Ir al contenido principal

Capítulo 8 - Home, sweet Home Parte 1



-Yeobushaeyo? (¿Diga?)- contestaba el teléfono una Hanna un tanto somnolienta.
-¿Qué? ¿Ya te has olvidado de que tienes amigos?
-Amigos como tú que me llaman a las...- miro el reloj del móvil.- siete de la mañana un domingo... mejor no tenerlos.- se restregaba la cara.
-¡Bien Nerea! Hemos calculado bien la hora.- reían orgullosas- ¡Levántate osezno!
-Que malas...- se intentaba incorporar Hanna.
-¡UNNI! ¿Dónde mierda estás?- pregunto la susodicha Nerea.
-No te juntes tanto con Ana, que se te pegan las cosas mujer...
-Holii.- dijo una voz finita por el teléfono.
-Holii An. Y.. ¿Esto a que viene?
-¿Te parece que con un mensaje nos íbamos a conformar?
-La verdad es que si... An... ¿Tú no estabas ahora en Corea?
-Anny... Nerea me dijo que la esperara, y todavía estamos aquí en Madrid.
-¿Cuando volvéis?- preguntó muy interesada.
-Dentro de poco, unni.- respondió Nerea.
-Nada... ellas también me dejan sola.- soltaba apenada "Miss Despertador Personal".
-No tenemos la culpa de que seas una antisocial.
-Shut up! Bitch! - le respondió ruda.
-Dee.- sonreía la aludida aunque su amiga no pudiera verla.- Pues ya que me habéis llamado deciros que me voy a quedar aquí mucho tiempo.
-¿Cuánto es mucho?
-Aproximadamente... ¿dos años?- calculó a ojo.
-¡¿Dos años?!- se alarmó Ana.
-Aigoo, Johaaa (Me gusta), nos podremos ver todos los días.- Ana la miro fulminante.- Mianh, Ana. (Lo siento)
-Pues me opongo.- dijo firme a su mandato.
-Qué estés estudiando para juez no significa que tengas que dictar sentencia todo el rato.
-¡¿Qué no?!
-Ya, ya, tranquila, que tengo boletos para ti. Para cuando puedas neni.
-Ya soy mayor, ¿sabes?
-No lo pareces.- soltó gratuitamente Nerea.
-OLEEE.- dijo con gracia, todas rieron.- Bueno, bueno, después de que Nerea te haya dejado mal. Te lo digo enserio. Cuando quieras. A lo mejor hago algo que no te va a gustar. Pero te aguantas.
-Sí, sí. Con que no me venga muy de sorpresa.
-Okay, unni, pues nos vemos.

Las tres amigas se despidieron de ella, y no pensaron en ese momento exactamente a que se quería referir Kim Hanna con sus últimas palabras. Pero se darían cuenta, muy tarde. Unas se alegrarían, otras no tanto, y otras, muy pocas, proclamarían Vendetta por aquella traición.

. . .

Era el día perfecto para quedar todos juntos, y tras el mensaje sorpresa de la parejita feliz todos se estaban preparando para la barbacoa que se iba a organizar en casa de Choi JoonChae, la cual era una sorpresa para él también, era la primera noticia que recibía de aquello. Pero para eso estaban los amigos, para llenar tu día a día de sorpresas y aprovecharse de todo lo que tú tienes.

Pero a aquel explicito mensaje los recién casados añadieron un apartado más para Hanna y JoonChae: "Id preparándose, hoy lo tenéis que hacer oficial". ¿Pretendían que el centro de atención fuesen ellos?
-La lleváis muy clara...- respondía al mensaje con una sonrisa pícara.

Hanna no iba a ser controlada de nuevo, y el agobio que pasó el día anterior fue lo que la puso de sobre aviso. No quería quedarse sola en ningún momento de aquella comida. Aunque tenía a YooNa. No. Ella era la menos indicada. Ahora creía firmemente en lo que decía Choi JoonChae, ella estaba tramando algo. "No debo juntarme con el enemigo.", pensaba. Así que decidió llevar a su ahora "gibyeong chingu" (amigo salvavidas).

-¡JongDong-ni! ¿Te gustaría venirte a comer conmigo y un par de amigos?- le comentaba por teléfono.

Geum JongDong iba a ser su salida de escape, esta vez no iba a caer en los juegos de Park YooNa, manipuladora de relaciones. Pero con lo que no contaba ella era que la mente de YooNa ya iba a años luz de aquel misero plan.

Mientras, en el coche, directo a recoger a KiBum y SooDae, el anfitrión de aquella comida se dirigía a comprar todo lo necesario para aquella barbacoa, que también tendrían que preparar ellos, porque esta vez no podían dejar que Kang JiHoo se encargara del fuego, o que YooNa preparara aquellos adobados riquísimos, era su día de relax. Aunque ya tendrían el relax suficiente en su viaje a Sri Lanka, que salía ese día a las ocho de la tarde.

-Venga subid.- les dijo JoonChae.
-¡Me pido delante!- exclamaba un Im SooDae muy alegre.
-Dee... Ya me lo has dicho antes como unas ochenta veces.
-¿Qué tal la noche hyung? ¿Tú saliste de fiesta?
-Annyo... (No...)¿Debería haberlo hecho?- preguntaba extrañado JoonChae.
-Aigooo, como se nota que os hacéis mayores.
-Se "supone"...- hacía las comillas KiBum.
-Juggo sipeo? (¿Quieres morir?)- le comentaba JoonChae mientras con la mano derecha le hacía cosquillas a su copiloto.
-...que si ayer no salimos no celebramos como debe ser la boda de hyung.- seguía con su explicación, mientras los dos que llevaban el coche hacían los energúmenos.
-jijiji Hyung, hyung, la carretera.- sufría y reía a carcajadas a la vez un Im SooDae débil.
-Esas fueron las palabras exactas de SooDae-ah. Ya... Yaaa, JoonChae, hoy no quiero morir de un accidente de tráfico, graciias.- les indicaba con su parsimonioso tono.
-Arasseo. Ijen geuman. (Vale. Ahora, vamos a parar.)
-Hyung, pero si has empezado tú.- comenzaron otra vez las cosquillas.
-Aiish... SooDae-ya, shut up.
-Wuaa hyung, eso lo entendí.- se sentía orgulloso.
-Arasseo. (Vale)- le pedía silencio mediante un gesto.

Llegaron al supermercado entre risas y comentarios obscenos, parecían tres amigos normales, pero KiBum era la clave que los hacía más normales. Nada más entrar por la puerta de aquel establecimiento cada uno de ellos ejercía un papel primordial. Choi JoonChae era la mamá con el carrito, con la lista de la compra en mano que consentía los caprichos de los demás; Im SooDae era el niño caprichoso, al que de todo le apetecía y sin saber bien cómo, de todo y en todo momento podía comer; y Lee KiBum parecía convertirse en el agarrado padre, midiendo y contando cada won que gastaban, según él, no todos los médicos tenían el mismo dinero, y él procuraba ahorrarlo bien. Entre unas cosas y otras compraron lo suficiente, y un poco más.

-No me gusta venir a comprar con vosotros...- replicaba KiBum.
-Hyung.- decía con la boca llena.- Be Happy.
-Tranquilo, todo va a mi cuenta hoy, no te preocupes.
-SooDae, cuantas veces te he dicho que no me hables con la boca llena de comida.
-Deeee,- tragó.- es anti higiénico.
-Ayudadme.
-¿Y si te acuerdas, por qué no lo haces?
-Porque se cayó de la cama de pequeño.- los dos amigos reían con maldad.
-Aish... Annyo, esa fue Im SooRi.
-Jinsil. (Cierto)- dijeron serios a la vez.
-Touche.- subió SooDae al coche.


Siempre se metían con él de manera amigable, era el pequeño y siempre le decía que era su forma de aceptarlo en la pandilla. Aunque de eso ya habían pasado muchos años. Im SooDae ya era uno más de ellos, tal y como lo podía ser JiHoo. No solo los años, también las cosas que pasaron forjaron a fondo esa amistad. Y por eso y con más razón los admiraba a cada uno de ellos y se sentía orgulloso de los "hyung's" que tenía.

-Mmm, Hyung,- decía esta vez SooDae en los asientos de atrás muy inclinado entre los delanteros.- una pregunta...- los dos pusieron las orejas, SooDae podía soltar cualquier barbaridad en cualquier situación y en el momento menos inesperado.- ¿qué pasó ayer con Kim Hanna?- los ojos de sus hyung's se abrieron, efectivamente no se esperaban esa pregunta.
-Pues...- dijeron los dos.

Estos se miraron raros. JoonChae con un carraspeo siguió mirando a la carretera, como, si después de haber metido la pata, el tema no fuese con él.

-Pues,- KiBum miraba a JoonChae de reojo.- no pasó nada, solo fue un susto.
-¡Y tanto que un susto! Hyung era un momento muy importante.- le acercaba la cara de sufrimiento y rabia que llevaba.
-Aparta, hombre. ¿Importante? ¿Por qué importante?- Im SooDae se sentó recto y nervioso tras las palabras de su hyung.
-Im-im-im-portante por por... ¡YooNa y nuestro Hyung!- se alteraba y se ponían aún más nervioso.- De verdad, eh, que tenga que ser yo el que lo tenga que hacer todo. No os preocupáis por la boda de hyung, ni por comprar leche de plátano. ¡En que mundo vivimos!- hacía sobre exagerado. Ellos se reían de lo nervioso que se había puesto en un segundo.
-SooDae, SooDae-ah, tranquilo, te vas a marear y me vas a vomitar en el coche, y eso si que algo de lo que me preocupo.
-Cierto. Pero comentarte que no fue nada.- puso la oreja.- Solo que Hanna-shi tenía una herida, y casualmente por algún esfuerzo se le había abierto, no era nada más.
-Pues bien que saltaste...- protestó JoonChae.
-¿UNA HERIDA?
-Tú te quedaste en blanco...- se picaban suavemente los dos amigos.
-¡AI DIOS MIO! ¡QUE TRAGEDIA!- seguía con su numerito Im Soodae.
-Que conste que todavía no estoy preparado para esas situaciones...- se justificaba JoonChae.
-¡HYUNG HYUNG!
-Ara (Lo sé), por eso yo si.- le dio unos golpecitos en el hombro.
-¡HYUNG! ¿Pero esta bien? ¡RESPONDE MALDITA SEA!
-¡IM SOODAEEE!- le gritaron los dos amigos.
-¡Respira por favor! ¡Que te he dicho del coche!- el aludido empezó a respirar fuerte.
-Solo tenía una herida en el brazo, nada más.
-¿COMO DE GRANDE?- KiBum empezó a señalar la parte del brazo donde Hanna tenía la herida.- Por favor... no bajes más.
-Es broma.- rió confidente.
-Tú, y tus malditos chistes macabros de médicos.

No se hizo largo el camino a casa de JoonChae, aunque esta estuviese a las afueras. Llegaron cargados de comida que pudieron descargar gracias a que salieron a ayudarles.

-¡OPPAA!- salió disparada, corriendo a la pata coja, una Choi SeungChae emocionadísima.
-Es la única mujer que no se cae rendida por mi.- comentaba Im SooDae.- JoonChae le pegó un "capón".
-Tío, que es mi hermana.- abrió los brazos para recibirla. Pero pasó por su lado como si de un viento realmente fugaz se hubiese tratado.

Este se levantó poco a poco, un tanto decepcionado. SeungChae se lanzó encima de Lee KiBum, tirando este, de la sorpresa, la leche de plátano de SooDae.

-SooDae tú... Omo.- se puso colorado.
-Oppaa hacía tiempo que no venías a verme.- lo abrazaba con fuerza.
-¡Mi leche!- fue a recogerla del suelo.- De verdad, que poco considerados...
-Omo... SeungChae-shi. Qué alegría.- le dedicaba siempre a ella su mejor sonrisa.
-SeungChae-ah, oppa, SeungChae-ah.- le corregía avergonzada.
-Ya. Ya. Que corra el aire.- la cogió en volandas JoonChae.
-¡Oppa!- rechistaba.
-Mian. (Lo siento)
-Oppa, oppa...- la imitaba su hermano.- Quédate a más de un metro de distancia de KiBum, aratji? (¿De acuerdo?)
-Meeerong.- rechistó.

Los tres amigos fueron a sacar las bolsas del coche.

-SeungChae-ah, ayúdame a sacar las bolsa.
-Dee, oppa!
-¿Cómo lo hará?- dijeron SooDae y JoonChae a la vez, mientras veían como KiBum se alejaba con SeungChae hablando y riendo.
-Yo quiero de mayor ser cómo él.- suspiraba Im SooDae. Joonchae se reía.
-Se tú mismo. Eso es lo importante.- el amigo le asintió.

Entraron en la casa con dirección a la cocina, lo dejaron todo encima de las encimeras. Desde la puerta que daba al jardín ya se escuchaba jaleo. Salieron a ver qué pasaba. Ya estaban casi todos allí. No se perdían ni una.

-Por fiin. Ya ha llegado la comida.

Habían preparado la mesa de la terraza. Fuera se encontraban los señores Choi, la pareja feliz, Im SooRi y Tao, un compañero de SooDae; varias amigas de YooNa y una pareja amigos de JiHoo. ¿Faltaba alguien?

-Pero qué horas son estas de salir a comprar.
-Pues a las horas a las que avisas tú de que vamos a comer en MÍ casa, dongsaeng.
-Dee, dee, mianhaeyooo. (Sí, sí, lo sientooo)- le hizo un corazón con los dedos.
-¡Hey! Tao, al final has podido venir.- saludaba con un apretón de manos Im SooDae a su compañero.
-Dee. Ayer no pude ir a la boda por lo del viaje. No podía faltar.

Comenzó el diálogo.

-Bueno, adeul (hijo), nosotros nos tenemos que ir. Que lo paséis muy bien.
-Deee.
-Disfrutar, estáis como en casa.- decía Choi JungSoo mientras se marchaba.
-Puees... ¿Quién tiene hambre?

Todos respondieron, había un hambre voraz entre aquellos amigos. Siempre pasaba lo mismo aún siendo la una del medio día. Song Jonghyun y Park MinSoo, se fueron directos detrás de Kang JiHoo a preparar la barbacoa. No podían dejar que él pringara. Y lo mismo pasó con Park YooNa.

-Jebal, jeeebal,(Por favor, por favooor) dongsaeng quédate aquí con tus amigas.- la llevaba JoonChae fuera de la cocina.
-Aigoo... Siroo! (No quierooo) De seguro que destrozas la cocina.
-Tranquila, YooNa-noona, yo voy con él.- le dijo Im SooDae.
-Aiigooo...- miró a JoonChae.- No dejes que él entre a la cocina.
-Arasseo, arasseo. (Vale, vale)- le sonreía.
-Yaa... Noona, dangsin-eun nappeum yeoja. (Eres una mala mujer)- hizo el amago de pegarle, este sonrío. JoonChae entró a la cocina, y detrás de él Im SooRi.
-Annyong, oppa. (Hola)
-SooRi-ni, ¿me ayudas?
-Dee...- dijo insegura- Lo voy a intentar... sabes que la carne cruda...
-Jinsil. Eotteon, gwenchanna, (Es verdad. Entonces, no pasa nada) ve colocando los tuppers que ha traído Oh SaeByeong en la mesa.
-Oh... Dee. Oppa..., cuando puedas, hablamos. Okay?
-Okay.- le sonrío. Salió fuera sonrojada.

No pasaron ni unos segundos después de que ella saliera cuando...

-¿Prefieres que te ayude yo?- JoonChae mantenía la cabeza agachada intentando quitarle el plástico a una de las cajas.
-YooNa... No te he dicho que te vayas fuera...- levantó la cabeza.

No era YooNa. Se mantenía en la puerta de la cocina apoyada. Mientras lentamente pasaba su lengua por la comisura del labios.

-YooNa? Annyo. (No)

Se quito las gafas de sol, mientras se reía de la cara de pasmado que tenía. Llevaba unos shorts ajustados altos y una camisa de cuadros de color verde, a conjunto con unas vans también verdes.

-Ya... ¿Al final has venido? Te podrías haber quedado en casa, tampoco era necesaria tu presencia.
-Aigooo,- le estiro del pelo- de momento mantente calladito, pareces estar más... bueno, tampoco quiero pasarme.- Él la miro de reojo con cara de asco.
-Ya, ya, pues ayudame.
-Siroo.(No quiero)- se iba hacía fuera, él la cogió de la mano y la miro con cara de no saber bien que hacer.
-Aissh... Te ayudo, te ayudo. Pero porque veo que no tienes ni idea.
-Dee, claro, será por eso.
-Y porque la que te iba a ayudar...- se metió un poco de kimchi a la boca.- Tampoco te iba resultar de mucha ayuda...- JoonChae le metió a presión otro trozo para que callara.
-Tú también deberías estar callada. Te ves igual de mal, pero es lo que hay.- le pegó la aludida en el brazo, el otro se giró irritado.
-Desagradecido...- le dedicó el piropo con la boca llena de kimchi.
-Kim Hanna-ni?

Entró alguien por la puerta de la cocina. Hanna dejó lo que estaba haciendo rápidamente.

-Omo, JongDong-ni.- un escalofrío recorrió la columna de Choi JoonChae.- Me había olvidado de ti, mianhaeyo. (Lo siento)
-Anny-mida. (No pasa nada)- se colocaba las gafas.
-Ven voy a presentarte a la gente. Que no conozcas, claro.
-Dee.- le hizo una reverencia.
-Ottokae? Kuman, kuman. (¿Cómo? Para, para.)- él se llevaba la mano a la cabeza.- Gwiyeo...(Que lindo...)- Pasaron completamente de JoonChae, y se dirigieron a fuera.
-Omoo, Kim Hanna-shi.- se escuchaba decir fuera de la cocina.
-¿Ha pasado de mí? ¿Otra vez?- miraba a todos los lados, siguió preparando las cosas.- Y encima deja de ayudarme...- paró en secó, y salió también. No se iba a quedar ahí solo. O eso pensaba él.
-Yaa, creía que no ibas a venir.- sonreía pícara YooNa- Pero te traes a Geum JongDong. ¿Qué tramas?- le preguntó bajito. Hanna le sonrío.

Todos se estaban presentado, JongDong era tímido, pero tenía algo que hacía que quisieras hablar con él. Eso era lo que más le gustaba a Hanna. Porque ella no era de abrirse a las personas, y encontrar a JongDong había sido muy gratificante, y lo mismo pensaba Park YooNa. JoonChae vino por detrás y le extendió la mano.

-Choi JoonChae.- le dijo secamente.
-Mmm, annyoghashaeyo (Hola), JoonChae-shi.- le estrecho la mano, este lo miro de reojo y asintió quitando rápido la mano.
-Bueno, venga, que todo el mundo haga algo.- todos rieron y asintieron.
-Dee! Que hay mucha hambre.
-Hanna, ven conmigo.- le dijo JoonChae.
-Yes, sir.- esta cogió a JongDong.
-Yo puedo ayudar en lo que sea.- JoonChae lo miro sorprendido, "¿Qué hace este aquí?", pensó, pero su cara lo dijo todo.
-Venga a trabajar.- se restregaba las manos Kim Hanna.
-Tampoco te esfuerces mucho, tú.- entró también en la cocina KiBum.
-Pues ayúdame, y así no hago todo el trabajo.
-Dee.- se miraban coquetos. JoonChae los miraba atónitos.
-¿No somos muchos en la cocina?- soltó JoonChae.
-Annyo.(No)- dijeron KiBum y JongDong a la vez. Lo cual provocó la carcajada de Hanna, y una cara de pasmarote irritado en JoonChae.

"¿A qué juegas?", pensaba uno; "Vengo preparada.", pensaba la otra. Se le quedaron dentro las ganas de comentarle algunas cosas, pero lo primero de todo era actuar con normalidad. Tampoco sabía bien que decirle. A veces se sentía mejor solo molestándola. Parecía que simplemente volvía todo a su curso.

Rápidamente prepararon la poca comida que habían traído y la colocaron en la mesa. Todos se acercaban ansiosos, sobre todo Kim Hanna, Im SooDae y Chang Tao, sus estómagos rugían con los primeros aromas de la carne haciéndose en la parrilla.

-Mmmm, maldita sea. Podría hacerse más rápido.
-Creo que voy a morir del hambre...- se frotaba la barriguita- Por cierto... ¿Tú nombre era?
-Tao, Chang Tao.- le tendió la mano.
-Oh, dee, mian. (Oh, sí, lo siento)- comenzaron a servir la carne.- Soy un tanto mala con los nombres.

Todos empezaron a sentarse en aquella larga mesa de madera cuadrada con sus bancos a juego. Hanna tomo asiento después de Tao, justo a su lado.

-Y... ¿Eres modelo?- pregunto curiosa. Las orejas de JoonChae, KiBum y SooDae prestaron atención y cogieron sitio cerca o en frente de ellos.
-Dee... ¿Cómo...?- se quedó sorprendido y de él salió una risilla tímida.
-Jinjja? Mollao. (¿En serio? No sé)- se llevó la mano a la cabeza sorprendida.- Tienes pinta. Alto, guapo, pareces tener buen cuerpo y te juntas con Im SooDae... En verdad... Lo último que he dicho no tiene mucho sentido para sacar eso...- se quedó rallada.
-Creo que era lo que tenía más sentido.- dijeron las tres marujas que escuchaban atentamente.
-Omo, de todas maneras acertaste.- se sonrieron.
-¡Ya, Ya! Prestadme atención. Y no comáis...- miraba JiHoo fulminantemente a sus jóvenes amigos.-Solo quería hacer un pequeño brindis- alzó su cerveza- por los mejores amigos que un... que un hombre como yo...
-Ya, hyung, yo creía que eras una chica.- todos comenzaron a reírse.- Que decepción.
-Ya, yaa, JoonChae-ah, tú puedes comenzar a comer.- le dijo para que callara la boca.
-Arasseo. (Ya lo sé)- le sonrió tontamente y fue a meter sus manazas en la comida. YooNa y Hanna que lo tenían cada una al lado le pellizcaron del brazo.- ¡Au!
-Bueno, continuando... deciros que siempre os he tenido, y no pedí nada a cambio, igual que vosotros a mi me teníais cuando lo necesitabais... y que por muchas cosas malas...- se calló unos segundos, segundos en los que un helado y amargo escalofrío recorrió la garganta de Hanna- o raras que haga. Al fin y al cabo siempre os... me vais a tener ahí.
-Hyung...- todo el mundo estaba abrumado con las palabras de Kang JiHoo.- Me has dado miedo.- hacía pucheros Im SooDae.
-Parece que te vayas a morir y sean tus últimas palabras... ¿Tienes alguna enfermedad mortal?- preguntó curioso el único médico de la sala.
-¿Qué dices? Exagerado.
-¿No puedo decirles a mis amigos cuanto les quiero?
-Di que sí jeobo.(cariño) ¡Fighting!- JiHoo le sonrío culpable.
-¡Ya! Pues solo di que nos quieres mucho y punto. No te vayas por las ramas.- alzó la voz JoonChae.
-No te piques.- le dijo Song Jonghyun.
-Annyo! (¡No!) Solo... que me molesta su palabrería.
-Aigoo, habló de palabrería el compositor más ñoño del mundo.- soltó una voz por encima de la suya. Era la de Lee KiBum.
-UUUUh, abriendo el cajón de mierda. Lo ha abiertoooo, abiertoooo.- metía cizaña SooDae.
-Esa ha sido buena.- le seguía Chang Tao. Se chocaron los dos amigos las manos.
-Ya... KiBum-ah. Qué tú no sepas apreciar la música. No es, mi problema.- se le hinchaba la vena del cuello, odiaba esos comentarios, y KiBum lo sabía.
-Creo que tengo mejor gusto musical que tú.
-¿Ya empezamos?- comentaban a los lados del duelo, mientras JoonChae y KiBum se miraban desafiantes.
-Son críos, tenéis que dejarlos.- dijo gracioso, intentando destensar el ambiente con una carcajada.
-¿Y entonces por qué no te haces músico? Ah. Pero si el cantante y el compositor soy yo. Fíjate.- remarcó.
-Wuaaaa, esto se pone interesante.- decía Tao.
-Señoras y señores hagan sus apuestas. ¿Quién creen que ganará? ¿Hanna quién crees que sabe más de música?- le preguntó ilusionado invadiendo el lugar de su compañero.

Kim Hanna no prestó atención a la pequeña disputa de los dos amigos, todavía le estaba dando vueltas a lo que les había dicho Kang JiHoo con su tan emotivo discurso, y eso que se encontraba en medio de todo aquel berenjenal.

-Molla...(No sé...)- dijo flojito. Tao y SooDae se miraron extrañados.
-Lo siento, pero vi más importante salvar vidas.- ese comentario no le sentó nada bien.
-Yo con mi trabajo y mi esfuerzo, intento hacerla feliz.- le dijo serio.
-Mianhaeyo, (lo siento) no pretendía decir eso.- todo el mundo trago fuerte. Muchos, por no decir la mayoría, no sabían porque se disculpaba pero la tensión que se respiró en aquellos segundos les fue suficientes para mantener el silencio.

Hanna alzó la cabeza al escuchar aquellas últimas palabras, no entendía aquella escena, pero ella se sentía exactamente igual.

-Bueno... creo que es mejor, seguir comiendo. No vamos a dejar esta comida tan rica en el plato.
-Sí...- comentaban todos.

Cada uno intentó sacar un tema diferente en la mesa, para que no volviera a ocurrir aquella escena en un día de "celebración"; pero y con todos los temas más interesantes del mundo Choi JoonChae, Lee KiBum y Kim Hanna parecían estar muertos por dentro. Sin ninguna muestra de preocupación por unirse a aquellas conversaciones. Cada uno tenía sus razones. Y que aquellas palabras hubiesen salido de sus bocas no significaba el enfado, pero si la angustia y el pesar. Lo único que resultaba raro era la mente de Hanna. "JiHoo-shi... ¿que tratas de decirme?", pensaba.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 20 – Honeymoon - Parte 1

“ Los cantantes y actores: Choi Joonchae y Ok Jiyoung. Se pelean en los despachos de la agencia “Sons of Golden”, después de la inquietante noticia publicada sobre Ok Jiyoung y su escándalo tras los rodajes del dorama “Like you”. ¿Cómo creen que afectará esto a sus carreras? ¿Creen qué los conflictos están relacionados? Todo esto y más intentaremos averiguar.” Hanna miraba las noticias del móvil preocupada. Todas hablaban sobre que estaba pasando exactamente entre aquellos escándalos. -Hanna-ya!- entraba Joonchae entusiasmado a su despacho- ¡Tengo una idea genial! Al verlo Hanna tan entusiasmado pensaba que sería alguna gran idea para el proyecto de “The World”, aunque no fue así. -A ver, cuéntamela.- le decía entusiasmada. -Hablé con Jihoo-hyung y Yoona-ni. Y me dieron la mejor idea del mundo.- Hanna se extrañó un poco pero lo dejo continuar- Les conté lo que pasó con OK Jiyoung, y todo eso de que te amenazo y eso. -Es-espera, espera, espera, ¿qué? ¿Qué le hablas a...

Capítulo 20 – Honeymoon Parte 2

Ya era el quinto día del viaje, y aquello había pasado muy rápido. Hanna sentía que no quería que aquello terminase. Estaba muy agusto en aquel lugar. El ambiente, el clima, los parajes, incluso la compañía de Joonchae, estaba siendo todo perfecto. Aunque le faltaba poco para que aquel paraíso se terminase en un pequeño infierno para ella. -¿Qué haremos hoy?- le decía con una gran sonrisa. -¿No quieres tomar el sol? -Hombre... sí... pero creía que íbamos a ir a otra aventura.- dijo un tanto desilusionada. Joonchae aunque por fuera parecía serio, por dentro se moría de lo dulce que acababa de ser Hanna. -Te estaba tomando el pelo.- la empujó riéndose a carcajadas, que pararon en seco en cuanto vio la cara de enfado de Hanna- Ejem. Hoy he pensado que sería buena idea alquilar un jeep e ir a visitar alguna cala, o alguna playa por ahí. La mejor que veamos. Y así podrás tomar el sol, y también tomar alguna que otra foto.- Hanna lo miraba entusiasmada, le encantaba a...

Capítulo 8 - Home, sweet Home Parte 2

Ya habían terminado de comer, y la hora de los postres era la preferida para algunos. Y les venía perfecto para aprovechar el tiempo charlando y paseando por aquel enorme jardín. -Kim Hanna-ni.- se le acercó Geum JongDong ofreciendole un trozo de sandía. -Gomawo, JongDong-ni. (Gracias) -¿En qué piensas? -En lo que dijo JiHoo-nim antes en la comida. -Mmmm, fue bonito lo que dijo.- sorbía fuertemente. Hanna lo observaba. -Fue... espeluznante. Espero que no lo haga de nuevo.- volvió a sorber JongDong. -Aju jaemi, jaemi.(Muy divertido, divertido)- ella se reía. Jongdong lo volvió ha hacer. -Ya... Come con la boca cerrada, y no sorbas tanto.- le reñía como una mamá.- Mira.- se le caía el agua de la sandía por las comisuras- Aigoo.- Hanna se acercó para limpiarselo.- Agi, agii... (bebé)- se burlaba. -Annyo.(No.)- le sonría JongDong. Parecía imposible, pero siempre dichas escenas las contemplaba alguien desde lejos, y casi siempre solía ser él. -Ya, ya, ¿qué se...