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Capítulo 5 - Una impresión, nada en claro


-Y pensar que dormiría tan bien.- suspiró Hanna.
-¿A qué hora llegaste a casa?- preguntó su padre.
-Kurse... (Pues...)- le sonrió- Tarde seguro que no.
-Bueno.- se colocó la chaqueta- Hoy tomatelo con calma. Deja que el equipo te explique más o menos todo. Escucha lo que te digan, araji? (¿vale?) No eres nueva en esto. Pero trabajamos de forma distinta.
-Yo me acostumbraré a ellos, y ellos a mi. Así trabajo yo.
-No dudo de ti.
-Con escucharlos una hora bastará.- se rió.
-Kim Hanna-ya...
-Confía hombre, confía.
El coche que los llevaba ya estaba estacionando en frente de la empresa “Sons of Golden”. Era un gran edificio, un poco a las afueras del centro de Seúl. Así podían crecer como la nueva empresa que iban a ser.
Hanna bajó sin olvidarse de lo más importante, su cámara. La llevaba casi siempre con ella. Y en un día como hoy era necesario. No podía tener mascotas así que todo su aprecio iba para aquella Nikon.
-¿Por qué te has traído eso?
-Pues, porque sí. Es mi bebé.- apretó con fuerza la cámara.
-Aigo...
-Ya, que gracioso.- reía ella sola- Todavía me río cada vez que lo veo. “Sons of Golden”.
-De verdad que yo no se como te puedes parecer tanto a él. No tenéis remedio ninguno de los dos.- hacía referencia a su tío.
-Nega? (¿Yo?) Oye, no corras tanto appa. ¿Me vas a indicar donde tengo que ir?- intentaba ponerse a su altura.
-Annyo.
-Annyo?
-Kim Hanna-ya, voy apurado, muy apurado. Pregúntale a alguien.
-What? ¿Pero qué tienes que hacer a las siete de la mañana?
-Aquí se trabaja. Se giró indignado al escucharla.
-Bla, bla...- Kim Moonsik paró en secó.
-Oye tú, joven.- se dirigía a un chico de gafas que pasaba por ahí un poco apresurado también.- ¿Trabajas aquí, no?
-Dee?- él joven se quito uno de sus auriculares muy rápido al ver quien le estaba hablando- Sí, jefe.
-¿Trabajas en el equipo número tres?
-Omo, dee...- se quedó sorprendido, como sabía tanto de un empleado, se preguntaba. Pero era todo pura casualidad.
-Hanna-ya.- lo interrumpió. Él joven se tapo la boca como señal de que no tenía que hablar más de la cuenta.- Este joven es de tu equipo. ¿Cómo te llamas?
-Geum JongDong-ibnida. (Soy Geum Jongdong)- se acercó Hanna algo cansada de perseguir a su padre con todos los bártulos.
-Hanna-ya te presento a Geum JongDong-shi te guiará hasta el equipo.
-Omo, jongmal? Nega? (¿De verdad? ¿Yo?)
-Dee. Bueno, buenos días. Y a trabajar muy duro.
-Dee.- dijeron los dos. JongDong además le hizo una reverencia.
Ella miraba como se iba su padre, mientras JongDong intentaba poner una pose interesante, que dejo en cuanto ella lo miró.
-Nugu... (Quién...)- no pudo acabar la frase.
-Kim Hanna-ibnida (Soy Kim Hanna). Trabajaré muy duro.- hizo una pequeña reverencia.
-Omo.- se sorprendió y le dedicó una sonrisa muy tierna- Dee, tú... ¿tú también trabajas en el equipo 3?
-¿Equipo...?- se rasco la cabeza- La verdad es que no se de que equipo soy, llegué antes de ayer a Corea y la verdad es que voy un poco perdida.- le sonrió.
-No pasa nada mujer. Ya veremos como encontramos tu equipo.
-Dee, gamsanmida. (Sí, gracias)- él se quedó embobado sonriendole hasta que cayó en la cuenta de algo.
-Omo, omo, ¡que tarde es! Ya, date prisa, sígueme. Después te ayudaré a encontrar tu equipo, okay?
-Dee, claro, ¿pero qué pasa?
-Hoy llega también la “jefa” del nuevo equipo. Y nos dijeron que es muy, muy estricta.- le decía asustado- Y como ves llegamos tarde, que desastre soy.
-Oh, vaya. Sí, tranquilo. Aja. (Vamos)- le asentía con la cabeza.- Gwiyeo. (Que lindo)- dijo bajito Hanna. Le había parecido el chico más “cute” de toda Corea.
Él salió disparado. Corría un tanto raro, y a Hanna le hacía cada vez más gracia. Ella lo seguía un poco agobiada, ya que llevaba la cámara, pero seguía corriendo tan rápido como siempre. Pasaron por el gran hall como locos hasta recorrer uno de los pasillos centrales y acabar en una de las salas donde se realizaban los reportajes. Llegaron fatigados. Los dos respiraban muy fuerte. Cuando JongDong abrió la puerta, todos los que allí se encontraban se giraron abrumados. Pero al ver que solamente era el tardón de Geum JongDong respiraron tranquilos. Ella pasó por detrás de él sin que nadie se diera cuenta.
-¡Ya!¡¿Quieres morir?!
-Ais, que susto.
-Si llega a estar aquí, mueres JongDong-shi.- le decían sus compañeros.
-Dee. Jaesonghabinida, jaesonghabinida,... (Sí, lo siento, lo siento)- repetía con reverencias. Él dejó su bolsa en una mesa que había en una esquina.
-Ya, Geum JongDong-shi.
-Dee?- se giró- Omo, me había olvidado de ti, mianhae-seo. (Lo siento)
-No pasa nada tranquilo. ¿Todavía no ha venido?
-Anny...- se sentó en la mesa, Hanna dejó su cámara y se sentó a su lado- ¿Tampoco te han dicho de que vas a trabajar?
-Pues me dijo que me encargaría de varios proyectos.
-Omo, ¿eres buena con la cámara?
-De las mejores.- presumía ella, los dos rieron.
-Yo también.- puso una pose de victoria.
-¿Tú te encargas del equipo?
-Annyo.- se echaba las manos a la cabeza- No soy tan tan bueno. De momento a cabo de entrar.
-Yo me tendría que ocupar de algún equipo.
-Omo, ¿cómo jefa?
-No, solamente como fotógrafa.
-¿No es lo mismo?
-¿Sí? Entonces no trabajáis igual que yo.
-¿De dónde vienes?
-De España.- le dijo con una sonrisa.
Alguien abrió la puerta de aquella sala. Y todos dejaron de hacer lo que estuvieran haciendo. Geum JongDong se bajó de un salto de la mesa. Por la puerta solo entró Park Yoona. Todos la miraron con ansia, esperando a que detrás suya hubiese alguien más. Y, efectivamente, así era, pero no era lo que ellos se esperaban.
-Buenos días chicos.- dijo Yoona muy amable.
-Dee.- dijeron todos.
-Os presento a Park EunJi-shi. Es la nueva becaría. Y va a entrar en vuestro equipo hoy también.
-Trabajaré muy...
-Ya, ya, Park Yoona-shi.- interrumpieron a la pobre, que agachaba la cabeza- ¿Se puede saber donde esta la nueva jefa?
-¿Quién?
-¡Yoona!- dijeron todos.
-Era broma.- reía ella sola- Pues debería haber llegado hace tiempo al estudio. O eso me ha dicho él jefe.- dijo esta última parte más flojito, mientras miraba el móvil.
Pero como si de otro mundo paralelo se tratara, Geum JongDong y Kim Hanna, apartados de los demás y sin enterarse de lo que estaba pasando, se reían y comentaban lo que les acababa de pasar. El pobre JongDong al saltar de la mesa había tropezado con el cableado y acabó tirando un equipo de luz. Ellos estaban recogiéndolo todo mientras todos los demás prestaban atención a Yoona. Cuando, de repente, el móvil de Kim Hanna comenzó a sonar. Todos los presentes, menos JongDong, giraron su cabeza al escuchar la música del teléfono. Hanna mientras intentaba no reírse tirada en el suelo cogió la llamada.
-Yobuseyo? Dee? (¿Diga? ¿Sí?)- se reían los dos. Yoona al verla se fue acercando a donde estaban.
-¿Dónde estas?
-Aquí.
-¿Dónde?
-En la agencia.- Yoona estaba a un paso de ella, y detrás de esta todo el equipo. Observaban a los dos energúmenos de las luces. JongDong cuando se dio cuenta tocó el hombro de Hanna avisándole de que todos la estaban mirando.
-¡Kim Hanna! ¿Qué haces aquí?
-¡Ah! Yoona-ya, que susto.
-Ya... ¿Qué haces en el suelo?- le ofreció la mano. Hanna la cogió y se levantó.
-Se habían caído unas cuantas luces.- señaló JongDong.
-Bueno, no pasa nada. Te presento a Park EunJi-shi, la chica de allí. Señaló a lo lejos, sin saber muy bien a donde porque había demasiada gente detrás suyo.
-Ah... Pues hola.- dijo chistosa Hanna.
-Hola...- se escuchó un hilo de voz. Lo que hizo que se quedaran todos un poco extrañados.
-Yoona-shi, ¿quién es?- preguntó alguien.
-Ella es vuestra nueva fotógrafa.
-What?- dijo Hanna.
-¿Cómo?- dijo JongDong apartándose y colocándose las gafas.
-Jinjja? (¿En serio?)
-Dee.
-Vaya, que bien, ¿no?- dijo mirando a JongDong, aunque él todavía tenía cara de estar muy asustado.
-Ella se encargará de revisar los expedientes con vuestra ayuda. Coordinara cada paso vuestro, y los reportajes. Así que por favor ponerla al corriente de todo... es poco, pero de algo. Por cierto, os encargaréis vosotros del reportaje del nuevo dorama de Ok JiYoung-shi.- les dio unos papeles.
-¡Bien!- dijeron todos muy alegres.
-Tiene que ser muy buena, sino no nos lo hubiesen dado.- cuchicheaban.
-¿Y cuando empezamos?- preguntó uno de ellos.
-¡¿A las diez?!- se alarmó él que tenía los papeles.
-Dee.
-¿Pero estamos locos?- se quejaban.
-¡Ya, ya! A mi no me miréis.- les dijo Yoona- Apartaros.- todos se quitaron.
-Pero si tú eres la que lleva los horarios Yoona-shi.
-Queréis mirar lo que os he dado. Y para de quejaros. Bueno Hanna-shi espero que te apañes con esta panda de quejicas. Que al parecer no les gusta trabajar con grandes oportunidades.- todos comenzaron a quejarse de nuevo.- Callaros ya, pesados.
-Tranquila unni.
-Pero Yoona-shi...
-Ya, ir a hablar con Kim Moonsik-shi si queréis cambiarlo.- se colocó bien la falda tras saltar indignada y se fue con una sonrisa de aquel estudio. Como era pequeñita muchas veces no la tomaban enserio.
-Encantada.- le dijo Hanna a la nueva becaria.
-Trabajaré muy duro.- dijo con la cabeza agachada. Hanna le dio unos golpecitos en la espalda para que se tranquilizara.
-Eso espero. Bueno, pues compañeros. Estoy muy contenta... De que este sea... mi... tsk.- nadie le estaba prestando atención, hasta la becaria estaba demasiado nerviosa como para escucharla- ¡YAA!- chilló fuertemente Kim Hanna- ¡¿Alguien me va a prestar algo de atención?!- todos dejaron al instante lo que estaban haciendo- ¡Bien... Gracias! Tanto no costaba...- se giró- ¡Tú, deja de comer!- señaló a una chica que se encontraba escondida detrás de uno de los altavoces comiendo galletas. Se colocó el pelo y prosiguió.- Tú, dame el documento.- lo cogió un poco demasiado enfadada, aunque nerviosa. Todos la miraban asustados, sobre todo Geum JongDong. No se esperaba que de esa niñita tan linda, al principio, pudiera salir tanto mal genio. Y tampoco se esperaba que fuera tan buena como ella le había dicho.- Ya... ¿Qué es lo que os pasa?- nadie le quería responder- Ais... Tú, dime, ¿por qué os quejáis tanto?- los compañeros lo empujaron para delante, este trago saliva e intentó responderle.
-Que no tenemos suficiente tiempo para organizarlo todo...
-¿Solo eso?¿Y por qué no hacéis lo que os a dicho Yoona-ni?
-"Ni"?- se preguntaban todos.
-Porque Kim... Kim Moonsik-shi seguramente dirá que no.- agachó la cabeza.
-Ah, de acuerdo. Vale, ahora que veo que me vais a escuchar os comento. Uno, la que dice ahora si podemos preparar algo o no soy yo. Dos, cada uno me va a explicar cada una de las cosas que tenéis que hacer y soléis hacer.
-Eso nos va a llevar un rato...
-¡Ya! Shut up. Me tenéis que explicar en que estabais trabajando antes, para poder terminarlo, y si se puede mejorarlo. Y tres, ¿qué queréis tiempo? Os daré tiempo. Pero la próxima vez, actuar. Y no os quejéis tanto. Odio, odio mucho que la gente se queje del trabajo. Arasseo? (¿De acuerdo?)
-Dee, sansenim. (Jefa)
-Geum JongDong-shi.- lo llamó Hanna- Ven.
-Dee.- fue corriendo.
-Acompáñame. Los demás.- la miraron todos- Dejar todo lo que estáis haciendo y empezar a preparar el proyecto. No quiero que después falte tiempo. Venga, venga.
Los dos salieron del estudio dejando detrás suya una gran revolución de personas nerviosas que chocaban entre sí para poder poner las cosas en su sitio, y seguir el guión marcado.
-Ya... ¿No estas contento? Al final vamos a trabajar juntos.- le dio un codazo, él joven no sabía que hacer, se quedaba a su lado recto como un palo, más nervioso que de costumbre.
-Disculpa si antes te he ofendido.
-Tranquilo hombre.- lo zarandeo un poco para que dejara de estar tenso- Creo que hasta es verdad y todo.- se colocó el pelo.
-Entonces vas a ser mi jefa.- le cambió la cara al decirlo, estaba blanco.
-Espera, espera, a ver... Aunque me haya comportado así de ruda, soy una persona muy normal, con un humor también muy normal, creo... Y no me gusta eso de jefa. Solo Kim Hanna. Hanna, arasseo? (¿vale?)
-Dee...- dijo avergonzado.
-Ya, lo digo enserio.
-¿Seguro?- ella asintió con la cabeza- Bueno... entonces te puedo decir que me has dado un poquito de miedo.
-Mianhae... (Lo siento...)- sonrió avergonzada.
-Pasaste de ser muy linda, a ser un ogro.- lo representó.
-Bueno, no te pases.- le puso mala cara.
-Mianhamnida. (Lo siento.)- se posicionó recto.
-Gwiyeo. (Que lindo)- se sonrojo- Aunque no me olvido de la que has liado en el estudio.
-Lo siento, si he roto algo juro que lo pagaré.- Hanna empezó a reírse.
-JongDong-shi era broma, tranquilo.
Los dos continuaron andando hacía la oficina de Kim Moonsik. Cuando llegaron pararon junto la mesa de Park Yoona.
-¿Qué? ¿Ya te vas a retirar?
-¡Ja! Eso nunca. Vengo a hablar con el ogro.- se río.
Geum JongDong estaba pasmado, no se podía creer que se tutearan tanto. Y que ya el primer día llamara ogro al jefe jefazo, como solía llamarlo. Aunque lo que más le sorprendía es porque tenía que hablar con él directamente y no con Oh ShinHyon. Que era el encargado de todo ese tipo de problemas con las agendas, y demás cosas que ni él mismo sabía. Y eso que ya llevaba un tiempo trabajando allí.
-Dee, pero yo de ti me daría prisa, porque ahora mismo tiene una reunión.
-Okay. Oye unni, al final eso de la despedida de solteras nada, ¿no?
-Anny.
-Unni?- dijo JongDong.
-Quita esa cara chico.- le dijo Hanna- Que voy a entrar yo a hablar con él.- JongDong solo le asintió, estaba en shock.
Hanna tocó a la puerta del despacho. No se escuchó nada, pero ella la abrió. Su padre estaba sentado en la mesa del despacho.
-¿Qué haces?
-¿Qué haces tú? ¿Cómo es que no estas con tú equipo?
-Puff, si te contará.- se río Kim Moonsik.- Ya, appa. Me puedes hacer un favor.
-¿Ya? ¿El primer día? ¿Qué pasa ahora?
-¿Cómo que qué pasa? ¿Te parece normal ponerles a un equipo que no ha preparado nada, ni saben de que va, un reportaje para dentro de dos horas?
-Pensé que eras buena.- repasaba papeleo.
-Ja... Soy buena, pero no dios.- se cruzó de brazos.
-Veré lo que puedo hacer.- la miró de reojo.
Hanna se quedó mirándolo unos segundos, y levantando su ceja dio por supuesto el cambio. Le daba igual el día o la hora. Pero tanto ella como él sabían que era imposible hacerlo en tan poco tiempo.
-¿Qué... qué pasa?- apretó fuertes sus manos.
-Pues... ¡Pues que soy la puta ama!- se puso a saltar.
-Compórtate, por favor.- le dijo flojito Yoona.
-Sí mamá...- le sacó la lengua. JongDong respiró aliviado.
-¿Y para cuando será?
-Kurse... (No sé...)- el joven se sorprendió- Para hoy no, eso es lo único que se, y lo único importante, ¿no?- le sonrió- Unni, nos vamos.
-Dee... perderos de mi vista.
Los dos salieron de la planta de despachos y bajaron de nuevo al estudio para avisar a sus compañeros. Cuando llegaron y escucharon las buenas noticias respiraron todos mucho más tranquilos. Pero aún tenían que seguir preparando el reportaje. Esta vez, pusieron más empeño cada uno en su trabajo, no querían quedar mal ante Kim Hanna, al igual que ella no quería decepcionarlos. Aunque acababa de salvarles de llevar a cabo el mayor desastre del mundo.
Entre todos debían conseguir ser uno y tratar de hacer el mejor trabajo que había visto esa agencia en mucho tiempo. Y aunque Hanna era exigente, se podía ver que dentro del equipo podían tener complicidad para llegar a ser buenos compañeros y amigos.

. . .

Alguien tocó el timbre.
-Seguro que es Joonchae-ah.- se dijo así mismo Jihoo.
Fue a abrir la puerta mientras se desaflojaba la corbata. Él también acababa de llegar a casa. Cuando abrió se apartó de la puerta para que pudiera pasar. Efectivamente era Joonchae. Habían quedado para hablar. Joonchae lo necesitaba. Pero ya que estaba por allí comentarían lo del contrato nuevamente. Como otras veces ya hicieron. Entró por la puerta con su camisa vaquera desabrochada dejando ver una camiseta banca y unos pantalones negros. Se quito sus vans de camuflaje y las dejó en aquel pequeño rellano. Entró confiado aunque un tanto nervioso.
-¿Qué tal ayer?
-¿Ayer?...- se llevó las manos a la cara.
-¿Quieres una cerveza?
-Por favor.- se sentó en uno de los sillones.
-¿Cómo la vistes?
-Mejor de lo que la vi la última vez. Puedes creer que solo me acuerdo de ella subiendo a aquel coche.- manoseaba la cerveza- ¿Tú recuerdas porque se fue?
-¿Nunca se lo preguntaste?
-Su respuesta no fue lo que me esperaba. ¿A caso hice algo mal?
-Y a mi que me dices.- se levantó.
-Ya. No hay quien hable contigo, de verdad.
-Oye, considérate satisfecho.- Joonchae resopló.
-Ayer me pidió perdón... No entiendo nada.
-Yo si que no te entiendo.
-¿Esta enfadada? ¿No lo esta?
-¿Y tú?
-¿Yo? ¿Enfadado? ¿Por qué debería? ¿Porque se fue sin darme explicaciones? ¿Porque huye prácticamente de mí? ¿Porque no para de decirme acertijos indescifrables? ¿Porque coqueta con Kibum-ni?
-¿Cómo?
-Eh, annya... Puede ser que este obviando algo... No me acuerdo bien de lo que me dijo la última vez que hablamos.
-Y porque no tratas de olvidarte de eso. Haz como si fuera alguien desconocido. O como si no hubiese ocurrido nada entre vosotros dos.- se volvió a sentar.
-¿Tú crees que ella haya podido olvidar, y hacer como si nada?
-¿Quieres que te sea sincero?- se acercó. Joonchae terminó de tragar- Pues no... Digamos que... Te odia.- rápido e indoloro, pensó.
-¿Cómo?- se sorprendió.
-Da gracias a que Yoona-ni sigue siendo tu amiga.
-La verdad, es que al principio de irse, Yoona-ni estaba muy rara. Les pedí perdón.
-Hanna-ni nunca acepto tus disculpas.- comentó Jihoo.
-Gracias por el apunte. ¿Me odia?- se preguntó bajito- Puede que sea mutuo.- se recostó en el sillón.
-Pues dejaros de tonterías y hacer bien las cosas. Cuando os vean juntos ahora tenéis que ser... más cercanos.
-Con que me odia...- se quedó pensativo.
-¡Ya! No seas crío.- Joonchae le sonrió y cruzó los dedos de las manos colocándose en una posición malvada- Solo te falta soltar una risa malévola.- él se puso a hacerla, pero alguien entró por la puerta.
-¿Qué haces diabólico?- dijo Yoona sorprendida mientras dejaba sus cosas en la mesa de la cocina.
-Aquí. Que parece que no sabe pasar un día sin hacer el payaso.
-Ais, no es cierto Yoona-ya. No le hagas caso.
-Aigoo oppa, ya nos conocemos demasiado.- Joonchae le sonrió- ¿De qué hablaban?- se sentó al lado de Jihoo congiendole la mano.
-Que tengo un amigo más rayado que las piedras.
-Annyo.- protestó Joonchae- Solo intentaba recordar.

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