de Hanna- Ejem. Hoy he pensado que sería buena idea alquilar un jeep e ir a visitar alguna cala, o alguna playa por ahí. La mejor que veamos. Y así podrás tomar el sol, y también tomar alguna que otra foto.- Hanna lo miraba entusiasmada, le encantaba a...

Capítulo 8 - Home, sweet Home Parte 2

Ya habían terminado de comer, y la hora de los postres era la preferida para algunos. Y les venía perfecto para aprovechar el tiempo charlando y paseando por aquel enorme jardín. -Kim Hanna-ni.- se le acercó Geum JongDong ofreciendole un trozo de sandía. -Gomawo, JongDong-ni. (Gracias) -¿En qué piensas? -En lo que dijo JiHoo-nim antes en la comida. -Mmmm, fue bonito lo que dijo.- sorbía fuertemente. Hanna lo observaba. -Fue... espeluznante. Espero que no lo haga de nuevo.- volvió a sorber JongDong. -Aju jaemi, jaemi.(Muy divertido, divertido)- ella se reía. Jongdong lo volvió ha hacer. -Ya... Come con la boca cerrada, y no sorbas tanto.- le reñía como una mamá.- Mira.- se le caía el agua de la sandía por las comisuras- Aigoo.- Hanna se acercó para limpiarselo.- Agi, agii... (bebé)- se burlaba. -Annyo.(No.)- le sonría JongDong. Parecía imposible, pero siempre dichas escenas las contemplaba alguien desde lejos, y casi siempre solía ser él. -Ya, ya, ¿qué se...